Capítulo 7: Primer día de clases (IV)

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Me sentía muy tranquilo. Estaba sobrellevando muy bien la primera mitad de la clase y había logrado mantener lejos el fantasma de mi discapacidad. Sin dudas, los problemas derivados de ésta no se habían convertido en un obstáculo para mí y los niños. Al menos por ahora...

Sin embargo, aún faltaban más de 45 minutos de clase.

***

- Ahora que ya sabemos qué es la historia y para qué sirve, sería importante que me contaran que esperan aprender durante el año y cuáles son sus expectativas respecto a las metodologías de aprendizaje – interrogué a los niños para mantener su concentración y participación.

- ¡A mi gustaría pasarla bien! – sostuvo muy alegre Ernesto, quien con su sonrisa y entusiasmo contagió inmediatamente a toda la clase.

- ¡Sí!, una clase entretenida y que utilice la tecnología sería ideal – agregó Sofía mientras buscaba la aprobación y el apoyo de sus compañeros y compañeras.

- ¿Me puedes explicar cómo se podría utilizar la tecnología en la sala de clases? – le pregunté con mucho interés de conocer su respuesta.

- Constantemente los profesores nos regañan por utilizar el celular en clases, pero parece que son ellos los que no logran incluir la tecnología en sus prácticas pedagógicas – agregó Sofía, mientras transformaba paulatinamente su alegría a una expresión que denotaba frustración y molestia.

- ¡Sí!, a mí en casa con mis padres me pasa lo mismo que a Sofía – interrumpió Alberto.

- ¿Qué pasa en tu casa? – añadí.

- Mis padres constantemente me regañan porque según ellos utilizo mucho el celular, pero todos mis amigos están ahí...

- ¿Ahí donde? – interrumpí.

- ¡En internet! Instagram, Facebook, WhatsApp y las distintas plataformas en que nos comunicamos – sostuvo enfáticamente Alberto.

- Entonces, ¿les gustaría que las clases fueran virtuales? – pregunté alzando ambos manos para ampliar el dialogo con Alberto al resto del curso.

- ¡No! gritó la mayoría de los niños y niñas.

- Usted tampoco entiende profesor... - sostuvo Catalina.

- ¿Qué es lo que no entiendo? – respondí.

- A nosotros nos encanta estar en la escuela y compartir con nuestros compañeros y compañeras, pero nos gustaría que los profesores incluyeran la tecnología en sus metodologías de enseñanza – afirmó decida Catalina.

- ¿Podrías dar algún ejemplo? – añadí.

- Por ejemplo, personalmente me gustaría utilizar el celular para buscar información relevante en el transcurso de la clase. Quizás también para comunicarnos con otra persona que pueda entregar algún testimonio importante sobre los temas que estemos trabajando en la clase – sostuvo Catalina.

- ¡Podríamos llamar a alguno de nuestros abuelitos y preguntarles directamente como fue su infancia! – agregó un entusiasta Ernesto.

- ¡Si! – respondieron enfáticamente la mayoría de los niños y niñas de la clase.

- Me parece perfecta su idea sobre la tecnología y su importancia en el aprendizaje dentro de la sala de clases. Intentaré esforzarme y trabajar en eso durante este año, pero recordemos que lo más importante es su esfuerzo y motivación hacia el aprendizaje. El secreto en la escuela es el amor hacia el aprendizaje... y para lograr eso en ustedes el profesor cumple un rol fundamental.

Relatos de un profesor con discapacidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora