Mío ||WIGETTA|| Omegaverse

Capítulo 12.

Guillermo:

No supe cómo fue que llegamos a nuestra habitación, recuerdo que ni siquiera nos despedimos de manera apropiada, solo nos disculpamos y salimos del restaurante.

Justo cuando cerramos la puerta de nuestra habitación creí que mi Alfa me besaría pero me llevé una gran sorpresa.

-Omega, necesito que te vayas.

-¿Qué?.

-Vete Guillermo.- gruñe.

-¿Me estás pidiendo que te deje solo en tu celo?.- Me deja atónito su petición.

-Sí, si te quedas conmigo voy a arruinar todo.- Mi Alfa camina hacia el cuarto donde dormimos.

-¡Samuel! ¿A qué te refieres? No te voy a dejar pasar tu jodido celo solo.

-Joder, Omega.- gruñe y camina hacia mi.-Voy a hacerte gritar Guillermo, voy a hacer que desgarres tu garganta, te voy a follar tan duro que no vas a poder caminar en una semana. Te voy a anudar tantas veces como pueda y después de eso no voy a ser paciente, te voy a marcar. ¿Es eso lo que quieres?.- Las cercanía de Samuel me marea, el olor de su celo está presente en toda la habitación haciendo que sienta mojado la tela de mi boxer.

-Eso creí.- Samuel reanuda el camino hacia nuestro cuarto a falta de una respuesta ¿Como quiere que le responda cuando huele tan malditamente bien?.

Antes de que mi Alfa pueda cerrar la puerta, entro a la habitación y lo beso, un beso que demostraba la necesidad de que hiciera realidad cada palabra que había dicho.

Estaba listo para unirme por completo con mi Alfa.

-Guille, en serio, no voy a poder detenerme si sigues así.- Gruñe a medio beso.

-¿Quién dijo que te detuvieras?.- Mi Alfa me miró por última vez antes de poner sus manos en mi cara y besarme con ferocidad.

Entré beso y beso nos arrancamos la ropa, dejamos un camino de prendas desde la puerta hasta llegar a la cama, estamos solo en ropa interior.

Mi Alfa sigue inseguro de esto, puedo sentirlo en su toque. Incluso en ese estado aún piensa en mí y en lo que quiero, como lo amo.

-Alfa, deja que me encargue de ti.- Estoy a horcajadas en su regazo, tratando de hacer contacto en todo momento con su miembro.

Recuerdo la última lección que tuve con Rubén acerca del celo: de hablar con su Alfa interno, Samuel de negará a dejarse ir pero su lado animal cederá en algún punto.

-Estoy ansioso de tu nudo Alfa, quiero sentir como me expandes con esa gran polla que tienes.- Puedo sentir mis mejillas rojas, hablo lo más lascivo que mi vergüenza me deja.

Si quieres llamar a su Alfa, tienes que dejar salir a tu Omega.

Maldito Rubén, espero que realmente funcione.

Seguimos besándonos y Samuel comenzaba a pasar sus manos por mi espalda hasta llegar a mi trasero, el cual apretó y por consecuencia gemí alto.

-Vamos Alpha, quiero perder el control en tus brazos y llenar mi alma de ti.- Dejó salir a mi Omega, la voz salió tan aguda y necesitada que de inmediato veo como los ojos de Samuel pasan de ser castaños a dorados, como los de su lobo cuando se transforma.

-Te haré perder el control, Omega.- sonríe de una manera seductora y me da la vuelta, haciendo que quedemos acostados él encima de mi.

Comienza con un beso en los labios pero baja hacia mi cuello donde chupa y muerde a su gusto, mi cuerpo está a su merced y él lo sabe.