Capitulo 20

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Duncan vio a su hermana asomarse a través del pasillo y se giró en su dirección, despidiendo a Kieran- tu y yo ya hemos terminado, así que lárgate.

O no cariño, tu y yo recién comenzamos, te conquistare Duncan, porque ahora que sé que eres tú mi prometido y si a eso añadimos que eres mi destinado, no te dejare marchar una segunda vez así que prepárate, serás mío omega-le susurro al oído, mordiendo el lóbulo de su oreja causando un pequeño escalofrió en Duncan.

Cuando llego su hermana tenía su rostro apretado en preocupación, apenas lo diviso se lanzó a sus brazos-Oh dios mío, pequeño pensé que te había perdido, cuando me informaron que un a hiena te ataco, creí morir. -le dijo tomando su rostro en sus manos y besando su frente.

Estoy bien Ana, nada puede lastimarme más que un cambio-sonrió a su hermana- pero hay algo que me molesta, como saben que fue un a hiena, no le dije a nadie pero todos lo sabían, porque?

No lo sé, pensé que habías informado el hecho a todos los guardias ya que habías aumentado el numero para las rondas-pregunto abriendo la puerta para entrar a la habitación de su hermano, dirigió su vista al hombre que se alejaba hacia las escaleras para volver junto a los hombres, pero no le dio importancia.

No solo duplique la guardia para Aslan, por el atentado en su contra y contra nana, me preocupa que le pase algo cuando este fuera-informo dirigiendo su mirada al centro de cama donde estaba el pequeño abrazado a la almohada de Duncan. - Ángel y Antonio aún están aquí, no deberían estar preparando su enlace-se sentó en el borde de la cama invitando a Ana a sentarse a su lado.

En realidad, están en eso, pero Antonio esta un poco molesto-desvió un poco su mirada- y por eso venia, porque me pidió que te avisara que él te estaría esperando en el campo de entrenamiento. - volvió su rostro hacia un Duncan pálido y sudoroso.

Soy hombre muerto, debe estar furioso porque Sali a escondidas y sin guardias-trago saliva para tratar de humedecer su garganta, si había algo que lo asustaba, era una beta de metro ochenta y fracción lleno de músculos enfadado, ya que Antonio no controlaba su lobo cuando se trataba de la seguridad de Duncan, seguro lucho contra ese instinto cuando Duncan estaba a punto de ser comido de manera literal por la hiena.-¿ te dijo en cual estaría esperado?- pregunto arreglando su ropa y tomando valor, se acerco hacia Aslan y beso su frente.- cuídalo mientras tanto, si despierta llévalo donde estaré- le encomendó a Ana.

Estará en el campo principal-respondió ocultando su sonrisa- y si lo llevara para que vea la humillación publica de su padre.

Rayos me humillará y lo hará en público-resoplo para reír abiertamente- de acuerdo cuento contigo para ello.

Camino por los pasillo iluminados por las ventanas que daban hacia exterior, llego al fondo del pasillo y comenzó a bajar las escaleras hacia la sala principal, llego al final de las escaleras y se quedo viendo hacia las puertas abiertas que daban la entrada al castillo, iluminando todo en su interior, respiro hondo y bajo el último peldaño, que lo dirigiría a la salida, miro al frente y vio a Antonio parado en el centro del campo de entrenamiento que estaba un par de metros más allá de los jardines, bajo las escaleras de la entrada y choco con una pequeño cuerpo suave y de cabelleras largas, envolvió su mano en la cintura de la mujer y pidió disculpas por no haber visto por donde iba, cuando sintió un pequeño ardor cerca de su abdomen.

Antonio esperaba en el campo de entrenamiento, junto a ángel y la pequeña Amelí en brazos del beta.

Porque tienes que hacer esto, no fue culpa de Duncan estar justo en el peligro-le decía Ángel mientras jugaba con la pequeña en sus brazos.

DUNCAN Y KIERANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora