Capítulo 15.

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Maratón: 3/5

En algún lugar de la casa Bochner:

-Generalmente aquí ponemos a los lobos que nos atacan.- explicó el Alfa Bochner mientras llevaba del brazo a Silvia.

-¿Me va a dejar aquí?.- El Alfa la adentró a la habitación descuidada, con clara humedad en el ambiente.

-Quisiera decir que no pero has tratado de matar a mi hijo.- suspiró.-Te quedarás aquí hasta que logre hablar con tu padre.

-¡Lo siento! ¡No sabía que era su hijo!.- la Omega comenzó a llorar.-¡Por favor, no me deje aquí!.

-Lo siento Omega, no me queda elección.- el Alfa cerró la pesada puerta de metal y dejó a la pobre Omega llorando.

-No llores querida.- una voz al fondo de la habitación la asustó.

-¿Q-quien e-eres tú?.- sollozo con la voz rota.

-Soy la bruja Hecane, yo fui la que te dió eso.

-¿Cómo hablé con usted? ¿Por qué no lo recuerdo?.

-Tus celos y envidia me llamaron y luego te borré la memoria para que no me delataras pero aún así lo hiciste, ví una víctima débil y aproveché la oportunidad para cobrar una vieja deuda.- la bruja se acercó a ella.

-¿Habla de Guillermo?.

-¿Así que por eso no lo pude encontrar? ¡Le cambiaron el nombre! Eso me gano por subestimar a los lobos.

-¿Por qué quería matarlo?.

-¿Matarlo? ¡No! Lo quiero vivito y coleando.

-¿Entonces no era veneno?.- preguntó confundida la Omega

-¡No! ¿Por qué mataría algo que necesito vivo?.- dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

-¿Y que era?.- preguntó y la bruja sonrió.

-Lo siento querida, no vengo a contarte mi plan. Solo vengo a borrarte la memoria.

Y la Omega gritó.

Pero nadie la escuchó.

...

Desperté cuando el atardecer alumbraba mi habitación.

Carol estaba en una silla al lado de mi cama viendo su teléfono.

-Carol...- intenté levantarme.

-No, no, Willy... Te harás daño.- Me volvió a recostar.

-Mi bebé... Mi cachorro, Carol, ¿Está bien?.- recordé la sangre en mis pantalones.

-Samuel... por suerte estaba abordando cuando le llamamos.

-Carol... Pregunté por mí bebé.

-Samuel está abajo con papá, le diré que suba.- empecé a llorar bajito y Carol salió por la puerta.

No sentía esa calidez en mi vientre.

Rápidamente mi Alfa entró y se subió a la cama conmigo.

-N-no llores omega.- me dió un beso en los labios.

-¿Perdí al bebé, verdad? ¿Por eso no me querían decir?.- lloré más y mi Alfa comenzó a llorar también.

-Lo siento Omega, Lana dice que tú cuerpo aún no estaba listo.... Que tú Omega rechazó al feto.-

-¡No! No es cierto, mi Omega protegió al bebé cuando me envenenaron...- mi Alfa me abrazó.

-Lo siento Guille.

Mío ||WIGETTA|| OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora