Capitulo 14

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Cuando Hermione despertó, se encontró atada a unas cadenas que salían de la pared. La dolían las manos de tenerlos estirados hacía arriba. También tenía el cuerpo magullado. Estaba de rodillas. Seguramente Grindelwald no la había tratado con delicadeza cuando la trajo a esa torre inmunda. No se había dado cuenta del peligro que corría hasta ese momento, por lo que se puso a llorar. Oyó una puerta. Veía borroso a causa de las lágrimas de sus ojos, pero pudo reconocer a Grindelwald.
-No llores muchacha. Dime tu nombre.
-¿Para que?
-Poder hablar contigo llamándote por tu nombre.
-No te lo diré.
-Tu verás.-la apuntó con la varita.- Cruciatus.
Hermione sintió un inmenso dolor por todo el cuerpo. Gritaba, pero no se oía a si misma. Era insoportable. De repente cesó todo. Abrió los ojos y veía borroso. Además no podía tener la cabeza levantada mucho tiempo.
-Dímelo. Si no...
-Es Her...mio...ne-dijo lentamente, la costaba hablar.
-Muy bien, Hermione. He venido para contarte mis planes. Creo que mereces saberlos.... ¿Sabes que haré contigo?
-No...
-Te casaras conmigo. Jamás conocí a una muchacha de tanta belleza.
-¡No!
-¿Cómo dices?-estaba enfadándose.
-No me casaré contigo, alimaña asquerosa.
-¿Por qué?
-Porque yo ya estoy prometida y aunque no lo estuviera, jamás me casaría con una rata de cloaca.
-Cállate insolente.-la pegó un revés que hizo que Hermione sintiera el sabor de la sangre en la boca.- Me obedecerás. Nadie sabe donde estamos y si te encuentran, para entonces serás mía...- la miraba deseoso.
-Nunca, amo a otra persona.
-Pobrecita, que pena me das. ¿Crees que te quiere?
Hermione tardó en contestar. ¿Se refería a Draco? ¿Y como el sabía eso?
-¿A que te refieres?
-Entra.
Lo dijo mirando hacía la puerta. Allí había una persona que Hermione no reconocía, todavía veía borroso. Cuando llegó a la altura de Grindelwald le vio. Era Draco. Andaba raramente. 
-Draco...-dijo Hermione sin aliento.- ¿qué...?
-Si, el es mi ayudante. No te lo esperabas, ¿eh?
-Draco, ayúdame...
-Cállate. Como ves no te ama y ha decidido ayudarme en mi plan por el bien de su familia.
Hermione miraba la expresión de Draco. Parecía vacía. Ella se sentía morir.
-No, por favor...
-Bueno, mañana vendré con alguien para que te preparen para la boda. Duerme bien.
Salieron de la habitación dejando a Hermione muy triste y asustada. ¿Por qué Draco hacía eso? Ni si quiera la había mirado, después de todo... No sabía si quería pegarle o abrazarle. Necesitaba ayuda, mañana la obligarían a casarse con ese asqueroso gusano. No quería...Hermione perdió el conocimiento.
* * * * *
Todos en el castillo de Hogwarts estaban muy preocupados por la desaparición de Hermione y de Draco. Además Laura no se recuperaba. Dumbledore se sentía culpable y decidió emprender una búsqueda. Harry y Ron les habían contado todo lo sucedido hasta su desmayo. Tenían alguna pista pues estaban algo aturdido cuando se llevó a Hermione. Sabían que debían buscar su castillo y Dumbledore sabía que era el del abuelo de Grindelwald. En la búsqueda le acompañaron Harry y Ron. Ellos se habían enfrentado otras veces a grandes peligros y sabían que eran muy competentes.
* * * * *
Cuando despertó seguía atada, pero llevaba un traje blanco de novia muy sencillo. La habían bañado y peinado su cabellera. Oyó la puerta otra vez y al ver a un hombre sus peores temores se confirmaron.
-Imperius.
Hermione dejó de pensar. Era más fácil que la dijese lo que tenía que hacer ese hombre. La desencadenó y le siguió como la había ordenado. Llegó a una sala con una gran alfombre roja. Al final de ella estaba el novio y Draco. La música comenzó a sonar y ella empezó a caminar. Cuando llegó al lado de Grindelwald, no se sentía muy feliz ya. Empezaba a volver a pensar con claridad al ver a la persona que estaba su lado. Sabía que algo iba mal. Se paró.
-¡No me casaré contigo!-chilló tirando el ramo de novia hacía un lado.
-¡¡No!! ¡cruciatus!
Hermione volvió a sentir ese dolor insoportable. Gritaba el nombre de Draco, aunque sabía que no valía la pena. Al final cayó al suelo rendida.
-No...
-Ilusa. Tendré que hacerlo por las malas. Te tomaré y así tendrás que casarte conmigo, porque te dejaré embarazada. No podrás negarte...
Se acercó a ella con malas intenciones y una cara de loco que asustaba. Hermione intentaba librarse de el.
-Por favor...no...
-Desmaius...
Hermione se desmayó oyendo su risa macabra. Estaba todo perdido. Aunque un rayo de esperanza quedaba. En ese mismo instante, Dumbledore, Harry y Ron entraron en la sala, estropeando los planes de Grindelwald.
-¡¡Maldito, suelta a esa chica!!.-rugió Dumbledore muy enfadado.-¡Expelliarmus!
La varita de Grindelwald salió volando por los aires. De repente Draco se movió apuntando con su varita a Hermione.
-Gracias vasallo. Como veis si hacéis algo, la chica morirá. Dumbledore, eres un tonto. Yo no me dejaré derrotar por ti, como mi abuelo.
-Todo esto te va a costar toda la vida en Azkaban.
Miró a ambos chicos y con una señal que no vio Grindelwald atacaron. Dumbledore lanzó el hechizo expelliarmus contra Draco y luego desmaius. Quedó fuera de combate mientras Harry y Ron lanzaban los dos juntos desmaius contra Grindelwald para que surtiese efecto. También quedó fuera de combate. Todo había acabado. Corrieron a socorrer a Hermione y a encadenar a Draco y a Grindelwald.
-Espera, no encadenes a Draco.-dijo Dumbledore a Ron.- Harry buscaremos el unicornio por el castillo antes de irnos.

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