Jessie se aferraba hacia sí misma con sus pequeños brazos. Todo esto (que le era nuevo), la hacía sentir como si estuviese en territorio enemigo, sabiendo que en cualquier momento algo no saldría bien y terminaría con una detonación que acabaría con ella.
Lo que más nerviosa la ponía era escuchar los tacos de Karen mientras caminaba por aquellas blancas baldosas.
Hubo un incómodo y cargado silencio por un tiempo, mientras se dirigían a la habitación donde se encontraría Jess.
Jess no encontraba nada que hacer mientras avanzaban, ni describir donde se encontraban, ya que todos los pasillos eran igualmente aburridos, neutros y en cada comienzo y final se hallaban uno o dos guardias( o a lo menos eso era lo que ella creía), aunque sólo lo hacían para poder ver quién era la recién llegada. Es más, ni siquiera vigilaban ni cubrían turno alguno, solo habían salido para tomar su descanso y ponerse al "día".
El lugar donde se dirigían cambiaría para siempre la forma de percibir el mundo de Jess.
Las luces eran tan blancas que casi era imposible distinguir dónde empezaban las paredes y dónde terminaban los pasadizos. Éstas empezaron a tener un raro efecto sobre Jess. Inició con un pequeño dolor en la frente, y comenzó a extenderse por toda la parte derecha de su cabeza. Parpadeó un par de veces, pero no pudo amortiguarlo.
El corazón comenzó a latirle fuerte.
El sudor, frío e incómodo empezó a emanar, y supo sin saber, que había perdido toda oportunidad de dar marcha atrás.
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Hopelessness
Fiksi RemajaJess no tuvo una infancia muy feliz que digamos. La muerte de su hermano y la forma en que fue encontrado destruyó, literalmente, a su familia. Ella no sabía en lo que su padre trabajaba, ni antes, ni después de la tragedia, bueno no hasta poco ante...
