Salvado Por ¿¡Mi Esposo!?

Capítulo 7

Nos encontrábamos sentados al borde del mar mirando el atardecer, el agua seguía cálida al igual que el clima y el ambiente.

Ambos mirábamos cómo el sol muy lentamente bajaba y se perdía en el horizonte, nuestras manos estaban entrelazadas mientras que lo único que se escuchaba eran las olas romper a pocos metros de nosotros y llegar hasta poco más de nuestras rodillas.

-Alec... necesito pedirte algo-
Soltó luego de aclararse la garganta y dedicarme una pequeña mirada nerviosa.

Fruncí el ceño sin entender.

-Dime amor-
Magnus pareció pensar sus palabras antes de continuar.

-Necesito que me acompañes a Francia-
¿¡FRANCIA!?.

Abrí los ojos como platos notablemente sorprendido, ¿Qué tenía que hacer Magnus en Francia?.

-¿F-Francia?-
Asintió ante mi pregunta.

- Si, Francia. Papá me pidió que asistiera a la inauguración de un hotel y quiero que vayas conmigo-

-¿Cuándo?, sabes que tengo universidad y...-

-Ya lo sé, será dentro de un mes, hay una pequeña semana de vacaciones y podemos ir-

Sonreí ampliamente mirando la arena a mi alrededor, y luego de pensarlo unos milisegundos asentí.

-¡Claro que Si!, ¡Nunca he viajado a ningún lado!-
Respondí con emoción, nunca había salido del país, si había hecho viajes entre estados, pero ¿Salir del país e ir a otro continente?, nunca.

Magnus sonrió ante mi reacción y se acercó a mi dejando un pequeño beso sobre mis labios para posteriormente abrazarme.

Por un segundo pensé que la pregunta tendría un anillo de por medio, pero gracias al cielo que no fué así.

Es decir, quiero casarme con él, pero si no estoy preparado mentalmente tengo miedo de que me de un ataque de nervios, un desmayo, o que la cague diciendo que no.

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-¿Y estaban solos en la playa?-
Simon preguntó en un tono burlón, mirándome con una cara pervertida a lo que rodé los ojos.

-Si, Lewis, estábamos sólos en la playa-
Lancé un pequeño golpe a su hombro a lo que respondió con una carcajada que llamó la atención de varios estudiantes y me hizo encojerme en mi asiento.

-¿Crees que te pedirá matrimonio en el viaje?-
Comentó Clary a mi lado mirando hacia el frente.

Su pregunta me hizo reaccionar.

¿Y si eso del hotel era una excusa para ir a Francia?.

Es algo exagerado, pero vamos, ¿Sería Magnus si no fuera exagerado?, le gusta lo bien hecho y lo destacado, debo mantener esta posibilidad en mente.

-Y-yo... no lo sé, ¿Quizá?... mierda ahora tengo miedo.-

-Hey, tranquilo...-
Interrumpió Simon

-... No es nada que ustedes no quieran, quizá el hecho de que quieres que sea un momento especial para ambos hace que tengas miedo o te sientas inseguro. Pero cuando llegue el día, sea como sea será único y será importante para ambos.-
Dijo sinceramente.

Tenía razón, tengo miedo a cagarla, y ese mismo miedo hace que sea más probable que la cague, debo relajarme y vivir un día a la vez.

-Es increíble que Simon haya dicho algo serio y no haya tenido oportunidad de grabarlo-
Gruñó Clary a lo que Simon rodó los ojos.

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Caminando hacia la cafetería encontramos un pelotón de personas alrededor de una pared, la pared de avisos para ser exactos, Clary muy despreocupada se acercó sin importarle el pechar a las personas y echó un vistazo a lo que tanto llamaba la atención. La multitud se silenció al instante que ella llegó al frente.

-Oh mierda... -
No podíamos verla, pero un papel siendo arrancado sonó llamando mi atención y la de Simon, la gente comenzó a moverse abriéndole el paso a Clary, que venía mirando algo entre sus manos.

-Alec... Y-yo...-
No la dejé terminar y le saqué el papel de las manos para observarlo.

Éramos Magnus y yo, sentados en la mesa del restaurante Italiano a punto de besarnos.

Hijo de puta.

Mi mirada avergonzada se levantó dirigiéndose a los presentes, los cuales todos me miraban de esa forma que tanto odio, analizandome, como si fuera una cosa de otro mundo, juzgandome con sus ojos sin filtro de emociones. En ese mismo momento alguien al fondo gritó "Marica", y un océano de insultos dirigidos hacia mí de ese pelotón llegaron a mis oídos.

Sentí la vista nublada y luego de darle un rápido vistazo a Clary y a Simon me dí la vuelta y comencé a irme de ese lugar. La voz de Clary exigiendo saber el culpable y la de Simon pidiéndome que volviera llegaron a mis oídos pero decidí tan solo ignorarlo.

Solo quería irme.

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Llegué a casa mucho antes de lo previsto, cuatro horas antes. La casa suponía estar en solitario ya que Magnus estaba en el trabajo.

Unos pasos apurados en el pasillo me hicieron darme cuenta de que estaba equivocado. Intenté limpiar mis empapadas mejillas y me volteé colgando mis llaves, simulando un regreso normal a casa.

-¿Amor?, ¿Qué haces aquí tan temprano? -
Aclaré mi garganta quitandome la chaqueta y colgandola en el perchero a un lado de la puerta.

-Dos de mis profesores faltaron así que salí antes-
Murmuré volteandome y caminando con la cabeza agachada hacia la habitación.

Me tomó por la muñeca obligandome a interrumpir mi recorrido.

-Bien... Ahora dime por qué llorabas y qué es ese papel en tu mano.-
Solté un suspiro y me volteé mirándolo.

-N-Nos sacó una foto y la colgó en la pared de noticias de la universidad...-
Murmuré tendiendole la foto que había sido abollada por mi mano anteriormente.

Magnus la tomó con cuidado y luego de desdoblarla y mirarla subió la mirada hacia mí.

-¿Y por qué llorabas Garbancito?-
Mi mano tembló levemente.

-Comenzaron por decirme Marica, terminó en una multitud de personas insultandome y no lo pude resistir.-

Sus brazos llegaron hacia mí y me apretaron en un fuerte abrazo que realmente necesitaba, se meció levemente hacia los lados para intentar calmarme, ya que empezaría a llorar de nuevo.

Y así sucedió, lloré. Pero él siempre estuvo ahí para hacer de mis lágrimas un simple recuerdo que era mejor olvidar.

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Perdonen la demora, hoy fué un día muy ocupado para mí.

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