Tardaré un momento en llegar

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Las personas me dirigieron a un espacio reducido en medio de los árboles, donde la hierba crecía humedecida y la niebla cubría mis piernas por completo. La voz de Margaret resonaba dentro de mi, con eco se imponía ante mi temor. Mi madre y Margaret, junto con otras personas se sentaron a mi alrededor, formando una media luna. Cerraron los ojos y se tomaron de las manos. Poco a poco la niebla las cubrió por completo. Hablaron en conjunto, formando una polifonía armoniosa.

-Damos gracias por nuestro supremo rey The Darkness - Hicieron una pausa - A quien entregamos esta alma impura esta noche de luna llena -

Sus voces se distorsionaron hasta el punto en que todo lo que decían se volvió completamente ininteligible para mi. Mi cabeza comenzó a dar vueltas. Cerré los ojos fuertemente. Al abrirlos, me encontraba en un lugar que conocía perfectamente.

-Allison, ¿En serio estás bien? - Lana se encontraba frente a mi -

El corte de cabello de Lana era distinto al actual. Llevaba el cabello corto, terminando justo al inicio del cuello. La observé fijamente. Estaba en shock. De nuevo estábamos sobre el capo de la camioneta de mi mamá, justo frente a su casa. Era una noche llena de estrellas. Siempre dije que la Ciudad de Mercurio tenía muy poca contaminación lumínica para ser una ciudad. Se respiraba un fuerte olor de brisa marina y tabaco.

-Si... - Dije, intentando despegar la mirada de su rostro -

Miré mi mano derecha: Tenía un cigarrillo encendido.

-Te perdí por un momento - Rió dulcemente -

Recordaba este momento. Sabía exactamente lo que iba a pasar. Comencé a contar los segundos, "En uno, dos...". Mi madre salió disparada de la casa de Lana en mi dirección. Bajé del auto.

-¡¿Qué demonios estás haciendo?! - Mi madre nunca le temió al drama -

Giré mi vista al cigarrillo que aún sostenía. Lo tiré al suelo rápidamente y coloqué mi pie encima.

-¡Contéstame! -

Guardé silencio.  No sabía que hacer. Mi cabeza comenzó a dar vueltas de nuevo. Cerré los ojos con fuerza. Comencé a sentir una fuerte respiración detrás de mi. Mi madre y Margaret habían desaparecido del panorama, y ahora solo estaban las otras dos personas desconocidas. No les presté atención y les di la espalda, para poder observar aquello que se encontraba detrás de mi; Una bestia. Era casi el doble de grande que yo y en sus ojos no existía ni un rastro de humanidad. Lucía como un gran oso-lobo. Me observaba fijamente. "The Darkness"; Inmediatamente lo supe. Detrás de él pude observar la pequeña radio retro con la que me había encontrado antes, justo frente a un pequeño arbusto.

Se abalanzó sobre mi, yo intentaba esquivar sus garras y dientes lo más posible, pero no podía evitar que me tocara. Buscaba a mi alrededor algo con lo que pudiera defenderme, pero en aquel momento la presión y el miedo podían más que yo. Ocasionalmente le lanzaba ramas que encontraba pero no era suficiente. No podía correr, no estaba despejado. Seguir de pie era un verdadero logro.

En ese momento, mientras me encontraba frente a frente con aquello, la última canción de Allison's Night sonaba en mi cabeza. Se sentía como la banda sonora de una película, una película protagonizada por mi. Una en la que nada ni nadie podía lastimarme, aun cuando lamentablemente las cosas no eran así. No hacía falta verme en un espejo para saber que tenía el rostro lleno de rasguños y debía tener al menos seis o siete raspaduras llenas de sangre. Debía tener el rostro de una heroína corrompida.

Como si tuviese a alguien leyendo mis pensamientos, la radio comenzó a sonar. La ultima canción de Allison's Night. La bestia cayó rendida, el polvo se levantó violentamente por debajo de la niebla. Entonces comprendí la razón por la que Allison's Night sonaba todas las noches. 

Salí corriendo hasta la habitación, había algo más que necesitaba llevarme de ahí.

Survive:The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora