¿Jugamos a ser novios? ; Lutteo

•24•

—¿Lista?—Preguntó Matteo en cuanto Luna abrió la puerta a la mañana siguiente.

—¿Qué haces acá?—Preguntó sorprendida—¡Me asustaste!

—Quería darte una sorpresa... hoy voy a llevarte al colegio.

—Mi madre estaba por llevarme

—Dile a tu querida madre que prefieres irte con tu novio—Dijo acercándose a ella y hablando con la voz ronca.

—Aquí no Matteo—Dijo Luna al notar como Matteo se acercaba más a ella y no apartaba la mirada de sus labios.

—Bueno, bueno. Por eso es necesario que nos vayamos para ya sabes...

—¿Para qué?—Abrió los ojos como platos.

—Para llegar a clase antes que los demás, ¿Qué creíste? Ay, no te puedo creer, otra vez mal pensando las cosas Valente. Sé que soy irresistible pero intenta contenerte.

—Eres insoportable, fíjate que estaba pensando seriamente en irme al colegio contigo pero ahora con esto creo que es mejor que me vaya con mi madre—Dijo intentando sonar dramática.

—Dale amor, anda, vamos al colegio juntos, ¿Qué necesitas? Un masaje en la espalda, besitos en el cuello, lo que quieras.

—Está bien—Sonrió—Lo del masaje no es broma he—Dijo entrando a casa y dejándolo afuera por unos segundos—Listo, hablé con mi madre y no tuvo problema con que me lleves al colegio.

—Entonces vamos porque después llegamos tarde—Dijo extendiendo su mano para después entrelazarla con la de ella.

—Matt, estaba pensando que...—Habló Luna mientras caminaban—que creo que fue muy egoísta de nuestra parte separar a Emilia y a Simón.

—Yo estaba pensando lo mismo, pero hablé con Emilia y me temo que ya encontró a alguien más.

—¿Cómo?

—Si, conoció a un chico en los últimos días y creo que ya no quiere saber nada de Simón.

—Se merecen una disculpa, por lo menos.

—Y agradecerles porque gracias a ellos te tengo acá conmigo—Dijo soltando su mano para rodear la espalda de Luna con su brazo.

—La verdad es que si... ¿Qué propones?

—¡Ah! Casi lo olvido... mi madre quiere conocerte, así que prepárate porque esta noche tenemos una cena en casa.

—¿Quiere conocerme tan rápido? ¿Y si no le caigo bien? ¿Y si prefiere a Emilia? ¿Y si dice que no soy buena para ti? ¿Y si hace que me dejes? ¿Tú me dejarías?

—Calma, calma, ya le he enseñado fotografías tuyas y cree que eres hermosa, y claro que no, nunca te dejaría. Va a ser muy difícil que te deshagas de mí ahora que estoy enamorado de ti.

—Te quiero ¿Sabias?

—No hay persona en esta tierra que no quiera a Matteo Balsano

—Dios, de verdad que tu ego está demasiado alto.

—Sabes que bromeó, es todo un honor que me quieras Valente. Y... si en algún momento llego a hacerte sufrir créeme que no me lo perdonaría nunca. Eres perfecta. Perfectamente lo que siempre busque.

—¿Ahora conocí la versión cursi de Matteo Balsano?—Preguntó riendo.

—Claro, y muy pronto... bueno, obvio si tú quieres, quiero que conozcas una versión más allá de mí. Quiero demostrarte cuanto te quiero de verdad.

—Matteo, la verdad es que... me muero de ganas por estar contigo pero tengo tanto miedo, no sé... de no gustarte o de echar todo a perder en el momento porque obviamente tú tienes más experiencia en el tema y bueno... yo nunca he estado con nadie.

—¿Cómo no vas a gustarme? Tal vez es desubicado y te incomode pero no tienes idea de todas las veces que he imaginado que estamos solos, te esperaré todo el tiempo que sea necesario, y si crees que yo no soy la persona correcta yo entenderé.

—¡Obvio que quiero que seas tú!—Dijo alzando la voz—¿Lo dije o lo pensé?

—Lo dijiste—Sonrió Matteo.

—Me odio ¿Sabes?

—¿Te odias por ser honesta?

—No, porque ahora hice crecer más tu ego.

—Gracias.

—Cambiando de tema... ¿a que se debe la cena?

—Vienen unos tíos de Argentina a visitarnos un par de días y mi madre organizó todo. Así que estás invitada. Será el momento perfecto para que te conozca parte de mi familia.

—Tu hermana debe odiarme por el show que hice frente a ella—Se mordió el labio, apenada.

—Claro que no te odia, Anna tiene el corazón más puro de esta tierra y no cabe odio en su corazón. Ella también se muere de ganas por conocerte.

—¿Les hablas de mí muy seguido?

—Todo el tiempo, con decirte que creo que ya las tengo mareadas con siempre estar diciendo "Luna, Luna, Luna"

—Entonces estaré encantada de conocer a tu familia.

—¿Eso quiere decir que aceptas la invitación?

—Efectivamente—Sonrió mientras asentía con la cabeza.