Capítulo 2: Infancia y familia

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Nunca es fácil recordar vivencias y emociones experimentadas durante los primeros años de vida, principalmente porque cuesta mucho recordar aquellos acontecimientos. Sin embargo, cuando nos proponemos darnos el tiempo para realizar ejercicios tan simples como ver fotografías y/o conversar con nuestros padres, es posible conseguir gradualmente recordar algunos sucesos experimentados en nuestra niñez.

Mi familia se compone de cuatro integrantes: mis padres, mi hermano mayor y yo. En general, tuve una infancia feliz. La relación con mi hermano fue como la todos los hermanos: algunas discusiones por motivos insignificantes, pero siempre fuimos muy unidos. Con mis padres, el panorama fue bastante irregular. La relación con mi padre fue muy cercana y afectuosa, ya que con él era con quien jugaba y con quien pasaba gran parte del tiempo libre. Recuerdo gratamente cuando veíamos dibujos animados o compartíamos risas mientras jugábamos fútbol, a la lucha libre o a cualquier cosa que nos divirtiera. Es por esto que los mejores recuerdos de mi infancia los tengo con él. Con mi madre, la relación fue tensa y frágil, ya que desde su rol de madre siempre encontrábamos motivos cotidianos para discutir (el desorden de mi pieza, mi higiene personal, la importancia del estudio, etc.)

En general, no tuve amigos. Con mi hermano jugábamos con unas vecinas, pero nada duradero en el tiempo. Mi primera etapa de socialización se remonta al jardín infantil. Mi experiencia ahí fue la de cualquier niño, por lo que no recuerdo ningún acontecimiento en particular que me haya afectado emocionalmente. Participaba en presentaciones artísticas y me sentía muy a gusto con las educadoras y mis compañeros. A pesar de los buenos recuerdos que poseo, no mantengo relación con nadie de esa época.

Lo único que recuerdo con claridad es que mi discapacidad no significaba nada especial para mí. Puedo decir enfáticamente que fui un niño feliz. Mi discapacidad jamás significó un obstáculo en mi infancia, por lo que recuerdo no haberme sentido jamás diferente a los demás niños.

Relatos de un profesor con discapacidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora