Capitulo 1: Talila

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Hacía un día como cualquier otro en el C.G. El sol brillaba, los pájaros cantaban, y un agradable aroma a hierva fresca acompañada de una dulce esencia a flores silvestres inundaban mis fosas nasales.

Estaba ahora en el refugio, tomándome un pequeño descanso después de un día agotador ayudando a los Purrekos con sus negocios. Estaba tumbada sobre la hierva, dejando que la sombra de uno de los toldos de las casas cubriera mi cara, las manos por detrás de mi nuca y una de mis piernas montada en la rodilla de la otra.

Hacía un día excelente para descansar, y ahora que las cosas estaban muy en calma después de que los chicos volvieran de su misión en la Costa de Jade, todos en el Cuartel General podían salir tranquilos y volver a sus tareas.

Después de tanto tiempo aquí, empecé ha acostumbrarme a la vida de este sitio. Con diferencia, era mucho mejor que en la Tierra, pero tampóco es que me tache de insensible, hecho de menos a mi familia y amigos de allí. Seguramente mis hermanos y mi padre deben de estar preocupados de mi desaparición, es posible que desde el primer día hayan llamado a la policía para que empezaran con la investigación.

Me gustaría decirles de alguna manera que estoy bien y que no se preocuparan por mí, pero no tengo los medios necesarios para conseguir los elementos que necesito para activar un portal, y tampoco podía pedírselo a nadie sabiendo de los problemas que últimamente han tenido los de aquí, lo cual me mantengo al margen sobre todo lo relacionado con la Tierra para no asustarlos.

A diferencia de la Tierra, el aire de aquí de Eldarya es más puro y limpio, la comida es el doble de sabrosa y todos los aromas de aquí son enriquecedores, lo más sorprendente es que aquí nunca he visto llover o nevar a pesar del frío que hace. Siempre hace buen tiempo.

El buen tiempo que reinaba ahora me daban ganas de quedarme dormida, pero me era imposible dormir si tenía a dos faerys acechándome cuan depredador a su presa.

Eran un brownie semejante a un oso y un hombre lobo, estos estaban en una esquina conversando entre susurros hablando sobre mí, porque desde hace un rato he notado que me miraban a la vez que se hablaban entre ellos. Yo claramente pasaba de ellos, como si no los escuchara o viera.

Para mi mala suerte, estos ya tenían el valor suficiente para venir a hablarme. Me quedé en la misma posición y cerré los ojos.

H. Lobo: Hola Talila, buenos días.

Talila: Si hola...

Ambos hombres se sentaron cerca mía en cada lado, seguramente para que evitaran que me escapara o algo así.

Brownie: ¿Qué haces aquí sola?

Talila: Tomando un descanso.

Los dos faerys se intercambiaron una mirada cómplice, mientras que yo seguía ha lo mío, ignorarles.

H. Lobo: ¿Podemos acompañarte?

Talila: Por mí haced lo que queráis, con tal de que no me molestéis mientras estoy sobando.

Los dos permanecieron un buen rato en silencio mirándome, como si no tuvieran otra cosa que mirar o con lo que distraerse.

H. Lobo: Dime, ¿todas las humanas son igual de guapas que tú?

Talila: Yo no me considero así, además, aquí también hay chicas guapas. No es necesario que me lo digas por ser amable.

Brownie: Además de guapa, modesta.

Ambos me estaban poniendo de los nervios, tenía pensado levantarme y decirles que se fueran a molestar ha otro lado, pero me contuve, no debía caer en su juego.

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