Al principio comían tímidamente, mirándose y soltando pequeñas risotadas. El postre era una tarta de nata y Draco para hacer la gracia, le manchó la nariz a Hermione con ella. Ella se lo devolvió. Al final, la tarta estaba por toda la cara menos en sus estómagos. Cuando acabaron de reírse, bajaron tímidamente la mirada. Estaban pasándoselo bien, a pesar de todo y era extraño.
-Por cierto, tu regalo está en la habitación.
-No tenías que haberme comprado nada. Después de cómo me comporto.
-Haré lo que quiera.-le sonrió.
-Voy a por ello.-Draco se levantó y volvió con el paquete, no lo había abierto aun.
-Vamos ábrelo.
Cuando Draco vio la esclava, la miró sorprendido.
-Guau, es preciosa.
-Esta en blanco para que graves lo que quieras en ella.
-Muchas gracias.
Se quedaron callados. A Draco le pasaba algo. Tenía unas ganas increíbles de confesarla lo que empezaba a sentir, a ver si ella le podía dar una respuesta.
-Esto...voy a bañarme.-dijo Hermione.
-Si bueno.
Draco se quedó pensativo cuando Hermione se fue. Estuvo tenso todo el tiempo que Hermione estuvo en el baño. Cuando oyó la puerta se levantó del sofá. Tenía que decírselo. Se acercó a ella y prefirió no haberlo hecho. Hermione tenía el pelo mojado suelto, y llevaba un albornoz. Estaba muy sexy. Hermione le miraba extrañada.
-¿Te ocurre algo?
-Es que...-no le salían las palabras.
-¡Ay! Me he dejado mi ropa en el baño.
Hermione entró y Draco la siguió. La chica no se dio cuenta hasta que se dio la vuelta y le vio. Empezaba a sentirse muy nerviosa.
-Hermione yo...-la agarró de los brazos.
-Toma esto.-le llenó de espuma la cara. Hermione sonreía como una niña pequeña.-Que gracioso te ves.
-¿A si?, ya veras...
Draco comenzó a correr detrás de Hermione por el amplio baño, mientras la chica daba grititos cuando casi la cogía. Draco reía mientras la mojaba. Pusieron todo perdido de agua.
-No me pillaras.-le sacó la lengua.
-Vooooyyy.
Hermione corría alrededor de la piscina intentando no resbalarse. Casi tropieza algunas veces. Hasta que una de las veces, resbaló y antes de caer al agua, Draco la agarró del brazo y la estrechó contra el. Inmediatamente Hermione se ruborizó. Podía oír el corazón acelerado de Draco. El tenía una mano en la cabeza y otra sujetándola del brazo.
-Gra-gracias, casi me caigo.
-De nada
Hermione miró hacía arriba y se encontró con esos ojos azules grisáceos, que antes cuando la miraban era fríos, pero ahora desprendía pasión.
-Nunca te había oído reírte así.
-Estaba divirtiéndome de verdad.
-Ah...
-Oye....yo...
Hermione no sabía si quería escuchar el final de la frase. Intentó moverse y perdió el equilibrio, por lo que los dos cayeron a la gran bañera, que parecía una piscina. Hermione notaba el peso de Draco encima de ella. Intentó nadar y salir de debajo de el. Draco vio que Hermione subía a la superficie y supo que ese era el momento. De todo lo que había dudado, estaba seguro ahora, aunque no sabía si iba ha hacer bien. La enganchó del brazo y tiró de ella hacía abajo hasta ponerla en frente suya. Hermione le miraba con los ojos muy abiertos. Draco la veía hermosa, con su pelo flotando. La abrazó y posó sus labios en los de ella. Hermione se asustó ante aquella reacción y quiso separarse, pero enseguida se dejó llevar por el suave beso que la estaba dando Draco debajo del agua. Salieron los dos a la superficie, sin aliento.
-Perdona, yo...
-No, perdóname a mí...
-Yo he sido el que te ha besado...
-Pero yo no me he negado, ¿no?-dijo cortante Hermione.
Draco nadó hacía ella y se fundieron en un beso muy romántico y apasionado. Abrazados, se sentía en el paraíso.
-No se por que, pero desde hace mucho no te puedo quitar de mi cabeza. Tenía dudas, por nuestra relación de antes...-se sinceró Draco.
-A mi me pasaba lo mismo.
-Esto es muy raro.
-Si, pero me gusta.-le besó esta vez ella a el.
Después de estar un buen rato en la piscina, salieron y cada uno se fue a dormir. Sin dudas, pero mas nerviosos que nunca. No sabían como, pero habían pasado de odiarse a quererse. Quizás fuese el destino, pero si se habían llevado bien de pequeños, ¿por qué ahora no? Ni siquiera sabían por que se odiaban. Cuando los niños y las niñas son pequeños, y se gustan, se nota porque se llevan mal. Eso podría ser una solución. Hermione solo esperaba no haberse enamorado de el, porque estaban obligados a casarse. Después de todo, les habían obligado a estar mucho tiempo juntos. Y como se dice, el roce hace el cariño. A pesar de todo, sonreía echada en la cama. Se acordó del beso y se avergonzó, por lo que tuvo que taparse la cara con la sabana mientras hacía ruiditos de risa y de vergüenza.
Pensó que era hora de llenar su álbum de fotos. Al día siguiente, haría fotos a las personas que mas quería, después de todo era Domingo y lo tenían libre. Así que bajó muy contenta esa mañana. Draco salía por la puerta.
-¡Espera!
-¿Qué?
-Mira.-le enseñó la cámara.-déjame hacerte una foto y luego los dos juntos.-puso cara de angelito.
-Esto...vale.
Se colocó con las manos en los bolsillos y muy sonriente. Hermione no pudo evitar sonreír. Le hizo la foto que instantáneamente salió de la cámara. Estaba en movimiento. Draco se escondía tímidamente y luego sonreía. Hermione se acercó y estirando la mano, se juntó a Draco. Se hicieron la foto. Se sorprendió al verla. Los dos sonreían y de repente se besaban. Se sonrojó al verla. Draco la agarró de la cintura y la dio un beso como estaban haciendo en la foto. Después se fue. Hermione estaba atontada.
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Prometidos
FanfictionHermione encuentra un álbum de fotos en las que sale de pequeña acompañada de un niño rubio que no conoce...y ocurrirán cosas que ni ellas misma se espera.