Salvado Por ¿¡Mi Esposo!?

Capítulo 16

(Capítulo largo)

La noche anterior fué bastante tranquila, recorrimos las atracciones principales del hotel como ser la piscina, el restaurante y algunas habitaciones que estaban vacías para ver como eran por dentro.

No puedo borrarme la cara de felicidad de Magnus, estaba muy entusiasmado recorriendo el hotel y notando que hasta los más pequeños y únicos detalles se encontraban en su lugar correctamente colocados.

Estaba tremendamente orgulloso de que ese lugar que ambos estabamos pisando fuera el hotel que él diseñó desde que tiene conocimiento de arquitectura.

Sus ojos estuvieron toda la noche teñidos de ese hermoso color amarillento que tanto amo, a la hora de dormir me abrazó con fuerza, murmurando que esto era por nosotros, que no era lo más lindo que podría hacer para mí, y que en muy poco sabría la razón por la que vinimos hasta aquí.

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Magnus no estaba en el cuarto conmigo, por lo cual ni bien me desperté salí de la cama enfrentando el ambiente levemente frío y recorrí nuestro cuarto de hotel en busca de él. Pero no había rastro, no había una nota ni un mensaje que me dijera donde estaba, por lo cual luego de vestirme intenté llamarlo varias veces, pero no hubo caso.

Llamé a la recepción para preguntar si lo habían visto, y me dijeron que la última vez que lo vieron estaba cargando una caja hacia la salida del hotel, rápidamente cambiaron el tema para avisar que Magnus acababa de cruzar la puerta de entrada e iba en dirección a los ascensores, agradecí a la mujer y corté la llamada.

Me senté en la cama mirando mi teléfono durante el tiempo suficiente para escuchar la puerta abrirse y unos pasos dirigirse al cuarto.

-¿Amor?-
Murmuró Magnus entrando lentamente en el cuarto, seguramente esperando que yo estuviera dormido.

-Hola-
Murmuré levantando la cabeza y dedicándole una sonrisa.

-¿Todo bien?-
Preguntó entrando al cuarto vestido con ropa habitual de oficina y mirando alrededor.

-Si, justo acabo de despertar.-
Magnus me miró con los ojos entrecerrados.

-Oh, es que tenía unas llamadas perdidas tuyas-
Me hice el desentendido.

-Quizá giré sobre el celular y te llamé sin querer-
Asintió levemente, se lo creyó.

-Unas...-
Sacó su celular de su bolsillo y lo encendió.

-... ¿Veintidós veces?-
Me miró fijamente con una sonrisa burlona provocando que me sonrojara.

-Callate-

Magnus se acercó a mi y depositó un corto beso sobre mis labios.

-Ponte ropa linda y formal, por favor. Tengo algo importante que mostrarte-

-¿Más importante que el hotel?-
Murmuré dejando otro beso.

-Aún más-
Asintió levemente dejando un tercer y último beso para luego separarse y desaparecer por la puerta del cuarto.

-Te espero en la recepción-
Gritó a lo lejos.

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Un auto nos esperaba fuera del hotel, me había vestido con una camisa azul medianoche junto con un pantalón de vestir negro, mientras Magnus utilizaba una camisa blanca con un pantalón del mismo color que el mío.

No me quiso decir hacia donde íbamos, pero me obligó a vendarme los ojos para que la sorpresa fuera aún mayor, por lo cual accedí completamente.