"El que tú no estés no te aparta de mí, entre menos te tengo, más te recuerdo" (Por qué es tan cruel el amor - Ricardo Arjona)
Cap. 5
Flashback On
En agosto de 2011, como todos los años, las traumadas andaban intensas en los foros y en Twitter, subiendo millones de fotos, de cuentos, de novelas, de poesías, todo recordando al más fuerte y bonito amor (y trauma) del mundo entero: ponny, el trauma de Anahí y Alfonso. Después de más de 6 meses sin hablar a Alfonso, Anahí quisiera decir que no le había dolido ver todos aquellos recuerdos y acordarse del año que pasó con él y de lo que compartieron y también del dolor que le causó. Pero el día de las traumadas fue un día que empezó feliz para ella, porque Alfonso la llamó luego por la mañana.
- Sé que ya hace mucho no nos hablamos – le dijo – pero extraño hablar contigo. Si pudiera volver en el tiempo, hubiera hecho las cosas diferentes para no perder tu amistad.
Primero, Anahí pensó que él podía hablarle de sentimientos, quizás decirle que la quería todavía, que intentaran arreglar las cosas, volver de donde habían parado. Después, cuando lo oyó hablar de amistad comprendió que apenas quería arreglar las cosas con su amiga Anahí. Le dolió un poco, le dolió principalmente percibir que todavía nutría algún sentimiento por él. Pero también extrañaba a su amigo, era mejor tenerlo como amigo que no tenerlo de ninguna manera, ¿verdad? Por eso le dijo sí cuando Alfonso la invitó a comer el mismo día por la noche.
La cena fue tranquila, platicaron sobre un montón de cosas que, la verdad, no importan y no importaban para ellos. En el fondo de sus corazones, los dos sabían que buscaban algo más con aquella plática tonta y con aquella cena. Pero nadie dijo nada. Hasta que Alfonso la invitó a bailar porque había música ambiente, un solo de piano.
Bailaron juntos a paso lento, la música los envolvía de forma sencilla y pasional. Alfonso intentaba de todas maneras apenas bailar con ella, pero su mente parecía una película a exponer escenas y más escenas de los dos juntos, de sus besos y abrazos y caricias, de sus momentos. Tuvo que contenerse para no besarla, estaba tan pegada a él, su perfume tan característico lo envolvía en una nube de nostalgia y de pasión. Pensó que no iba a aguantarse. Pero se aguantó.
Anahí estaba exactamente en la misma situación. Miraba a sus ojos color oliva a veces, intentando descifrar que pensaba él. Como no conseguía, luego desviaba la mirada, porque mirarlo a los ojos por mucho tiempo la hacía sentir expuesta, desprotegida, casi desnuda. También porque sus ojos le encantaban, le encantaban su brillo y como parecía sonreír junto a la sonrisa de él. Quería tanto tener el valor de confesarle que todavía sentía lo mismo que había sentido por él hace un año. Pero no podía arruinar lo que estaban empezando a crear nuevamente de amistad. No quería perderlo de todo, una vez más.
Como cuatro meses después, en diciembre de 2011, Anahí dio de cara con la noticia que Alfonso andaba de novios con una mujer llamada Perla de la cual nunca había oído el nombre o lo que hacía ni nada más. Una vez más, Alfonso había cambiado su pareja de actuación por una pareja de verdad. Ella se sentía la peor de las idiotas. No podía creer que todavía siguiera enamorada de él, mucho menos podía creer que todavía lo veía como su pareja de ensueño, la de los cuentos y novelas, el Miguel para su Mía. No era posible.
Con el noviazgo de Alfonso y las ocupaciones de los dos, poco se hablaron los meses que se siguieron, apenas se mandaban mensajitos preguntando como andaban y que andaban haciendo, hablaban de cómo iba su trabajo y luego el asunto moría y se despedían como dos personas que se aman tanto que ni siquiera saben cómo portarse delante de este amor. Pero al principio de 2012, Alfonso decidió llamarla después de unos meses conteniéndose las ganas de hacerlo.
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Volverlo a intentar (ponny)
RomanceHay cosas y hay personas que no son solamente parte de nuestras vidas, pero que realmente son parte de lo que somos y de nuestras almas y de esas no se puede escapar, de esas no se puede ocultar, porque aunque corramos hacia muy lejos, es como andar...