Capítulo 20

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___POV ALEC___

-NO ME LO PUEDO CREER-
Escuché a Magnus a mis espaldas, despertándome.

Me giré en el sofá en el cual habíamos pasado la noche y me senté en el mismo mirando confundido en su dirección. Magnus estaba parado en el marco de la puerta de nuestra habitación con su pantalón puesto, tenía mi Laptop en sus brazos y fruncí levemente el ceño ante su cara de asombro.

-¿Qué pasó?-

-NEFILIM ESTÚPIDO, ¿ACASO VISTE TU CALIFICACIÓN DEL EXAMEN?-

Bajé la cabeza, entendía si estaba enojado por el hecho de que él paga mi matrícula, y que probablemente tenga que dar de nuevo el examen significa pagar otro año de repaso.

-Lo siento, yo... -

-¿SACASTE UN NOVENTA Y OCHO PORCIENTO Y LO QUE DICES ES LO SIENTO?-
¿¡...Noventa y qué!?.

-¿QUE?-
Me levanté con mi calzoncillo puesto y corrí hacia él arrebatando la computadora de sus manos.

Alexander Gideon Lightwood.

Nota del examen final: 98%

Se le otorgará opciones de trabajo en hospitales de Nueva York.

Entrega de los diplomas: viernes 15 de Mayo. Solicitamos que realice un discurso para la graduación.

¡Felicidades, Doctor Lightwood!


"Doctor Lightwood."

Miré a Magnus, el cual me miraba con los ojos cristalizados mientras yo le sonreía con un "Doctor Lightwood" resonando en mi cabeza.

-D-dice Doctor Lightwood-
Murmuré con un nudo en la garganta que provocó un pequeño lloriqueo de mi parte.

-Claro que si, mi pequeño.-
Magnus me quitó la laptop dejándola sobre la mesa de centro de la sala y me abrazó con fuerza, dejando pequeños besos en mis mojadas mejillas y susurrandome cosas bonitas.

-Estoy tan orgulloso de ti Garbancito-
Se separó pasando un dedo debajo de su ojo, limpiando una lágrima que salía como tantas otras.

Volví a abrazarlo escondiendome en su pecho.

________________________

-Simon, tienes el birrete al revés-
Murmuró Clarissa dentro de su perfecta toga azul marino, al igual que todos los nuevos doctores que nos rodeaban con sus familias.

-No sé como va esto, es la primera vez que me gradúo-
Murmuró con molestia ya que su madre llegó a arreglarlo un poco, así como todos los padres alrededor ayudaban a sus hijos.

-También es la nuestra, idiota-
Rodeé los ojos mirando a mi alrededor.

Noté a un sonriente Magnus llegando a nosotros y saludando con la mano a los chicos.

-Hola Garbancito, Clary... Sandro.-
Murmuró divertido.

Simon lo fulminó con la mirada cuando todos estallamos en carcajadas.

-¿Acaso dijo... Garbancito?-
Comenzó a reírse sólo.

-Se oye tierno-
Habló Clary en defensa de Magnus.

-De verdad que ustedes aman maltratarme-
Murmuró Simon negando lentamente para recibir un abrazo de Clary.

-Es porque te queremos-
Comentó ella.

-Muy en el fondo-
Completó Magnus.

De la nada por los altavoces llamaron a todos los estudiantes a subir al escenario, Magnus tomó mis mejillas entre sus manos y clavó un corto beso en mis labios.

-Estoy orgulloso de tí mi amor, ahora ve por ese diploma.-

Todos subimos al escenario y luego de una pequeña charla comenzaron a llamar a los alumnos uno por uno, Clary fue la primera que llamaron entre los cincuenta que habíamos logrado graduarnos, con un ochenta porciento justo. Simón siguió con un sorprendente ochenta y dos.

Pero de la nada, seguían pasando personas hasta un ochenta y cinco porciento y de ahí no subían, así hasta que quedé yo sólo sentado.

-Nos complace presentarles a nuestro último graduado, con el porcentaje más alto de la década, Alexander Gideon Lightwood, con un sorprendente noventa y ocho porciento.-
Todos en el lugar comenzaron a aplaudirme mientras yo, rojo de la vergüenza pasaba a recibir mi diploma y a dar el discurso que días atrás me habían pedido que creara.

Me paré enfrente del micrófono y miré a mi alrededor.

Podría darme un ataque de pánico aquí mismo, pero entre toda la multitud encontré sus ojos amarillos cristalizados y me centré en ellos, como si fuéramos solo nosotros dos en la sala.

-Hace cinco años comenzó este viaje para nosotros, uno bastante complicado para ser certero. A lo largo de estos años si he aprendido algo además de medicina es que nunca hay que darse por vencido en lo que uno desea, hay que trabajar duro día a día para ser en quien queremos convertirnos. Y yo eso no lo aprendí de la mejor manera. No muchos creían en nosotros, pero mirense ahora mismo, usando una toga y un birrete, con un diploma en sus manos y estando más cerca de alcanzar su sueño. Esto es digno de celebrar, por favor nunca olviden que el trabajo duro es el que vale al final del día, hagan su mejor esfuerzo por salvar vidas y por ayudar a quienes lo necesiten. Felicitaciones a los nuevos doctores, y mucha suerte para aquellos que seguirán sus estudios en áreas específicas.-
Terminé mi discurso con una sonrisa de costado recibiendo nuevamente aplausos.

El director de la universidad tocó mi hombro, y al voltearme ahí estaba, tendiéndome el diploma con ambas manos, el cual acepté muy emocionado y agradecí con un apretón de manos.

Toda mi generación subió al escenario e hicieron una cuenta regresiva, para posteriormente quitarse el birrete y lanzarlo hacia arriba lo más alto posible, luego de eso todo fueron risas y abrazos entre compañeros.

Luego de darles un abrazo a mis amigos más cercanos, Clary y Simon, busqué a Magnus con la mirada y lo encontré corriendo hacia mí.

Lo encontré a mitad de camino y salté a su cintura mientras lo envolvía entre mis brazos y me escondía en su cuello.

-Lo hice-
Murmuré con felicidad.

-Siempre supe que lo harías pequeño-
Giró conmigo en su agarre y pude ver algunas personas mirándonos como nunca lo había esperado.

Nos miraban con ternura.

Algunos llegaron a hacer gestos como ponerse una mano en el pecho o decir un pequeño "Awww", incluso aplaudir.

Eramos nosotros mismos, y el mundo estaba aceptandonos por eso.

Salvado Por ¿¡Mi Esposo!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora