Pillado

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Al día siguiente, Yuu salió de casa de Mika con una radiante sonrisa, nada de lo que ocurriera podría estropearle ese día. Habían tenido una "cita" y habían dormido los dos abrazados... Le encantaba recordarlo.

Ahora seguramente sus padres le harán preguntas subidas de tono por haber pasado la noche en casa del rubio, pero no le importaba.

Yuu ya no tenía ninguna duda de estaba enamorado de Mika, había pensado en confesar su amor lo antes posible pero no quería meter la pata, quizás Mika no le quería como novio. Era muy pronto.
Ahora que lo pensaba, aún no se podía creer que se hubiera enamorado de un vampiro, el sólo pensarlo la daba un escalofrío, pero luego pensaba que era Mika y se le pasaba.

Quizás se enamoró de él por lo desconocido.

El vampiro pudo controlarse la última vez que le vio, además, Yuuichiro sabe que el rubio es incapaz de hacerle daño.

Cuando estaba sacando las llaves para entrar en su casa, su vecina de al lado le habló desde su jardín.

—¿Cómo estás? Hace tiempo que no hablamos.

—Muy bien.

—¿Ya has averiguado quién vive en la casa de enfrente tuya? Te he visto salir de allí varias veces.

—Eeeh, sí, es un vecino normal y corriente.— contestó a la señora.

—Aaah, bueno, a ver si algún día le veo.— Sonrió mientras se despedía.

Entró en su casa y vio a sus padres preparando el almuerzo.

—Bakayuu, por fin has vuelto.

—Te hemos echado mucho de menos.

—Bueno, tampoco exageres.— Dijo Guren.

Se sentaron a la mesa y comenzaron a comer cuando Shinya habló:

—Yuu dile a Mika que venga a cenar hoy, queremos conocerle más a fondo para ver si es bueno para ti.

—Vale, se lo diré, aunque no estamos saliendo.

—Tranquilo, todo a su ritmo. ¿Qué le gusta comer? No queremos cocinar algo que no quiera.— digo Shinya preocupado.

A Guren no le terminaba de convencer ese tal Mikaela, le veía algo raro, tendría que conocerlo más a fondo para ver si era buena persona para su hijo.

— No sé, haz lo que quieras él come de todo.

Mientras tanto Mika estaba en su laboratorio intentando crear nuevas pociones con el libro de su abuela.
Apenas se fue y ya estaba pensando en Yuu-Chan. Cada vez que pensaba en él se sentía raro, se ponía nervioso y a la vez muy feliz.

Yuu le hacía sentir humano.

Y a Mika le encantaba eso.

Ayer cuando fue por la calle se sintió como una persona normal paseando, sin el miedo a que la gente descubra que es un monstruo. Quería sentirse así siempre.

La vida da muchas vueltas, y pensar que cuando conoció a Yuu-Chan quería matarlo... Ahora sólo pensar en beber su sangre le hacía sentir mal.

Por lo que le contaba Yuu-Chan del mundo exterior, los amigos no se tomaban de la mano, no sentían la necesidad de besarse o estar todo el rato juntos. Por lo que Mika dedujo que lo que sentía por Yuuichiro no era amistad, era amor.

¿Quería a Yuu-Chan como pareja? Tan sólo hacerse esa pregunta le llenaba de adrenalina y a la vez le hacía sentir mal.
¿Y si Yuu-Chan no le quería de esa forma? No podía arriesgarse a estar incómodos o a perder la valiosa y única amistad que tenía.

Encerrado. {MikaYuu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora