Capítulo 4 - Parte 1

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"That's why friends should sleep in another bed and friends shouldn't kiss me like you do. And I know that there's a limit to everything, but my friends won't love me like you" (Friends - Ed Sheeran).

Cap. 4 

Flashback On

Dance, dance, dance, rock, rock, rock, roll, roll, roll, contigo, cariño mío...

Anahí se meneaba las caderas de forma sensual y encajada al ritmo de la canción. En lugar del micrófono, en su mano seguía la copa de vino. Alfonso se acercó a ella con la botella en la mano y volvió a llenarle el vaso. Gracias, dijo ella, paró de bailar tantito, tomó la botella de la mano de él y la puso en el suelo. Tomó el contenido de su vaso de una vez, sintiendo el sabor dulce de su vino favorito. Me está encantando la noche, la música, la compañía, dijo ella, regresándose al baile justo en el momento donde la coreografía indicaba que debían de bailar más pegados que nunca.

Contigo, cariño mío...

Algunas cosas podrían considerarse responsables por lo que sucedió en seguida: el tema caliente de la canción, la sangre que les hervía en las venas por todo el vino que habían tomado, la carencia que sentían por estar solos ya hace un buen tiempo, alguna nostalgia de los tiempos en que se estaban besando todos los días... eran besos actuados, pero los puntos de excitación y las hormonas eran humanas y reales, así que muchas veces había sido difícil no dejarse llevar ni que fuera tantito.

Sentían la mezcla de sus perfumes a envolverles en una nube de pura excitación y calor. Alfonso la agarraba de la cintura y meneaban sus caderas juntas, lo siguieron haciendo hasta que ya no podían aguantarse y él la volteó, haciéndole girar de su mano, y volvió a pegar sus cuerpos sudorosos y calientes.

Con sus íntimos pegados seguían bailando al ritmo de la canción y el calor no dejaba de subir de tono más y más a envolverlos en una ola de pura excitación. Naturalmente, el intercambio de miradas y la mezcla de sus respiraciones agitadas los hicieron pegar sus frentes. Hoy Anahí no se acordaba muy bien de esta parte, creía que había dicho algo como ¿qué estamos haciendo? pero esto no los frenó.

Sus labios se encontraron y sus lenguas se entrelazaron como la primera vez, la diferencia era que no había cámaras, no había productores u otros actores mirándolos, no tenían que demonstrar nada que no quisieran o que no sintieran, y lo mejor: no tenían que hacer de cuenta que nada sentían. En este momento, pegados, besándose al ritmo de Cariño Mío, eran apenas Anahí y Alfonso, una mujer y un hombre, con ganas de aprovechar cada segundo de aquella enorme tensión sexual y de aquel deseo que parecían haber guardado por años. Ya no había exnovia o novio, ya no había la novela o la banda, nadie necesitaba saber de nada y, finalmente, se podían rendir a las ganas de satisfacer aquel deseo sin límites que habían ocultado y frenado por años.

- No sabes cuánto tiempo - confesó Alfonso sin despegar sus labios de los de ella - he querido tenerte así...

- Ah, ¿sí? - preguntó ella, acariciándole el cuello y el pelo - y ¿por qué nunca intentaste algo?

- Porque - le acarició la lengua con la suya antes de seguir hablando - somos amigos, había mucha gente alrededor y al pendiente de nosotros y había la banda y la novela...

- Pero podíamos haberlo hecho en secreto - susurró ella, antes de morderle el cuello.

- Ah... - gimió él - sí, ¿verdad?

- Sí - susurró de nuevo, sensualmente, succionándole el lóbulo de la oreja.

- Dios... eres todavía más caliente de lo que me imaginaba – él le apretó las caderas al decirlo.

Volverlo a intentar (ponny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora