Capitulo 22

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POV Any

Veo las fotos y miro a Poncho con los ojos completamente abiertos por la sorpresa. No sabía cómo le habían llegado esas fotos a su poder, pero nada más viéndolas entendía porque se había molestado tanto. Él no sabía ni siquiera lo que había pasado y además en esa foto hace ver como si el beso fuera completamente voluntad de las dos partes, aunque la verdad era otra. Cuando le da un golpe al escritorio me sobresalto y sus palabras me lastiman. Doy un paso hacia atrás abrazándome a mí misma y suspiro negando
Any: no es eso...es solo que estoy en shock no sé de dónde sacaste esas fotos, pero no es lo que parece Poncho déjame explicarte lo que paso
Poncho: hazlo rápido antes de que pierda los estribos. No es nada agradable que te lleguen este tipo de fotos a el trabajo me dice serio
Any: bueno este esa noche cuando Sali...bueno él se trató de sobrepasar conmigo, pero te juro que nada paso. El me beso a la fuerza y después yo le di un golpe en sus partes privadas antes de irme. Me crees?
Poncho: pues si...pero estas de acuerdo que esta foto da a entender otra cosa me dice serio apuntando los pedazos de la foto y yo suspiro asintiendo
Any: si ya sé, pero te juro que no es el caso. No voltearía a ver a alguien más así teniéndote a ti a mi lado. O acaso tu si lo harías le pregunto haciendo medio pucheros y veo como se queda serio antes de negar haciéndome alzar una ceja.
Poncho: no claro que no...bueno está bien te creo me dice, aunque había algo en su tono que me daba a entender que él estaba haciendo el esfuerzo por creerme, pero aún tenía la duda. Y no es que pudiera culparlo por ello ya que teniendo ese tipo de fotos y la mala racha que estábamos teniendo antes de que todo esto pasara. Yo suspiro y me acerco abrazándome a él y le doy un beso suave. Al principio él duda un poco pero después me corresponde el beso abrazándome a él.

*Una Semana Despues*

Una semana paso rápidamente y muy a mi pesar Poncho se había vuelto algo distante, aunque al menos trataba de disimular un poco. Me imaginaba que seguía así por causa de la foto que le había llegado. Entendí que desconfiara, pero a la vez me molestaba que me hubiera dicho que me perdonaba la salida y haberme creído sobre lo que había pasado, y ahora se comportaba de esta manera tan fría conmigo. En un intento de recuperar su confianza y darle una linda sorpresa decido darle una sorpresa en su oficina. Prepare su comida favorita y llevo suficiente para los dos. Llegando a su oficina estaba por entrar cuando veo algo más que desagradable. Crystal estaba saliendo de donde sabía que estaba localizada la oficina de Poncho. Ella me nota y sonríe maliciosamente haciendo que se instalara un frio en el vientre sabiendo que eso no se debía a nada bueno.
Crystal: vaya vaya que tenemos aquí. La esposa ejemplar no me dice burlona viendo la bolsa donde tenía la comida para mí y Poncho
Any: si vine a traerle a mi esposo su almuerzo. Tu qué haces aquí? Le pregunto fríamente fulminándola con la mirada.
Cyrstal: No te dijo Poncho? Yo soy su asistente personal. Que mal eh que tu marido no te haiga dicho que nunca me despidió solo me cambio de puesto. Supongo que no me quería muy lejos de el me dice y yo siento como mi mundo se hace trocitos. No podía creer que Poncho no solo me haiga estado mintiendo todo este tiempo, sino que ellos salían a cada viaje juntos. Trato de que mi rostro demuestro lo destrozada que estaba por dentro. Aunque al ver su cara de satisfacción creo que no lo estaba logrando y ella estaba disfrutando de cada segundo al ver mi sufrimiento.
Crystal: uy veo que no te dijo nada. Entonces me imagino que no te conto lo que paso la última vez que fuimos a Nueva York...pero claro dudo que algún esposo en el mundo le diga a su esposa que le puso los cuernos. Usualmente esas cosas quedan con ellos hasta la tumba me dice maliciosamente y yo niego automáticamente con la cabeza
Any: eso no es cierto...estas mintiendo! Poncho nunca me haría eso le digo, aunque la última parte me falto algo de convicción ya que en ese tiempo habíamos pasado por mucho y no estaba del todo segura.
Cystal: Enserio? Deberías aprender a decir las cosas con mas convicción eh. Igual míralo por ti misma no tienes que tomarme la palabra me dice pasándome su teléfono. Nada más viendo la imagen siento que me derrumbo por dentro. Poncho estaba muy pegado a Crystal abrazados bailando. Y en la próxima foto Crystal está en la cama con Poncho que claramente estaba desnudo ya que su sabana no tapaba casi nada. También se veía que Crystal no llevaba nada en la parte de arriba. La veo y tuve que hacer mi más mayor esfuerzo para no llorar enfrente de ella. No le regreso su teléfono y me dirijo furica a la oficina de Poncho. Escuchaba a Crystal que venía detrás de mi tratando de tomar el teléfono y detenerme para que no entrara a ver a Poncho. Y aunque se me hizo raro mi mente no estaba del todo en sus cinco sentidos y me estaba dominando mis sentimientos y no el razonamiento. Entro a la oficina de Poncho y veo como me sonríe nada más viéndome y eso me pone más triste y furiosa a la vez. Me acerco a él y sin dejar que digiera nada le doy tremenda cachetada dejándolo más que desconcertado y al ver a Crystal entrando a la oficina se queda en blanco.
Any: eres un hipócrita poco hombre Alfonso! Como tuviste la cara de hacerte el santo la semana pasada cuando te llegaron esas fotos tomadas fuera de contexto cuando tú te acostaste con esta zorra en Nueva York! Le grito dejando que las lágrimas de rabia y dolor salieran por fin en cascada. El me trata de abrazar pero me alejo bruscamente de su agarre y le aviento el teléfono al pecho. Veo que él estaba más que desconcertado viendo las fotos e inmediatamente voltea para ver a Crystal que se hace la mosquita muerta como siempre. No pudiendo aguantar más la situación me voy entre lágrimas dejándolos a ellos dos allí. Al salir escucho gritos, pero los ignoro y hago mi camino a mi coche y salgo de allí rápidamente, aunque a unos metros tuve que detenerme ya que las lágrimas estaban nublando la vista. Sentía que me dolía el alma, el corazón y solo quería echarme a llorar hasta que ya no tuviera lagrimas que llorar. Nunca me imaginé que Poncho me llegaría hacer algo tan ruin y tan bajo...menos considerando que teníamos una familia en la que pensar. Pero bien dice la gente que los hombres solo piensan con el cerebro que tienen debajo de los pantalones.

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