Al fin y al cabo, Yuuichiro se sentía feliz de haberse hecho amigo de Mikaela. Y es que cada tarde que pasaban juntos era mejor que la anterior. Mikaela había aprendido muchas cosas nuevas sobre la época contemporánea y Yuu estaba feliz por enseñárselas. El rubio siempre se mostraba amable y constantemente curioso por todo, aunque era demasiado frío, pero el azabache estaba seguro de que esto formaba parte de su naturaleza. No sabía por todo lo que había pasado el vampiro, pero tenía demasiada curiosidad en saberlo. Así que hoy estaba totalmente dispuesto a interrogar a Mika para sonsacarle cualquier información que satisfaga su inquietud, porque apesar de que eran amigos, no podía olvidar lo que era el rubio. No porque no confiara en él, sino que tenía miedo de que ocurriera algo similar a lo que pasó cuando casi le extrangulaba por su sed de sangre. Sabía que no se podía resistir y que lo hacía inconscientemente, pero no quería arriesgarse.
Una vez en casa de Mikaela, ahora que tenían más confianza, decidió comenzar el interrogatorio. Pero antes de que pudiera hablar el rubio dijo entusiasmado:
— ¡Yuu-Chan!, He hecho unos sedantes para controlarme por si puedo atacarte otra vez.— Mika parecía muy orgulloso y feliz.
— ¿Lo has hecho tú?— Preguntó sorprendido mientras veía una jeringuilla que contenía un líquido amarillo.
—Sí, mi abuela era científica y me dejó un libro con varios descubrimientos suyos.
Yuu se sorprendió, Mika estaba esforzándose para que no le tuviera miedo y pudiera estar a su lado. Seguramente aún le había visto algo inseguro en su casa y quiso que se sintiera más cómodo. Al azabache le pareció muy considerado, Mika a veces se comportaba de una forma adorable sin saberlo.
— ¿No crees que estás exagerando? ¿No puedes controlarte tu solo?— Aunque Yuuichiro ya lo comprobó pero quería que Mikaela le explicara más cosas acerca de los vampiros.
— Siempre es mejor prevenir. Y sí, para los vampiros es demasiado difícil controlarnos con la sangre. Ya lo viste cuando nos conocimos.— Explicó el rubio.— Para nosotros es algo vital y tiene algo a lo que no podemos resistirnos.
— Entonces, ¿Cómo te alimentas tú Mika? ¿De dónde sacas la sangre?— Preguntó aprovechando la oportunidad. Esta pregunta le carcomía a Yuu desde hace tiempo.
— Bueno...a veces voy al hospital y cojo algunas bolsas.— Dijo avergonzado mientras guardaba en una bolsa de cuero el sedante.
Eso Yuu no se lo esperaba, era ingenioso.
— Aunque no me gusta, las bolsas están demasiado calientes y sabe muy amarga. No es lo mismo que beber directamente del cuello.— Continuó Mika.
—¿Nadie se da cuenta de que falta sangre?
— No creo, además yo cojo pocas bolsas, sino sería muy descarado. Hablando de eso, creo que ya tengo que ir, se me acabaron hace cuatro días.
— Entonces bebes muy poco supongo.— Concluyó.
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Encerrado. {MikaYuu}
FanfictionYuuichiro se cuela en la casa de su vecino y descubre que no tiene un vecino común. {Mikayuu}