Mío ||WIGETTA|| Omegaverse

Capítulo 1.

Guille:

6:00 a.m

Eso marca mi despertador, odio levantarme temprano, me gusta la escuela pero no me gusta que las clases empiecen tan temprano. De igual manera, me levanto de la cama y busco una toalla y ropa interior para tomar mi ducha de todas las mañanas.

Después de asearme me dedico a buscar algo de ropa, está un poco fresco y en este pueblo casi siempre es así, estamos rodeados por montañas y bosques pero nunca me ha molestado eso, es mas, creo que soy de los pocos jóvenes que de verdad les gusta vivir aquí.

Cuando bajo a desayunar mi abuelo ya ha hecho el desayuno.

-Abuelo, buenos días. Te has levantado temprano.- mi abuelo se ríe.

-Ya tenía mucho tiempo que no te hacía el desayuno, Guille.- le sonrío cálidamente mientras me pongo a comer las tostadas con mermelada y jugo de naranja.

Alfonso Díaz, la persona más sabia y humilde del mundo. Es la única familia que me queda y que recuerdo. Mis padres murieron en un accidente automovilístico cuando yo tenía 2 años, no los recuerdo mas que en las fotos que hay por toda la casa. Mi abuelo me dijo que yo también iba con ellos pero, milagrosamente, yo me salvé del impacto del trailer hacia nosotros.

-Guille, apresúrate se te hará tarde.- me despertó de mis pensamientos.

-Está bien, nos vemos en la tarde abuelo.- me puse mis audiculares mientras salía de la casa.

Todos los días me iba caminando a la escuela, no estaba muy lejos y así apreciaba el paisaje, nunca me acostumbraría a tanta hermosura.

Estudió ciencias biológicas en la universidad de Illinois, estoy en mi cuarto semestre de la carrera y no podría estar más enamorado de ella.

En menos de 5 minutos llego a la escuela, recojo mis cosas de mi casillero y cuando lo cierro ¡Pam! Me empujan sobre el.

-Lo siento mariquita.- uno de los tres bravucones de la escuela, siempre en grupo y me molestan juntos. Como se habrán dado cuenta, soy abiertamente gay. Nunca me ha importado lo que diga la gente de mi, es mi vida y hago lo que se me pega la gana, la única persona que de verdad me importan sus opiniones es mi abuelo. Cuando le dije que era homosexual me abrazó y me dijo que el siempre me iba a querer, no importaban mis gustos, el siempre querría a la persona en la que me he convertido al paso del tiempo. Amo a mi abuelo.

Llegue al salón y vi a Lana sentada jugando con su celular, la saludé con la mano y me senté junto a la ventana, como ya lo dije repetidamente, amo la naturaleza.
No se como Lanita comenzó a ser mi amiga, digo, somos totalmente diferentes. Ella es popular y a mi me gusta más un buen libro y mi soledad. Es una gran chica y me apoyó cuando todos se enteraron que era homosexual.

-Señor Díaz ¿Podría decirme la respuesta?.- me sacó de mis pensamientos la voz del profesor ¡Joder! ¿En qué momento entró?.- ¿Y bien?.

-¿La Segunda Guerra Mundial?.- ni siquiera sé en que clase estamos. El maestro me ignoró y siguió con su clase, al aparecer estábamos en química y mi respuesta no había tenido nada que ver con el tema, no era de los que se quedaban vagando en la clases tampoco era el mejor de la escuela pero si tenía buenas notas.

-Jóvenes nos vemos en la siguiente clase.-

Las clases siguieron pasando y yo seguía mirando el bosque a través de las ventanas de la escuela por alguna razón sentía que el bosque me llamaba, como si tuviera que ir a ver algo, no le tomé importancia y simplemente seguí prestando la poca atención que daba a la aburrida clase.

En las dos últimas horas me tocaba botánica, mi clase favorita.

-Buena tarde jóvenes.- respondimos lo mismo a coro.- Supongo que estarán cansados de estar en un salón.- algunos respondieron un «Sí» mientras que otros solamente asintieron.-Tengo planeado hacer una excursión al bosque, ya estamos en el tema de hojas y tallos se me ocurrió que lo aprenderían mejor si lo ven en una práctica de campo.-

¡Justo lo que necesitaba!

-Van a buscar los diferentes tipos de márgenes de hojas, ya saben: ciliado, crenado, dentado...- el maestro siguió explicando mientras varios compañeros anotaban las indicaciones.

Cuando estábamos cerca de entrar al bosque, el profesor nos dijo que nos quedáramos cerca para no perdernos y que teníamos un plazo de media hora para encontrar todos los ejemplos de margen.

Empece muy bien, ya tenía 6 de 12 tipos en menos de 10 minutos, mientras caminaba veía mis apuntes aunque no fue buena idea porque me tropecé con la rama de un árbol y mi libreta se perdió entre las plantas.

-¡Mierda!.- mientras me limpiaba un poco me dí cuenta de que me raspé un brazo, una pequeña cortada pero aun así dolía.

Joder, ¿Dónde está mi libreta?

Seguí buscándola por unos minutos hasta que escuché unos ruidos raros, como si estuvieran pisando ramas.

-¿Buscabas esto?.- un hombre robusto de cabello negro se me acercó con mi libreta en las manos.

-Gracias, acabas de salvar mi calificación- le sonreí.

-No es por nada...-

-Guillermo, me llamo Guillermo.-

-Bueno Guillermo, no deberías de andar solo por el bosque, se dice que hay criaturas peligrosas por aquí.-

-Lo sé, salí de excursión con mi clase pero al parecer me alejé un poco.-

-Regresa con tus compañeros Guillermo.- y después de eso, aquel hombre se alejó.

Me pareció extraño el comportamiento de aquel tipo pero no le tomé importancia, en este pueblo hay varios locos. Seguí en busca de mis 6 ejemplos más hasta que sentí un ambiente pesado, como si alguien me estuviera viendo, miré hacia todos lados pero no encontré nada raro.

-¡Al fin! el último que me faltaba.- arranqué una hojita de la planta y lo guardé con los demás ejemplos. Cuando me disponía a regresar con el grupo volví a sentir ese ambiente pesado, miré detrás mío y me encontré con un par de ojos rojos entre las hojas, un escalofrío me recorrió por toda la espalda y mi cuerpo reaccionó en salir corriendo. Volví a mirar detrás de mi y me encontré con una criatura gigante tratando de alcanzarme, eso hizo que tratara de correr más rápido hasta que de nuevo mis torpes pies se encontraron con una rama y caí de rodillas, aquella criatura aprovechó mi caída y empezó a rodearme. Pude apreciar como una especie de lobo gigante, con un pelaje grueso y de un color café claro con algunas manchas negras. Lo único en lo que pensaba era en mi abuelo, ya podía ver los enunciados de periódico: Joven devorado en el bosque . Definitivamente a mi abuelo no le gustaría leer esa edición.

Cuando ya veía la hora de mi muerte comencé a escuchar los gritos de algunos compañeros, al parecer eso se asustó y salió corriendo al interior del bosque. Pude suspirar de alegría y yo tampoco esperé, me levanté lo más rápido que pude y salí corriendo con mi grupo.

¿Qué mierdas era esa cosa?

➰♥️➰

Hola a todas!
Esta es una nueva historia que empezaré a publicar a inicios de diciembre. Subo este capítulo para ver si les gusta o si tienen algún consejito.
Me encantan las historias de fantasía y más si involucran hombres lobos y criaturas que se cree que no existen.
Ojalá sea de su agrado.
Voten y compartan la historia, lo agradecería mucho♥️

-A.