Prometidos

Capitulo 16

Durante las siguientes semanas, Hermione y Draco no se habían visto, ya que tenían muchísimos deberes y además tenían que estudiar, los exámenes se aproximaban. Un día estaban en Clase de Cuidado de las Criaturas Mágicas, en la que compartían clase Gryffindor y Slytherin. Empezaba ha hacer lago de calor, porque se acercaba la primavera. Hermione llevaba varios días sin dormir, no tenía tiempo suficiente para estudiar. A pesar de eso, lo intentaba, porque siempre la venía a la mente Draco.
-¡Hermione!-la llamó Hagrid.-Estamos en clase, ¿Qué te ocurre?, te veo ausente.
-No-no me pasa nada.-tartamudeó.
-Bueno, decía que...
Que vergüenza la había hecho pasar, pero era verdad, sin darse cuenta no estaba atendiendo. Cruzó una mirada con Draco. ¿Por qué tenía que estar mirándola? Encima se había enterado de que no estaba atendiendo y pensaría que era por el.
Sentía muchos calores. Las manos se la habían dormido. Además de no dormir por los nervios, era por otra cosa. Tenía algunas dudas. Levantó la vista de las criaturas que explicaba Hagrid, que no sabía que eran, no se estaba enterando. Veía borroso. La cabeza la daba vueltas. Se mareó un poco, pero se agarró a Harry.
-¿Te encuentras bien?
Pero las fuerzas la fallaron y Hermione perdió el conocimiento y dio con la cabeza en el suelo de hierba. Cuando despertó estaba boca arriba y todos la rodeaban. Sentía un sudor frió por el cuerpo. Harry la abanicaba.
-Hermione, ¿te sientes mejor?-preguntó Hagrid preocupado.
-Si...
-Debes ir a la enfermería. Harry acompáñala.
-Si.
-No, iré yo.-Draco le cortó.
-No Malfoy, voy yo.
Cogió a Hermione en brazos y se fue con paso decidido. Harry pensaba como Draco se atrevía a hacer eso. Draco miraba preocupado como se alejaban. Hermione no se dio cuenta de ello, estaba aturdida. Llegaron a al enfermería y Harry volvió a clase cuando llegó Laura para hablar con Hermione.
-¿Qué te ha ocurrido?
-Me desmayé, una bajada de tensión.
-Estas estudiando demasiado y haciendo muchos deberes. ¿Duermes bien?
-Bueno...yo...
-No duermes por el stress. Tranquilízate, descansa, come bien y duerme. No te pidas más de lo que no puedes hacer.
-No, no es eso.
-Es por Draco.
-Mas o menos.-no podía ocultarla nada.-Es que hay una cosa me no me deja dormir muy bien, estoy muy preocupada.
-Cuéntamela.- se sentó al borde de la cama.
-Me da mucha vergüenza...he sido una tonta...me lo merezco...
-Hermione, confía en mí. 
-Es que...no puedo...yo...ay...-comenzó a llorar.
-Dime, te escucho.
-Pues, Draco y yo, bueno, parece ser que nos gustamos...y bueno...desde hace unos días no me viene la...-la palabra final la dijo muy bajito en un suspiro.
-La menstruación dices.
-Si...
-Vaya, bueno, que no cunda el pánico. Pensemos en positivo. Quizás no te venga porque cuando estas estresada se producen irregularidades. Y si encima no haces nada más que preocuparte y pensar en ello, peor. De todos modos para sacarnos de dudas, cuando acabes los exámenes, te haré un test de embarazo. Cuando estés más tranquila.
-Gracias...
-¿Qué piensas hacer si lo estas? ¿Lo sabe Draco?-dijo muy seria.
-No lo se...no lo sabe...supongo que no se lo diré.
-¿Por qué? El es el padre, debe hacer caso a sus responsabilidades.
-Pero...el otro día me rechazó...-lloraba otra vez.
-Llora si te sientes mejor.-la puso la mano en el hombro.-Yo te ayudaré en todo. Eres joven, pero estos errores a veces se cometen. No te regañaré porque te veo muy abatida. 
-Gracias por todo lo que haces por mí...
-De nada, me voy, te dejo descansar.
Se fue dejando a Hermione algo mas relajada, porque la había contado lo que la quitaba el sueño y eso era quitarse un peso de encima, ella la ayudaría. Aunque sabía que había hecho algo que estaba mal. Cuando salió de la enfermería, Draco intento abordarla unas cuantas veces para hablar con ella, pero Hermione le había dicho a Harry que no quería verle y la ayudaba levándosela sin darle opción a nada. Un día salía de la biblioteca después de haber cogido unos cuantos libros para irse a estudiar a su sala común cuando Draco la sorprendió detrás de unas estanterías y la sujetó del brazo para apoyarla contra ellas para que no se fuese. Hermione no sabia que hacer.
-¿Qué te pasa?
-¿A mi?, nada. Eres tu el que no quería volver a relacionarse conmigo.-le dijo fríamente.
-Pero me preocupaba por ti el otro día. ¿Qué te ocurre?
-¿Y crees que después de lo que me dijiste me importa? Déjame en paz.
-Hermione, la profesora Laura habló conmigo. Me contó todo.
Hermione palideció. Se tambaleó un poco y dio con la espalda en la estantería. 
-Pero... ¿cómo ha hecho eso?-dijo en un hilo de voz.
-Creo que tengo derecho a saberlo. Yo también tuve la culpa.-dijo Draco con voz nerviosa.
-No tienes derecho a nada sobre mí. Me rechazaste. 
-Esto es muy serio. No te comportes como una niña.
-Por eso mismo me comporto así, porque es serio y tú no te puedes meter ya en mi vida. Era lo que querías ¿no?
-Hermione...
-Cállate. Me hiciste mucho daño. No quiero volver a verte. Es oficial que no estamos prometidos.
Hermione le dio un empujón y salió de la biblioteca como un rayo. Draco pensaba: “si comprendieras...”. La chica se paró y se metió en una esquina oscura a llorar, no aguantaba más. Hacer eso la había dolido mucho, ya que hubiese deseado que Draco la hiciese caso otra vez.