•26•

6.5K 487 51
                                    

El resto de la semana había pasado con rapidez. El cumpleaños número dieciséis se aproximaba para el fin de semana. Matteo se encargo de organizar todo, contrató a un equipo de sonido que se encargaría de poner ambiente en el festejo. Un pastel enorme del sabor favorito de su hermana. Le compró un vestido con estampado de girasoles, los cuales sabía que eran sus favoritos.

—Música, listo—Dijo Matteo mientras revisaba las notas de su teléfono—Comida, lista... Invitados, listo—Hablaba nervioso.

—Tranquilo, va a salir todo perfecto—Dijo Luna junto a él, acariciando su hombro.

—Tengo miedo de que no sea así, últimamente las amigas de Anna se han alejado mucho y tengo miedo de que no asistan y ella se sienta mal.

—Ven, vamos a sentarnos—Dijo Luna llevándolo hasta el sillón en casa del chico—Mírame a los ojos... todo va a estar bien ¿Lo entiendes? Si por alguna razón las chicas no vienen a casa para la fiesta yo misma me encargaré de que la fiesta sea inolvidable para ella, no tienes nada que temer.

—¿Ves por que te quiero? Eres tan hermosa por dentro y por fuera—Dijo acercándose a sus labios para comenzar a besarla lentamente y después aumentaba su fuerza. La chica sonrió en medio del beso cada que notaba que aumentaba poco a poco—Podría besarte toda la vida—Dijo Matteo en un susurro—Y no bromeo.

Poco a poco fue bajando hacia su cuello, Luna no podía resistirse porque se sentía bien. Lo quería así. La chica comenzó a acariciar los rulos que se le formaban en la nuca y tiraba de ellos cuando los enredaba en sus dedos. Cerró los ojos y comenzó a relajarse, dejándose llevar en el momento. Comenzó a jadear, no podía evitarlo. Matteo llevó su mano y la colocó en el abdomen de la chica por debajo de la blusa. Hacia pequeños círculos con sus dedos. Poco a poco subió su mano hasta sentir el seno izquierdo de la chica.

El sonido de la puerta en la entrada principal hizo que ambos se separaran inmediatamente. Luna se alarmó mientras Matteo bufaba molesto por la interrupción en el momento. Con el rápido movimiento Matteo se olvido del labial que Luna llevaba puesto y había quedado en parte de sus labios. Abrió la puerta y se encontró con su prima, Ámbar.

—Ámbar, ¿Qué haces acá?—Preguntó confuso pues no esperaba su llegada.

—Andaba cerca de acá y nada, quise pasar a saludar. Veo que estabas ocupado, perdón, estaban—Dijo al notar a Luna acercarse a la puerta.

—No...—Respondió Matteo, nervioso—Solo estábamos repasando algunas notas de la fiesta para Anna.

—Si, eso estábamos haciendo—Habló Luna—Revisando que todo esté bien, ya sabes cómo es tu primo de perfeccionista.

Ámbar soltó la carcajada que tenía guardada durante minutos.

—Chicos, son malísimos para mentir—Dijo riendo—Sé perfectamente que estaban revisando que todo anduviera en orden pero no para la fiesta—Guiñó—¿Pero por qué en casa? Busquen un lugar más romántico, que sé yo.

—¿Como supiste?—Preguntó Matteo—Digo... ¿Por qué supones que estábamos haciendo tal cosa?

—Porque tenes todos los labios con lápiz labial y porque acá mi amiga Luna tiene toda la camiseta desordenada. Pero calma que no dire nada, y perdón si interrumpí el momento.

—¿Te quedas a comer con nosotros? Anna fue al hospital con mi madre.

—La verdad es que los dejaría pero me muero de hambre así que... acepto la invitación.

—Adelante—Dijo apartándose de la puerta para dejarla pasar. Cerró la puerta detrás de ella y comenzó a caminar detrás de Luna.

—A la próxima no te salvas—Susurró en el oído de la castaña provocando que se sonrojara.

Caminaron hacia la mesa y comenzaron a comer la ensalada que había dejado preparada la madre de Matteo. Conversaron sobre la fiesta, los planes que había y cómo hacer que todo saliera perfecto. Ámbar se encargaría de distraer a Anna el día del festejo porque la fiesta era toda una sorpresa.

Luna se encargaría de tener la comida al pie de la letra ya que su madre era Chef y ayudaría con ello. Matteo se encargaría de todo lo demás, los invitados y la música. No podían fallar.

(...)

El día de la gran fiesta llegó. Había globos, mesas, comida, bebidas por doquier. Luna llegó en compañía de Nina y Gastón. La chica llevaba un vestido azul celeste y el cabello con algo ondulado y un tocado a la derecha de su cabello. Se paró frente a Matteo hasta llamar su atención.

—Estás preciosa—Dijo sorprendido al verla—¿De verdad está chica es mi novia? Nada, no la merezco.

—Claro que me mereces tonto—Dijo abrazándolo y poniendo su cabeza en su hombro—Pero calla que van a escucharte.

—No me importa, tengo a la novia más linda del planeta, que digo del planeta... de todo el universo—Sonrió hasta acercarse y chocar su frente con la de ella. Se observaron fijamente a los ojos y volvieron a abrazarse con fuerza.

—Y yo tengo al novio más dramático, presumido y guapo del universo—Dijo ella en su oído.

Comenzaron a moverse al ritmo de la música lenta a su alrededor. Aún susurrándose al oído.

—Pero así te gusto.

—Y mucho—Respondió ella.

—¿Como para quedarte conmigo toda la noche?

—Si me convences tal vez si.

—¿Qué tengo que hacer?

—No lo sé... investiga.

—¿Entonces no será esta noche?—Se atrevió a preguntar—Porque te juro que con ese vestido que traes puesto me dan ganas de...

—¡Matteo!—Dijo riendo, evitando que las palabras que están por salir de su boca fuesen pronunciadas.

—¿Qué?—Rió—Luna con ese vestido me encantas. Otra vez pensando tus cosas Valente... ¿Qué vamos a hacer contigo?

—Te juro que... que si no terminamos muy cansados de la fiesta... quiero que sea hoy.

—¿Qué sea que?—Preguntó confundido.

—Tú sabes de que hablo—Respondió.

—La verdad que no.

—Que hoy quiero estar contigo, que quiero quedarme a pasar la noche contigo, que quiero sentirte, que quiero... que quiero besarte toda la noche. Eso quiero, ¿Lo entiendes?

Matteo quedó sorprendido tras su declaración. Quería las cosas con calma, no buscaba forzarla y vaya que las palabras de Luna le habían sorprendido.

Y si, él también se moría de ganas porque estuvieran juntos. Sabía que lo de ellos iba más allá que solo sexo, era amor. Tenía ganas de demostrarle todo su amor a base de besos y caricias. Hacerla sentir como nadie. Hacerla sentir que es perfecta en cualquier sentido. Esperaba con ansias el momento. Sin duda, lo hacía.
.
.
.
.
.
¡Hola!
Hace mucho que no venía por acá, ¿Cómo va todo?
¿Les gusta la historia?
Mis hijos ya son novios💕
Dejen sus comentarios y no se olviden de votar.
Nos leemos la próxima.
~Jackie.

¿Jugamos a ser novios? ; LutteoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora