Relatos de un profesor con discapacidad

Capítulo 3: Primer día de clases (II)

Silencio. Nadie dice nada. ¿Hice lo correcto?; ¿Debí contarles sobre mi discapacidad?; Siento miradas y escucho sus juicios en mi cabeza. ¿Esos son murmullos? ¿Por qué?

***

¿Cómo logró ser profesor?; ¿Por qué decidió serlo?; ¿Por qué no se dedicó a otra cosa?; ¿No debería haberlo pensado mejor antes de decidir dedicarse a la enseñanza?; ¿Cómo hará sus clases?; ¿Qué pasa si no le entendemos lo que nos explique? ...

***

La clase debía continuar.

- ¿Alguien sabe lo que es la discapacidad?

- ¡Si! - respondió una niña con una alegría visible al ser la única que al parecer conocía la respuesta.

- La discapacidad es como una enfermedad - respondió alegremente.

- ¿Me podrías explicar más respecto a eso?

- Es como una enfermedad que afecta a algunas personas, como por ejemplo los ciegos, sordos o quien utilizan una silla de ruedas - respondió enfática y convencida de que tenía razón.

- ¡Muy bien! - respondí.

- ¿Alguien quiere decir algo más al respecto?

- (Silencio)...

***

- Bueno, les comento esto porque yo soy una persona con discapacidad.

- (Silencio).

- Durante toda mi vida he intentado ocultarlo y negarlo. He tenido que soportar todo tipo de burlas y descalificaciones, miradas complacientes y actitudes que me han hecho ocultarme de los demás. Pero se los comento porque de seguro ya se percataron de la situación y deben tener miles de preguntas en su cabeza.

- (Silencio).

- Espero que esta situación les permita conocerme tal como soy, con mis virtudes y defectos. Tengo la convicción que cada uno de los que está aquí tiene sus propios problemas, y muchas veces éstos se transforman en verdaderos obstáculos en su vida. Quizás durante mucho tiempo se han visto frustrados ante distintas situaciones, y lo más probable es que ese sentimiento les acompañe toda su vida. Sin embargo, es importante que sepan que independiente de todos los problemas que tengan, siempre es posible alcanzar sus sueños.

- (Silencio).