Yes, I'm a Witch

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Lana se encontraba corriendo a través de los árboles, sintiendo mareos, siendo acosada por el verde opaco de la naturaleza. Sentía cómo es que era perseguida. Se sentía como una niña pequeña de nuevo. El recuerdo de lo que había pasado llegó como un destello ante sus ojos. Y en un segundo, de nuevo se encontraba ahí, amenazante ante aquello que la perseguía. Se encontraba en el suelo, poniendo todo su peso sobre sus brazos, que se encontraban rectos detrás de ella, sobre la tierra húmeda. Rápidamente logró ponerse  de pie, viéndolo a los ojos. Tenía las piernas ligeramente separadas, preparada para cualquier caso. Podía sentir su respiración agitada y una pequeña gota de sudor resbalando por su frente. Sostenía en su mano derecha un encendedor negro, el cual había encontrado en el auto de Allison. Con la llama presente, acercaba el pequeño encendedor hacia el rostro de quien la acompañaba.

-No te tengo miedo, espero que estés consciente de ello - Se dio la vuelta, dándole la espalda - No quiero que te vuelvas a acercar a Allison de nuevo -

De nuevo se encontraba corriendo, en dirección a los dormitorios; A su mente llegó la idea de que su perspectiva lucía como si estuviese jugando un videojuego en primera persona. Entre más se acercaba, sentía más pesadez en las piernas. Hasta que se encontró frente a las escaleras. Subió lentamente, recargando la mitad de su peso sobre su brazo izquierdo, que mantenía recargado sobre las paredes. Al subir y detenerse frente a la puerta, esperaba encontrar a Allison profundamente dormida. Sin embargo, una vez más, sus instintos le fallaron. Allison se encontraba sentada al borde de la cama, con la mirada perdida en un rincón de la habitación. Tenía las manos juntas sobre sus piernas, con la espalda recta.

-¿Alli? - Preguntó, con una expresión de preocupación grabada en su rostro -

Allison sacudió la cabeza, acomodando sus pensamientos. Giró la cabeza hacia Lana, quien aún se encontraba de pie en el umbral.

-Te estaba esperando - Dijo Allison, sin ningún  tono en especial -

Lana la miró extrañada.

-¿Tardé demasiado? - Preguntó Lana, con una ligera sonrisa dibujada -

Allison sonrió y negó con la cabeza. Lana se sentó a su lado y desvió la mirada.

-¿Sabes qué encontré en tu auto? - Preguntó Lana, seriamente -

Allison sabía la respuesta. Continuó sonriendo.

-¿Colillas de cigarro y un encendedor?

-Pensé que no lo admitirías - Respondió Lana

-Lo había olvidado. Pensé que no te importaría

-Prometiste que no volverías a hacerlo -

Allison tomó aire. Se recordó a sí misma, sentada sobre el auto de su madre, con Lana a su lado. Recordó el olor a brisa marina y tabaco que se respiraba en el ambiente. Recordó el rostro y tono de voz de su madre al decir "¡¿Qué demonios estás haciendo?!", como si estuviera ofendida. Más tarde, se dio cuenta de que su madre realmente era una buena actriz. Es difícil actuar como si no supieras nada aun cuando lo sabías desde un principio.

-Ya lo dejé,  solo fueron un par de días - Dijo Allison, con cierto enojo -

Lana hizo un gesto de disgusto con los labios, antes de levantarse y subir a su cama con lentitud; para así acomodarse debajo de las blancas sábanas.

-Allison - Añadió Lana - ¿Cómo sé que no me volverás a mentir?

-¿Cómo sé que no eres una bruja? -

Lana rió, y así fue como poco a poco comenzó a caer dormida. Había sido una larga noche para ambas. Y aún así, fue la primera noche que Lana tuvo un sueño agradable, lejos de intranquilos pensamientos de hombres con escamas. Aunque claro, ahora aquel hombre con escamas tenía un nombre: The Nightmare. Y aún cuando eso debió de tranquilizar más a Lana, no lo hizo. Solo mantuvo la llama eterna del miedo encendida. Nunca se volvía más débil, a veces solo lucía más fuerte.

Allison no tenía idea de lo que Lana había desatado, de las cosas que había descubierto. Del infierno que ambas les esperaba.

Survive:The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora