Hermione no pudo dormir esa noche. Estaba demasiado nerviosa por lo que había pasado. Así que antes que nadie bajó al Gran Comedor a desayunar. Empezó a mirar el horario y vio que ese año también había clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. La intrigó saber quien la daría. Después de un rato, todos los alumnos fueron bajando también a desayunar. Harry y Ron bostezaban ruidosamente. Se fijaron en el horario.
-Mira Harry, tendremos clases de Defensa Contra las Artes Oscuras. Nos toca la primera clase. Puag, junto a Slytherin...-dijo Ron con desagrado.
-¿Quién será el nuevo profesor?
-Pronto lo veremos.-les explicó Hermione-Tendrá que bajar a desayunar.
Sus miradas se dirigieron a la mesa de los profesores. Faltaba Dumbledore y una silla a su lado. Todos los demás profesores ya estaban allí. Al momento, Dumbledore llegó a la mesa seguido de una persona. Era una hermosa chica que lucía una túnica rosa pálido. Era morena y de ojos marrones verdosos. Su pelo era muy largo y liso, lo llevaba suelto y desprendía reflejos rojos. Todos los alumnos miraban embobados la situación. Dumbledore se levantó y habló:
-Las clases comienzan hoy y tengo el honor de anunciaros que este año seguirán las Clases de Defensa Contra las Artes Oscuras. Hemos encontrado un nuevo profesor que ha aceptado encantado. O bueno, debería decir encantada. Os presentó a mi nieta, Laura Ctesias.
La chica se levantó muy sonriente y todos aplaudían.
-Harry, es muy guapa.-susurró Ron a su amigo.
-Si.
Hermione puso los ojos en blanco. “Siempre igual”, pensó.
Las clases iban a comenzar en cinco minutos, así que se dirigieron al aula de DCAO. Allí los de Slytherin ya se habían sentado. Hermione tuvo que sentarse en una mesa, al lado de la mesa de Draco y eso la incomodaba, aunque no sabía por que. Se sentó con Susan Bones. Harry y Ron estaban detrás de ellas.
A la hora prevista, la chica que estaba en la mesa con Dumbledore entró en el aula. Era más guapa de cerca.
-Buenos días chicos.-dijo dulcemente.
-Buenos días profesora Ctesias.-dijeron todos a la vez.
-¡Oh!, llamadme Laura. No soy tan mayor.-dijo sonriendo.-Muy bien, yo os daré esta clase. Espero que os agrade porque empezaremos estudiando mi criatura favorita. Los unicornios.
Hubo un silencio roto por Hermione.
-Los estudiamos hace unos años con Hagrid, ¿no se supone que deberían estudiarse en las clases de Cuidado de las Criaturas Mágicas?
-Buena observación Hermione, gracias.-Hermione sonrió un poco avergonzada.-Pues tienes razón, pero no solo se estudian ahí. Los unicornios están muy relacionados también con las artes oscuras. Decidme que os explicó.
-Los potros son dorados y sin cuerno. Cuando crecen son de un blanco puro y tienen cuerno.
-Excelente, Hermione. 5 puntos para Gryffindor.
-Yo solo se que fue una clase muy aburrida, los chicos no podemos acercarnos. Solo pueden las chicas.-dijo Draco.
-Si, es cierto Draco.-le sonrió y el puso mala cara.-5 puntos para Slytherin.
-Su sangre, su cuerno y su pelo tienen unos poderes increíbles.-dijo Harry.
-Eso es. 5 puntos para Gryffindor.
-¿Veremos este año a alguno, profesora?-preguntó Lavender.
-Si, si queréis.
-Pero, los unicornios son muy rápidos.-dijo Hermione.
-Bueno, no tengo que cazarlo. Yo poseo uno.
La clase se quedó en silencio, esperando a saber más.
-Cuéntenos, por favor-pidió Parvati.
-Está bien. Yo era muy pequeña y mi abuelo, Albus, me trajo a Hogwarts unos días. Yo era muy traviesa, así que no hice caso de las indicaciones de mi abuelo y entré a jugar al Bosque Prohibido. Al principio todo iba muy bien, pero algo me atacó. Hoy en día no sabemos que fue, pero me dejó muy grave. Mi abuelo no me encontraría a tiempo. De repente, un unicornio dorado se acercó a mí y bebí de su sangre.
-Pero profesora, si bebes la sangre de un animal tan puro, tendrás una vida maldita.-dijo Harry. Al ver que le miraban sorprendidos explicó.-Un centauro me lo explicó. Es lo que hizo Voldemort.
-Si, Harry, pero fue el unicornio el que me ofreció su sangre. El unicornio hizo que no muriese. Desde entonces me pertenece.
-Eso es genial. Debe ser precioso, un pequeño unicornio.-dijo Parvati.
-No, Parvati, ahora ya es un unicornio adulto.
-¿Podremos verlo?-dijo Lavender.
-Si, vamos.
Salieron de la clase y se dirigieron hacía el Bosque Prohibido. Allí la profesora Laura hizo un sonido melodioso y al rato, un hermoso unicornio blanco apareció. Eso arrancó suspiros en las chicas.
-Hermione, ¿por qué no te acercas a acariciarle?-preguntó Laura.
Hermione asintió tímidamente y se acercó lentamente. Consiguió acariciarlo, pero el unicornio se agitó nervioso un poco.
-Muy bien, Hermione, no te preocupes. Lo que ha pasado es que los unicornios pueden saber los sentimientos de las personas y parece ser que a ti te pasa algo.-Hermione enrojeció un poco.-La clase ha terminado por hoy. Tu Hermione quédate un momento.
-Si...
Todos se fueron y mientras hablaban las dos, caminaban hacia el castillo también.
-No es por meterme en tu vida, pero al igual que mi unicornio, yo también sentí que te ocurría algo. Si necesitas hablar, no dudes en contar conmigo. Después de todo, no soy muy mayor, solo tengo dos años mas que tu y puedo ser útil.
-Gracias profesora.
Se despidió pensando en lo increíble que era esa chica. Parecía muy especial, aunque no sabía si hablaría con ella, le daba mucho corte hablar de sus intimidades, sin conocerla, pero, Hermione no tenía amigas de confianza, solo a Ron y a Harry, que aunque puede contar con ellos, son chicos y no puede hablar de “cosas de chicas” con ellos, pues no lo entenderían. Solo sabía que tenía un lío increíble en la cabeza y un nudo en el estomago y era por...Draco.
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Prometidos
FanfictionHermione encuentra un álbum de fotos en las que sale de pequeña acompañada de un niño rubio que no conoce...y ocurrirán cosas que ni ellas misma se espera.