Me encontraba por milésima vez en proceso de recuperación mental. Ese término lo usaba siempre que necesitaba olvidar a alguien y fracasaba diariamente en el intento.
Era el cumpleaños de mi tío. Como todos los años, nos invitaba a un almuerzo en su casa, lo que significaba pasar la mitad del día aburrida y escuchando las estúpidas conversaciones de trabajo o hijos y nuevas formas para castigarlos.
Al principio intenté escuchar y hallarle el hilo a la conversación, pero puedo jurar que en el momento que quería dar una opinión todos me interrumpían y acababa frustrándome y sacando mi móvil, para luego recibir una reprimenda por falta de respeto hacia todos.
Decidí dejar pasar el rato pensando en estrategias para sacar a Leo de mi mente, pensando en Raúl. Pero fue una horrenda idea. Quería mucho a Raúl, pero más como un hermano que como algo más.
Mi mente no podía dejar de lado la idea de tener siempre a un "amor" (correspondido o no) presente.
Seguí con mi rutina diaria, haciendo mis deberes, leyendo y durmiendo, pero mi mente seguía martirizandome. Era difícil no pensar en Leo.Día a día pasaba lo mismo, seguía mi aburrida rutina, los días jueves la pasaba mal y sólo quería quedarme en cama y llorar. En parte estaba bien que me descargue un día a la semana para poder encontrarme estable el resto, así puedo descansar y llorar por los mismos motivos de siempre, sé muy bien que tarde o temprano dejarán de hacerme daño esos estúpidos pensamientos en Leo.
También dependía el transcurso de la semana para prolongar mi día de "depresión" o sólo dejarlo en uno sólo.
Es por eso que soy Kate Jones, extremadamente rara y sentimental, aunque ante la demás gente no lo parezca.
Personas que no me conocen o no saben exactamente como soy, dirían en este instante que soy una chica loca, que siempre esta riendo y siempre se la pasa feliz.
Esa felicidad, es aveces la forma de demostrar el dolor que llevas dentro, y es ahora que entiendo la frase que mi madre mencionaba a menudo, los extremos no son buenos, recién me doy cuenta que soy extremista y que buscar mi propia felicidad excesiva, no me ayuda a ser realmente feliz.
Pero ya no sabía como ser en realidad. Por semanas estuve con mi rutina feliz de todos los días y mi jueves de recuerdos, hasta un día pasó lo que nunca hubiera imaginado.
Era un domingo común en el que Emily venía a mi casa a verme, ambas detestábamos los domingos por la tarde, al igual que el 99,9% del resto del mundo.
Hacia frío, ya había pasado casi un mes desde mi última conversación con Leo, una estúpida conversación de madrugada, que digo estúpida, la más hermosa, porque jugamos como si fuéramos novios y terminamos confesando sentimientos, sí, tal y como lo leen, Kate Jones le dijo a Leo Castelli que lo quería y estaba enamorada de él por desgracia. No debí hacerlo, pero poniéndome a pensar, no pasaría nada de nada, diciéndole que lo amo, y ocultándoselo, y todo sería igual. Me sentí genial y sin peso de conciencia, pero desde esa noche, la siguiente conversación fue corta y prefería cortar contacto con él hasta que vuelva a ir a Roma.
Al grano. Estábamos acostadas en el césped de mi casa, mirando al cielo y muriendo de puro aburrimiento, así que decidimos llamar a Tony, también vive a tres calles de mi casa y me lleva por dos años de diferencia. Siempre estaba con sus amigos y esa tarde era ideal para proponer una salida.
Empezamos bromeando con que necesitábamos alcoholizarnos esa tarde de domingo, yo ya estaba harta de sólo lamentarme por Leo y sentir que el amor nunca llegaría a mi vida.
Continuamos con la aburrida charla con Emily, podíamos jurar que Tony entendió que era un chiste eso de salir a beber, pero no resultó así.
Escuchamos ruido proveniente desde la calle, música de un auto, y voces de más o menos tres chicos.
Mierda. ¡Lo tomó enserio!
Salimos a intentar aclarar a Tony y sus dos amigos (Alex y Franco) pero empezaron a insistirnos y lograron convencernos de pasear un rato.
Emily, mi querida amiga Emily, decidió sacar a flote su gran escudo de "timidez" porque estaba petrificada al darse cuenta que estaba en el mismo auto que Franco, mejor conocido como el chico más guapo de toda la escuela, que en realidad lo era.
Alex, era Alex, un poco callado, y nada atractivo.
En fin, pasamos por una tienda y ellos bajaron a comprar "algo de tomar".
-Emily, las cosas serían más fáciles si articularas alguna que otra palabra con ellos-ya estaba enojada de hablar con ellos, mientras ellos sólo buscaban su atención y no la mía.
-Lo, lo siento, ya sabes, es Franco!! Tienes idea de lo que se siente mirar esos ojos azules?-se sonrojó emocionada y cuando se acercaban con tres botellas de vino, nos quedamos en un silencio sepulcral.
-Chicas, empecemos, quieren?-negamos con la cabeza.
Ni loca podía tomar un trago con ellos, los había conocido recién y hasta ahora no me inspiraban confianza, a excepción de Tony, pero de todas formas su presencia tampoco hacia que me sienta cómoda.
Se la pasaron hablando de un sin fin de cosas, teníamos un montón de gustos musicales en común, y poco a poco entablamos una amistad. Inesperadamente sonó el móvil de Tony, lo habían llamado "urgentemente" para ir a comprar no tengo idea qué, pero acabó yéndose apresuradamente y dejándonos a los cuatro en la calle.
Emily y yo considerábamos la idea de escapar y volver a mi casa, pero sería demasiado sospechoso, ya que ellos fumaban y el olor a alcohol ya estaba impregnado en nosotras.
Para que nadie pudiera vernos con ellos, acudimos a la montaña secreta (ahora ya no secreta) de Emily y mía, sabíamos que les gustaría porque podríamos charlar y mirar como el sol caía entre los cerros.
Nos dimos cuenta que Franco y Alex, no tenía malas intenciones con nosotras, nos sentamos en la tierra a tan sólo conversar y mirar todas las luces de la ciudad que poco a poco se multiplicaban al tiempo que oscurecía.
Emily se encontraba en una gran nube rosa en el cielo, podía notarlo por como miraba a Franco y como coincidían en los mismos pensamientos cada vez más veces. Yo tan sólo estaba feliz escuchando las locas experiencias que nos contaban, me caían muy bien, y seriamente cambiaron mi filosofía de vida, una vez más, pero esta, era distinta y mucho más creativa. Mi padre me llamó y tuvimos que irnos, todo paso deprisa, pero lo mejor fue que la felicidad de esa noche, con toda la charla motivacional, o como quieran llamarla, hizo que vivamos mejor cada día que continuaba.
Surgió efecto en mi, pasé de pensar que moriré anciana y soltera, de encontrarme frustrada y envidiando a las personas que siempre tenían a alguien a su lado, a que realmente pueda pensar en otras cosas.
A pesar que siempre leía muchos libros, seguía bloqueada porque todos eran románticos, porque todos ellos hacían que me sintiese más sola aún y mis sentimientos continúen en su anhelo de encontrar al amor verdadero.
El amor existe, pero seguramente mi tiempo no era el correcto, siempre me costó entender la frase todo a su tiempo, hacia que me desesperase aún más y que la necesidad de cariño por parte de alguien aumentase.
Dejé de leer mis libros románticos por cierto tiempo, ya que me encantaban, decidí leerlos de vez en cuando, aparte de pensar y experimentar cosas nuevas.
Me di cuenta que tan sólo soy una adolescente de quince años, me queda una larga vida para poder enamorarme y sufrir, soy una niña aún y es absurdo pensar en algo serio con alguien por el simple hecho de que soy inmadura y todos lo somos.
Aveces no podía evitar sentirme triste o no querida, porque después de todo la vida no tendría sentido si es que el dolor y el sufrimiento no existiera, empece a tomarle cierto cariño y mirarlo como una forma buena de aprender a vivir.
Dejé de lado el hecho de tener una rutina. Antes, siempre me la pasaba intentando tener una rutina diaria para organizarme, pero ahora me doy cuenta que es lo peor que pude hacer. Cumplo con mis deberes y actividades diarias pero intentó hacer hacer que mi día no se parezca en nada al día de ayer.
Ese es el sentido, nunca seguir una rutina, porque puede que te organice, pero sólo lograrás pasar el tiempo de tu vida en un estado de "piloto automático" y no sabrás lo que es probar algo nuevo y aprender algo en un día. No sabrás lo que es estar en un estado de adrenalina metiéndote en problemas, o tan sólo aprovechando los momentos en los que estas con tus amigos, diciéndoles que los quieres aunque te miren como un bicho raro, no sabrás lo que en realidad la vida tiene preparada para ti.
Desde esa noche que aprendí todo eso, el tiempo pasó más rápido, pero tengo muchos más momentos que recordar, momentos que no olvidaré fácilmente, errores que hicieron crecer mi conocimiento, y sobre todo a no preocuparme por cosas que no tienen a sentido aún. El amor no lo es todo, y descubrí que hay gente a tu alrededor que necesita de ti, deje de pensar en mi misma y me hice una lista de objetivos y deseos que me gustaría cumplir cada mes, entre ellos, muchos relacionados con hacer algo por alguien, porque la satisfacción de saber que le sacaste una sonrisa a una persona, es única.
Ese masoquismo emocional, fue desapareciendo poco a poco, mientras menos intentaba hacerlo desaparecer, en el momento de acostumbrarme a el o no darle importancia, se esfumó.
![](https://img.wattpad.com/cover/19747473-288-k364493.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Masoquismo emocional
RomancePrometes no enamorarte. Te enamoras, te hacen falsas ilusiones y no te corresponden por distintos motivos, en este caso: distancia. Como superarlo? Dicen que el dolor es inevitable y sufrir es opcional, pero que tan masoquista es Kate, y qué método...