Masoquismo emocional

Como empezo todo

Hoy puedo viajar al pasado, sólo escuchando una canción.
Un caluroso y aburrido día de febrero, sin nadie en mente, fui a visitar a mi abuela, ella estaba loca no era como las otras abuelas. En primer lugar no se me podía pasar por la mente llamarla abuela porque eso la hacia sentirse vieja, que más da? Siempre la llame Rosa.
Estaba tan sólo a días de cumplir 15 años y ella me adelantó mi regalo.
Primero yo quería unas nuevas zapatillas ya que las viejas tenían más de un año y seguro la gente me miraba con cara de "esta chica es pobre o es descuidada? Un poco de ambos" y no lo niego soy muy descuidada, no me arreglo como todas mis amigas, me da igual.
Al punto.
Rosa tenía que hacerse una cirugía de nariz en mayo, en Roma y me pidió que la acompañase como regalo de cumpleaños.
Estaba muy feliz, tengo una amiga en Roma, Martina, y las veces que fui me hospede en su casa.
Desbordaba de alegría a pesar que faltaban aún dos meses ya estaba feliz.
Estaba tan aburrida esa tarde que decidí conseguir más amigos allá. De forma virtual, claro.
Miraba el Facebook de mi amiga Martina y me puse a rebuscar en sus contactos a chicos guapos. Clásico de mi. Encontré varios y agregue a todos, sin vergüenza alguna, no perdería nada. De los trece chicos y algunas chicas que agregue, uno de ellos me hablo. Su nombre es Leo Castelli, 17 años.
Me pidió mi número y comenzamos a hablar, los dos teníamos un fin, esperar a que vaya a Roma y disfrutar el uno del otro, no en mal sentido, pero bueno ser amigos.
Nos vimos un par de veces por web cam y a mi parecer es lindo pero no para sorprenderse. En la escala del 1 al 10 le daría un 7.
No sentía nada por el, siempre prensaba que tenía que ser lo suficientemente idiota para enamorarme de una joda.
---------------------------------------------------------------------------
Pasaron los días de risas, bromas y muchos sentimientos detrás de 2 celulares.
Leo se caracterizaba por hacerme enojar, y sobre todo siempre con llevaba el autoestima en el cielo, según el todas las chicas se derretían por el, es algo que detesto de un chico, pero en él, eso me enamoraba, lo sé, suelo ser cursi de vez en cuando.
Todo estaba tranquilo hasta que mis sueños empezaron.
Empece a soñarme ya en Roma, junto a él, pasando el rato.
Al principio estaba confundida porque no sabía que Leo era el que aparecía todas las noches en mi sueño.
Esos días me sentí tan confundida...que decidí ignorar la situación, que más da son sólo sueños.
Un detalle que se me olvidaba de Leo era que, aparte de hecho al deli, orgulloso, son defectos que siempre los ame, a pesar de todo.
Llego la fase de enamoramiento número 1.
•Negación.
En la escuela, todos los recreos, le contaba a Emily, mi mejor amiga, las bromas y prácticamente la terminaba aburriendo con la extensa conversación entre Leo y yo.
-Se que te gusta Kate, no puedes dejar de hablar ni un sólo instante de ese tal Leo!-me repetía todos los días Emily.
-En qué estas pensando?-exclamé.-Ya te dije que Leo será mi consuelo y mi diversión en Roma. No necesito enamorarme, más aún con lo imbéciles que son los chicos, estoy harta.-tambien le repetía esa frase a Emily.
•Señales.
En la plaza con Naomi.
-Kate, tienes un mensaje, te lo leo?
-De quien?.-pregunté con indiferencia.
-Mmh..dice Raúl.-la ignoré.-No, espera leí mal, es de Leo
Di un salto, me abalance sobre ella y le quite el móvil.
"Hola :)"
Esbocé una gran sonrisa automáticamente.
•Sueños.
Como ya les conté, soñarme todas las noches con Leo, por más estúpido sea el sueño, hacia mis noches perfectas.
•Aceptación.
-Emily, lo siento, tenías razón! Leo me gusta, me encanta!!!
-Qué te dije?
-Sí, si lo se. Pero no puedo hacer nada al respecto, estoy segura que cuando vaya a Roma, lo veré y se me pasara en un santiamén.-aseguré.