Después de que Yūgi se llevara a Téa con él, Yami suspiró y volvió la mirada a Ishizu, quien sólo había estado callada hasta el momento.La ceja izquierda de la fémina se alzó ligeramente, pero no hizo ninguna pregunta explícita hasta que se dio cuenta que Yami no iba a hablar.
—¿Sabes?, he estado pensándolo, pero ¿qué tienen que ver Mana o el llamado Atem en aquello con lo que quieres ayuda? —inclinó un poco la cabeza.
Yami metió las manos en los bolsillos de su pantalón oscuro.
—La verdad, no lo sé —se encogió de hombros —, pero hay algo, supongo. Después de todo, esto comenzó cuando terminé el Rompecabezas del Milenio.
Está vez fue el turno de Ishizu para exhalar, lo cual hizo lo más largo y lento posible mientras parecía ordenar sus ideas.
—Bueno, no sé si sirva de algo, pero deberían ir a visitarla al hospital —comentó sacando un lapicero junto a una libreta de notas del pulcro traje que vestía. Garabateó algunas cosas en el papel y luego arrancó la página para dársela.
Yami lo recibió con un poco de confusión grabada en el rostro.
—Después de que el accidente se hiciera público, un montón de personas vinieron, pero eso ya se acabó —sonrió ligeramente —. Ahora los únicos que la visitamos somos su familia, así que deberían pasarse por ahí.
Asintiendo, Yami guardó el papel en uno de sus bolsillos, solo para después observar en silencio a Ishizu preguntándose cuál era la mejor manera de preguntar lo que quería preguntar.
Ella pareció notarlo, por lo que lo miró de vuelta con curiosidad.
—¿Sucede algo?
Dudó un poco antes de continuar.
—Ehm... Bueno, ¿qué fue lo que le sucedió a Mana, exactamente? —cuestionó sin rodeos.
El ceño de Ishizu se hizo un poco sombrío mientras dirigía su mirada al suelo y luego a los alrededores, pero pronto cambió por una expresión más relajada junto a una risilla.
—Siempre ha sido una niña hiperactiva —comentó —. Mientras transportaba sus pinturas, tropezó en las escaleras y se golpeó la cabeza.
—¿Tropezó? —Yami frunció el entrecejo, pero evitó mencionar que aquello era dudoso.
Ishizu asintió.
—Sí. Todas las pinturas por las que había estado trabajando quedaron destrozadas. Gracias a eso ni siquiera podrá participar de la exposición de este año.
—¿La exposición? —una vez más, Yami se encontró sospechando de algo.
Pero... ¿Qué era?
—Iba a mostrar sus pinturas, ¿sabes?, en las que plasmaba sus sueños sobre este Faraón Atem. Le puso mucho empeño y... Bueno... Todos estamos tristes al respecto —aunque su sonrisa tambaleó, Ishizu se mantuvo firme en lo que decía antes de abrir más los ojos y expresar una idea que de pronto le vino a la mente —. Oh, deberían ir también. Es en otoño, la exposición, quiero decir. Vayan después de visitarla al hospital, ¿bien? Puede sonar anticuado, pero creo en el destino y esas cosas, así que...
Se mantuvo hablando un poco más sobre las interacciones que Mana debería tener mientras estaba en el hospital, pero Yami dejó de prestarle atención cuando oyó acerca de la exposición de arte.
¿Cuántas personas le habían dicho ya que debería ir? No lo recordaba, pero si todo aquello del destino y las casualidades era real, entonces no había ni siquiera que dudarlo.
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LA CHICA DEL ROMPECABEZAS [COMPLETO]
FanfictionYami solo terminó el Rompecabezas, luego algo extraño sucedió y ella apareció. Ella apenas puede recordar sobre sí misma. No sabe por qué está ahí y no tiene idea de si debería. Ella parece ser un alma perdida en el mundo terrenal, sin embargo ella...