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-¡Guren! ¿Se puede saber por que Yuu no ha llegado todavía?- Dijo enfado por la ignorancia de su esposo ante el tema y preocupado por su hijo.
-Tranquilo Shinya, seguro que ya esta de vuelta, se habrá quedado a cenar-Dijo sentado en el sillón mientras veía la tele. Aun que en el fondo no se fiaba del rubio, desde que vino a su casa no le dio buena espina. Parecía ocultar algo con solo mirarlo a los ojos.
Mientras tanto en casa de Mikaela...
-Parece que ya se te ha pasado el efecto del sedante.- Dijo el azabache feliz al ver que el vampiro tenía más movilidad.
-Si, gracias por estar aquí conmigo, ya es tarde... tus padres deben estar preocupados- Los dos aún seguían tumbados juntos en la cama, muy cerca el uno del otro. No les molestaba la cercanía entre ambos, de hecho, Mikaela no quería que Yuu se fuera pero tampoco quería causarle problemas.
-No es nada, voy a llamarlos para decirles que me quedo a cenar.
-Vale-Contestó feliz.
Yuu se incorporó y sacó el móvil.
-¡YUUU! Por fin... Estaba preocupado, normalmente sueles volver a las ocho y media, y ya son cerca de las diez...- Al teléfono estaba Shinya, quien había corrido como un loco para cogerlo.
-Si... lo siento, me voy a quedar a cenar y probablemente a dormir.- Dijo mientras miraba a Mika, que también escuchaba la conversación, y contento de que Yuu pasara la noche con él.-¿Papá? ¿Estas ahí?
-Bakayuu por favor, no le des esos sustos a tu padre. Me parece mal que te quedes a dormir pero recuerda lo que hablamos...- Shinya tuvo que pasarle el teléfono a Guren por la emoción como MikaYuu shipper que es.
-Si, ya lo se papá... bueno adiós.- colgó.
Mikaela pensó que estaría bien ir a comer a otro sitio en lugar de su casa. Se lo dijo a Yuu y aceptó emocionado. Fue gracioso ayudar a buscar ropa adecuada, ya que Mika solo tenía ropa antigua, algún día irán a comprarle ropa moderna. Yuuichiro podría apostar que estaría guapísimo.
Así que se fueron los dos caminando a cenar al centro de la ciudad, el rubio miraba curioso todas las tiendas y los bares, Yuu solo podía pensar que quería que todos los días de su existencia fueran así... paseando con Mikaela en la noche rodeados de las cálidas luces callejeras. Solo faltaba un detalle; Quería coger de la mano a Mika y eso hizo. Los dos se sonrojaron ante el acto, que el vampiro aceptó encantado.
Yuu en su interior estaba dando saltos de felicidad, Mikaela le había correspondido... ¿Debería decirle ya sus sentimientos? ¿O era demasiado pronto?
No sabía si Mika había salido con alguien alguna vez, pero sospechaba que no. A él le había gustado gente pero nunca llegó a enamorarse. Decidió no preocuparse por eso, ahora debía disfrutar del momento. Ya que, quién sabe, quizás no sé vuelve a repetir.
