Salvado Por ¿¡Mi Esposo!?

Capítulo 8

Me desperté con unos golpes desesperados en la puerta del apartamento, levanté la cabeza totalmente desorientado encontrándome con Magnus en la misma situación que yo.

-¡Alec abre maldita sea!-
La voz de Simon retumbó por toda la casa con tono de preocupación a lo que me levanté y corrí en la penumbra de mi hogar en dirección a la puerta, los golpes no cesaron hasta que abrí la puerta y me encontré con la luz cegante del pasillo que me obligó a utilizar mi mano para apartarla de mi vista.

-¿Qué pasó Simon?-
Murmuré con pereza, muy cerca de soltar un bostezo. Tan solo distinguía su silueta a contra luz con un pequeño bolso colgando de su hombro.

-Clary y yo descubrimos quién sacó y pegó tu foto en la universidad-

No obtuvo sorpresa de mi parte, yo también sabía que había sido el mesero.

-Si Simon ya sé que fue el meser...-
Simon me tapó la boca para que no siguiera hablando, la luz del living a mis espaldas se encendió avisando la entrada de Magnus a la escena.

-Sergio quita tus manos de mi novio.-
Escupió con fastidio provocando una sonrisa de mi parte. Magnus amaba cambiarle el nombre a Simon, a pesar que era muy consciente de su nombre verdadero.

-¿Cuántas veces debo repetirte que me llamo Simon?-

-Las suficientes hasta que me importe. Ahora entra, Sergio.-
Magnus se acercó a la puerta esperando que me soltara y que entrara como bien hizo.

Cerramos la puerta y nos sentamos cada uno en un sofá distinto de la sala. Simon abrió el pequeño bolso que llevaba al hombro y sacó de este una cámara.

-Sergio si nos vas a tomar fotos al menos déjanos arreglarnos-

-No te voy a sacar ninguna foto, Manuel-
Magnus entrecerró los ojos fulminandolo con la mirada mientras Simon volvía su atención al aparato entre sus manos y lo encendía.

-¿Tienes la foto?-
Magnus la señaló arriba de la mesa del centro para que la tomara y así lo hizo.

Simon comparó la foto con lo que fuera que estaba viendo en la cámara y levantó la mirada al instante hacia nosotros.

-¿Puedes dejar el misterio de lado y decirnos que rayos pasa?-
Le dijo Magnus casi tan desesperado como yo para saber.

-Clary sospechaba que ésta fotografía había sido tomada con su cámara. El año pasado fuimos a Central Park porque ella quería tomar fotos del lago congelado, sin querer hice que la cámara cayera al lago y desde entonces sus fotografías tienen un destello de luz que Clary supone como artístico así que la sigue usando... Tu foto con Magnus tiene ese destello-
Simon tomó una foto del living a sus espaldas y nos mostró la foto, comparándola con la foto a medio arrugar.

El destello estaba ahí, era exactamente el mismo. Era como una mancha de agua que provocaba alguna especie de filtro vintage a la fotografía.

-¿Eso qué significa?, ¿Que Clarissa tomó la foto?-
Preguntó Magnus con un tono medio enojado.

-El hermanastro de Clary estuvo en la ciudad, le pidió su cámara ya que iba a salir a un día de recital con sus amigos y le prometió conseguir buenas fotos para su blog. El problema es que no hay ni una sola foto de el recital, solamente está ésta foto borrosa que supongo sacaron en la autopista, y esto.-
Simon cambió a la diapositiva siguiente, donde se encontraba una foto de un plato de comida, y la siguiente.

Donde Jonathan sostenía un tenedor con pasta en un espacio floreado al aire libre.

-Entonces...-
Murmuré sorprendido

-Sebastian y Jonathan se juntaron y de alguna forma los encontraron en ese restaurante. Lo curioso es que aún si fueron a ese recital o no, el restaurante se encuentra a dos horas del lugar donde se iba a hacer, de tantos restaurantes en Nueva York se dirigieron al mismo restaurante al que ustedes fueron, al mismo tiempo.-

Me giré para mirar a Magnus encontrándome con su mirada correspondida, se acercó a mí tomando mi mano.

-Nos escuchó-
Me susurró refiriéndose al vecino a lo que asentí.

-¿Qué?-
Simon parecía confundido ante nuestra charla. Me aclaré la garganta, y asegurandome de que sólo nosotros escucharamos le respondí.

-J-Jonathan es nuestro vecino-
Murmuré señalando con la cabeza la pared que nos separaba del imbécil.

-¿Entonces a que se refieren con que los escuchó?-

-Decidimos salir a cenar en nuestra habitación, la cual está a una pared de su apartamento, no dudo que haya podido escuchar nuestros planes-

-Lo voy a matar-
Magnus se levantó con los puños apretados y las facciones endurecidas.

Lo tomé por la muñeca negándole la salida del apartamento.

-No, cariño. No te metas en problemas por un idiota.-

-Alexander, vivimos cinco años de paz sin estos imbéciles, no voy a dejar que vuelvan a arruinar nuestras vidas luego de tanto tiempo sólo porque piensan que es divertido lastimarte. Romper huesos también es divertido y se los voy a enseñar, maldita sea.-

Antes que pudiera siquiera detenerlo se soltó de mi agarre y salió de nuestro apartamento a la velocidad de la luz, sólo que ésta luz estaba muy enojada y nadie podría apagarla.