Masoquismo emocional

6.-Pensando...

Desperté. Me tomaron varios minutos abrir los ojos, había dormido como un oso.
Me levanté y fui a verme al espejo, la palabra zombie me quedaba corta. Tenía parte del maquillaje de anoche en mis ojos, podrían filmar una película de terror conmigo, sin necesidad de arreglarme.
Mi cabeza iba a explotar, un momento.
Un momento
No, no, no, no.
¿Qué demonios hice anoche?
Había podido jurar que la fiesta, el beso, con ¡Matteo! Había sido un simple sueño.
Me dolían mis músculos, volví a tirarme en la cama.
Mande un mensaje a Emily.
"¿Pasó todo lo que creo que pasó?"
No tardó en contestarme. "¿Ahora quién es la experta en besos?"
Me quedé incrédula por unos instantes. Que extraño. Kate Jones ebria. En una fiesta. ¡Besando a alguien! ¡Matteo!
Me desconocía. En primer lugar no soy de las chicas que salen todos los fines de semana, tan sólo soy yo, la aburrida Kate.
Sentí un poco de culpa al recordar el beso, no estaba bien, puede que alguien más se entere, corran rumores y seré la zorra de la escuela.
Respira, Kate, eso no pasará.
Baje a tomar desayuno, mire el reloj, medio día.
-¿Mamá?.-había un silencio sepulcral en toda la casa.
Sabía que en cualquier momento llegarían y al encontrarme así, me ganaría la reprimenda del siglo.
Corrí a la ducha, me arreglé un poco y me puse a leer mi libro. Estaba leyendo "Si tú me dices ven, lo dejo todo pero dime ven" de Albert Espinosa. Lo sé el nombre era un poco extenso, pero que libró más hermoso, sólo me faltaban dos capítulos para acabarlo y ya me moría de pena.
Llegó mi madre, me trajo mi almuerzo y comí sola.
Como mi padre se encontraba en una reunión de trabajo, sí hoy, domingo llegaba su jefe. No tuve pelea alguna con mi madre, conversamos y le conté que la pasé muy bien en la fiesta de anoche. Sin mencionar el alcohol y semejante locura que me mandé. Puedo sonar un poco exagerada pero es claro que lo que pasó anoche no era característico de mí.
Subí a mi habitación, decidí volver a dormir.
Odio los domingos. Desperté a la media hora, no tenía absolutamente nada que hacer. Sólo pensar.
¿Qué pasaría si me dedico a esto? Fiestas, besos, más fiestas, alcohol, y más besos.
Será muy divertido, siendo una puta, sí muy divertido.
Tengo el derecho de divertirme, y lo haré, sin excesos claro. Pero al mismo tiempo se que no es lo mismo, cuando estas enamorada de alguien que no conoces aún. Ni yo logro entenderme.
Así pasó la semana...Pensativa, exámenes y sin tiempo para nada.
Matteo me trataba como si nada hubiera pasado entre nosotros y yo a él. Sólo algunas miradas extrañas en las que decíamos mucho.
La ventaja es que, como el se sienta al otro extremo, casi no llegamos a vernos, y eso efectivamente facilita las cosas. No soy buena ocultando secretos pero tengo que hacer mi mayor esfuerzo.
Cuando entré en razón, sólo faltaban 2 días para mi viaje a Roma. Seguía sin saber qué haría allá.
Mis padres no tardaron en anticiparme las reglas de mi viaje, portarme bien, llegar puntual, cuidar a Rosa, etc. Cosas típicas de padres sobreprotectores.
Faltaba algo,¿hablarle a Leo para vernos? O dejar pasar todo este tiempo para nada.
Sólo dos días Kate.
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NOTA DE AUTORA:
Holaaaa! Como están?
Aquí les traigo otro pequeño capítulo.
¿Qué les parece?
A veces no estoy segura si continuarla o dedicarme a otra cosa ._.
Pero se que poco a poco voy a mejorar y cumpliré mi sueño de acabarla :)
Si les gusto voten..comenten...lo que quieran!
Xoxoxoxo
Cami.