Capítulo 7.

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Advertencia:

Capítulo con escenas sexuales.

Guillermo:

No podía ser verdad, no podía, no podía.

Seguro estaba soñando.

Toda mi vida fue una mentira, toda mi vida creyendo ser alguien y de un momento a otro no saber quién eres o que eres.

Estaba muy alterado, mi visión estaba comenzando a ser borrosa y podía escuchar mis latidos. Rápidos y fuertes.

-¿Guillermo?.-

Oía la voz de mi abuelo muy lejana aunque estuviera parado frente a mí. Comencé a sudar y sentir mucho calor. Creí que me estaba dando un ataque de pánico.

Que equivocado estaba.

Empecé a sentir mucho dolor, sentí y oí como mis huesos se empezaban a romper al igual que mis ropas.

-¡Guillermo! ¡Tienes que tranquilizarte, por favor hijo!.-

Seguía oyendo la voz de mi abuelo pero aún era distante y con el dolor que venía de todo mi cuerpo no podía pensar.

De pronto estaba en 4 patas y observé la cara de asustado de mi abuelo.

No me digas que me acabo de transformar.

Comencé a dar vueltas en mi propio eje y si, estaba en modo lobo.

¡Mierda! Tengo que buscar a Samuel.

Samuel:

Acababa de llegar a las tierras de mi manada. Me sentía algo raro, no sabía el porqué pero no le di importancia y entré a mi casa de trabajo. Borja comenzó a seguirme mientras me dirigía a mi oficina, me empezó a decir algunas cosas a las que no presté atención, solo podía pensar en Guillermo y su linda sonrisa, como sus ojitos rasgados desaparecían con esta. Su hermoso sonrojo que se formaba en sus grandes mejillas.

-Tierra hablando a Samuel.- apareció un Borja chasqueando sus dedos frente a mi.-Vaya hermano, Guillermo te trae loco.-

-Lo siento Borja, fue una tarde maravillosa con él. Nunca me había sentido así, a veces pienso que si existen esos cuentos de almas destinadas.- sonrío.

-Que cursi eres hermano.- ríe Borja.

-¡Alfa! ¡Un lobo nos ataca!.-

-¡Alfa! ¡Beta!.-

-¿Qué rayos está pasando allá abajo?.-

-Vamos.-

Comenzamos a bajar las escaleras, al parecer alguien nos atacaba ¿Pero por qué solo?.

Cuando salimos me llegó de lleno ese olor: Vainilla y Lavanda.

Omega. Mío

Cuando vi que tenían al Omega rodeado por varios lobos esperando a mi señal para atacar mientras este escondía la cola de miedo, mi sangre comenzó a hervir, sin poder evitarlo emané un olor territorial y comencé a gruñir.

Omega. Mío. Mi Omega

-Apartence del Omega, es propiedad del Alfa.- gritó Borja. Todos comenzaron a irse, incluyendo mi hermano.

Fui acercándome poco a poco al Omega transformado, un hermoso lobo blanco con mechones negros, cada vez podía oler más ese aroma... ¡Guillermo!

Fue en quien olí la primera vez a lavanda y vainilla y siempre ha tenido ese olor, tenue pero siempre presente.

-¿Guille?.- hablé lento, al parecer el lobo se entusiasmó. -Guillermo, por supuesto que eres tú.- me acerqué por completo al lobo y lo acaricié.

Mío ||WIGETTA|| OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora