Mío ||WIGETTA|| Omegaverse

Capítulo 6.

Guillermo:

¡Por fin es mi cumpleaños!

Por lo que han pasado 3 largas semanas en las que casi no he visto a mi abuelo, he frecuentado más a Samuel y el misterio de la mujer sigue en pie.

Les explicaré cada una para que puedan estar al corriente:

Primero, mi abuelo ha estado más raro de lo normal. Se va todas las noches, según él con sus amigos, y a veces no regresa hasta pasadas las 3 de la tardes, de ahí se encierra en su estudio y no lo veo hasta la cena.

Segundo, Samuel y yo estamos en una especie rara de relación. Aún no hay nada oficial, una que otra salida, visitas a su manada y unos cuantos besos. Bueno... Muchos besos. No hemos llegado a nada más que eso, no se emocionen. Al parecer cuando trato de ir un poco más allá, Samuel se quita y tiene que ir a despejar la mente, sigue creyendo que puede hacerme daño, confío plenamente en Samuel y sé que eso no va a pasar. También tuvimos nuestra primera pelea no oficial:

Samuel había pasado por mi para ir al cine pero tuvo una llamada de su Beta, al parecer era algo muy importante. Se disculpó conmigo mil veces, dijo que me llevaría y que después podríamos ir al cine en un horario más tarde. Por supuesto que acepté.

Cuando llegamos a su "casa" (aclarando que no era una casa como la mía, era un maldito mini edificio) antes de bajar de la camioneta Samuel me dijo que me quedara ahí. Ni loco me iba a quedar solo, me aburríria al segundo, al menos podía hablar con Rubén o con quien me encontrara. Justo cuando íbamos entrando una muchacha como de mi edad y de cabello pelirrojo se le encimó a MI Samuel.

-¡¿Qué mierda?!.- exclamé.

-Siento que tengas que ver esto Guille, dame un momento y te explico todo.- me lo decía mientras aquella puta del pelo rojo se le arrimaba a MI Samuel.

-Samuel, Samuel, Alfa... Por favor, aliviame, sé que quieres hacerlo Alfa, por favor.- aquella mierdita le rogaba a MI Samuel mientras yo estaba ahí ¿Que clase de descarada era esa? Y ¿Por qué huele tan dulce aquí?.

-Miranda, yo no te puedo aliviar, no me gustas, te puedes dar cuenta de eso porque no estoy reaccionando a tu olor. Te llevaré a un cuarto y alguna de las lobas te cuidará.- hablaba con su característico tono autoritario.

Samuel desapareció por las escaleras mientras cargaba a la Miranda esa, hasta nombre de puta tiene. ¿Por qué estaba actuando tan desesperadamente?

No pasó mucho tiempo hasta que Samuel bajó con la ropa arrugada y uno que otro rasguño en el cuello.

-Guille sé que estás celoso, puedo sentirlo de alguna manera, no te preocupes te explicaré todo de camino al cine, si quieres podemos tomar un café antes para hablarte calmadamente de esto.- mi Samuel siendo tan diplomático como siempre.

-¿QUE RAYOS ACABA DE PASAR? NO QUIERO IR A NINGUN LADO CONTIGO MIENTRAS SIGAS OLIENDO TAN MALDITAMENTE DULCE COMO ELLA, Y ¿QUE CLASE DE RASGUÑOS SON ESOS? ¿POR QUE NUNCA LA HABIA VISTO?.- yo... Siendo tan niño como siempre.

-Guillermo, no me grites, te dije que te voy a explicar todo pero ¿Hueles el olor a dulzon?.-

-TE ESTOY...- aclaré mi garganta, ya no iba a gritar más.-Te estoy diciendo que sí, apestas a fresas con crema, odio las fresas con crema.-

-Bueno, eso es muy extraño, iré a cambiarme la ropa.-

Después de esa pelea Samuel me explicó lo que era un Omega y que Miranda actuaba así por su celo, aunque era extremadamente raro que hubiera una mujer Omega, generalmente eran hombres. Luego me explicó que solo los hombres lobo perceptaban el olor de los Alfas y Omegas, era RARÍSIMO que un humano lo hiciera. No le di mucha importancia y pasamos una magnífica tarde.