Cuando Yami cerró el grifo de la ducha y se colocó la toalla al cuello para que las gotas frías no lo molestaran, el sonido de la risa de Mana llegó a sus oídos de forma tan meolodiosa como extraña.
Sus cejas se fruncieron en un acto inconsciente y observó la puerta que tenía que cruzar para llegar a su habitación, ¿de qué se reía Mana?
Rápidamente se puso los pantalones holgados de su pijama y salió del baño. Sus pasos fueron a una velocidad media, pero segura, y una vez estuvo frente a la puerta de su habitación, la voz de Yūgi también pudo ser oída claramente.
—... Y entonces, ¡él sólo dijo «hola»! ¡Como si nada hubiese pasado segundos atrás! —dijo su hermano rememorando una anécdota del verano pasado.
Oyó a Mana soltar una risilla.
—¿En serio? ¡Nunca me había contado eso!
Relajó los hombros, claro, solo se trataba de Yūgi hablando con Mana...
Un momento, Yami abrió los ojos cuando apenas los cerraba para exhalar. Ignoró el hecho de sentirse aliviado e ingresó a la habitación sin previo aviso.
La conversación estaba siendo muy fluida, demasiado como para ser de un solo sentido, y además...
Ambos, que estaban cara a cara, de pronto giraron en su dirección, algo sorprendidos solo para después sonreír.
Mana flotó a su lado con una inusual emoción.
—¡Adivina qué! ¡Yūgi ahora puede verme! —exclamó como si fuera lo más normal del mundo.
Por un momento, Yami solo pudo inclinar la cabeza y boquear sin llegar a decir ninguna palabra realmente y, ante su confusión, Yūgi rió.
—Ella es exactamente cómo la describiste —comentó.
Aún estupefacto, Yami quiso saber.
—Pero... ¿Cómo?
—Creo que se debe a esto —contestó Yūgi levantando el Rompecabezas del Milenio de su cuello.
—¿En serio? —Yami frunció los ojos y se acercó a su hermano —. ¿Por qué no lo habíamos pensado antes?
Yūgi se encogió de hombros.
—No lo sé. Desde que me contaste el evento antes de completarlo, lo había querido intentar, pero no se dio la oportunidad y con el tiempo se me olvidó —confesó.
—Y no fue hasta que nos encontramos con esa anciana que lo recordaste, ¿no? —agregó Mana haciéndose partícipe de la conversación antes de acercarse al más bajo de los tres —. ¡Wou, es genial poder hablar contigo al fin!
—Opino lo mismo —Yūgi sonrió y volvió la mirada a Yami, un poco más serio que antes —, pero, a diferencia de ti, si me lo quito, Mana desaparece de pronto. Extraño, ¿no?
Yami metió las manos en los bolsillos de su pantalón.
—Como todo lo que nos rodea —contestó tras suspirar —. ¿Crees que también funcione con el abuelo?
—Hum... No tengo ni idea. ¿Probamos?
Antes de que Yami pudiera responder, Mana se adelantó con un entusiasta «¡Sí!» y salió de la habitación siendo seguida por Yūgi. Ambos se metieron en una conversación, entonces, en la que Mana mencionaba lo mucho que quería conversar con su abuelo acerca de la historia.
Yami sonrió ligeramente al ver el ánimo de Mana por las nubes otra vez antes de detenerse un par de segundos en el pasillo con el entrecejo fruncido.
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LA CHICA DEL ROMPECABEZAS [COMPLETO]
FanfictionYami solo terminó el Rompecabezas, luego algo extraño sucedió y ella apareció. Ella apenas puede recordar sobre sí misma. No sabe por qué está ahí y no tiene idea de si debería. Ella parece ser un alma perdida en el mundo terrenal, sin embargo ella...