Un mes, un mes de puro estudiar y hacer mis deberes para la escuela, fue un precioso mes neutro, un mes de casi nada de tiempo para pensar, algo que me resultaba beneficioso. Por fin, ya se acercaban las vacaciones, ya se acercaba el verano, y era la parte más emocionante del año, septiembre.
Mi escuela todos los años planifica una fiesta exclusiva para toda secundaria (sin mencionar los dos mil "no invitados") de la bienvenida al verano, a las vacaciones y al esfuerzo de todos los estudiantes-irónicamente hablando-durante el año.
La maestra coordinadora debía disponer aula por aula la tarea para ciertos grupos de estudiantes, para encargarse de la iluminación, el cotillón, la música y los detalles esenciales para que la fiesta sea un éxito. Todos esperaban ansiosos el momento en el que entrase.
Estaba hiperactiva, como de costumbre, desesperada hablando como un loro a Raúl, mientras que éste, sólo asentía o me sonreía con ternura. No volví a sentir nada serio por el, ya que me puse a pensar que si fuera algo más que un amigo, no lo soportaría. Lo amaba, pero sólo como un amigo y esas confusiones en mi ya eran normales.
Mi curso estaba un desastre, habían miles de papeles en el piso, a causa de la reciente pequeña guerra de bolas de papel, todos estaban fuera de su sitio gritando o golpeandose, yo reía desenfrenadamente de nervios, hasta que por fin entró la maestra a darnos la invitación.
Una vez organizados los encargados de cada cosa necesaria para la fiesta, salimos como tigres recién liberados de una pequeña jaula.
Esa tarde debíamos ir a comprar todo el cotillón para la gran noche.
Concordé con Emily, Naomi, y Alicia, para ir juntas. Después de comprar todo y dejarlo en la discoteca Fango, lugar de la fiesta. Nos pasamos dos horas en la peluquería, otras dos horas viendo vestidos, y así se pasó nuestro tiempo.
Nos alistamos en casa de Emily, que por cierto se compro un hermoso vestido negro, pegado al cuerpo, con detalles dorados a la cintura y su hermosa espalda descubierta, unos tacones de 10cm con los que yo ni en mis sueños podría caminar y un simple pero precioso peinado con ondas, su largo cabello rubio caía hasta su cintura seduciendo cualquier mirada.
Ni que decir de Naomi, si que me sorprendió esta vez, llevaba el cabello súper ondulado, hasta sus hombros demasiado loco y extravagante cabello negro y un vestido celeste pastel corto y muy lindo.
Yo llevaba un vestido azul marino, ajustado hasta la cintura y suelto hasta poco antes de la rodilla, me sentaba bien, ya que no me veía escuálida como en otras ocasiones. Tenía tacones, pero no demasiado altos, de cualquier manera ya era lo suficientemente alta como para usarlos. Mi cabello castaño quedó completamente liso y a decir verdad, se veía hermoso.
Nos tomamos algo así como 500 mil fotos antes de salir. Alocadas y felices como siempre. Nuestro plan era pasarla como nunca en nuestras vidas.
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Masoquismo emocional
RomansaPrometes no enamorarte. Te enamoras, te hacen falsas ilusiones y no te corresponden por distintos motivos, en este caso: distancia. Como superarlo? Dicen que el dolor es inevitable y sufrir es opcional, pero que tan masoquista es Kate, y qué método...