EPÍLOGO

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Algunos meses pasaron tras la partida de Mana y pronto pasó casi un año hasta hacerse diciembre. Nieve había caído la noche anterior, por lo que muchos vecinos se encontraban sacándola de sus jardines y patios, en cambio Yami, que estaba solo en casa, no tenía energía para hacer lo mismo.

Las cosas se habían calmado rápidamente desde que Mahad e Ishizu decidieron hacer pública ninguna información. Principalmente para esconder las identidades de Yami y Yūgi, pero también proteger a Bakura como última muestra de cariño fraternal.

Sin embargo eso no evitó que ambos hermanos fueran llamados a testificar en contra de él. Fue muy duro pasar por las muchas preguntas que hizo el abogado defensor, pero comprendían que, después de todo, era su trabajo y simplemente trataron de no cometer perjurio además de cómo conocieron a Mana y lo relacionado.

Gracias al cielo, o a alguna fuerza del destino, Bakura terminó confesando su culpabilidad. Puesto que había acusación y confesión, todo aquello no duró más que un mes. Al ser menor de edad, la pena fue menos de lo que les hubiese gustado, o de lo que él en verdad hubiera merecido, pero al menos sería suficiente para encontrarle paz a Mana, que debido a su estado no pudo a asistir a las entrevistas en persona.

Lo último que supo de ella, para ese entonces, fue una carta que ella misma dictó y le pidió a Ishizu que se la entregara.

En aquella resumida nota decía:

«He encontrado al hombre de las pinturas, ¿sabes? Esta vez no lo dejaré irse antes que yo. Cuídense y, aparte de un agradecimiento, no espero noticias suyas pronto. -M.»

Y, como se le pidió, lo único que hizo fue agradecerle a Ishizu antes de guardar la nota en su bolsillo.

Con una taza con chocolate caliente en la mano izquierda y el control remoto del televisor en la otra, empezó a cambiar canales de manera continua sin detenerse en alguno en especial. Fue cuando justo se decidía a ver una de esas repetitivas películas navideñas que el timbre sonó.

Extrañado, pues no esperaba a nadie por lo menos hasta el almuerzo, se levantó con tiempo tardío mientras buscaba algo de dinero por si acaso eran esas personas que recolectaban donativos. Sin embargo, al abrir la puerta, solo vio a una persona dándole la espalda.

Una chica, supo al instante. Estaba cubierta de pies a cabeza por el frío, pero su largo e indómito cabello rubio se escapaba por todos los lados posibles. Llevaba unas botas azules hasta las rodillas y unos pantalones de mezclilla, así como un abrigador saco de color rosa con algunos detalles azules como su gorro y sus guantes.

Ella giró sobre los talones al escucharlo y una sonrisa inconfundible como su persona adornó su expresión.

—Ha pasado un tiempo, Atem —saludó con las mejillas sonrosadas despidiendo vaho por el frío.

Su voz era la misma. Si había alguna duda, esta ya había desaparecido por completo.

Y antes de que pudiera siquiera reaccionar, ella acortó la distancia entre ambos y le echó los brazos al cuello en un abrazo desesperado. Un poco aturdido, Yami retrocedió un paso por el repentino peso, pero pronto se estabilizó y le devolvió el gesto.

—Ese no es mi nombre —fue lo único que atinó a decir.

Ella rió.

—Lo sé —le dijo y apretó el agarre —. Lo sé muy bien, Yami.

Si hacía frío afuera, si estaba nevando, si ambos estaban prácticamente congelados, ninguno lo sintió, pues ambos se vieron completamente inmersos en la calidez de aquel abrazo.

Aquel abrazo tan deseado como necesario.

Aquel abrazo tan deseado como necesario

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FIN.

Y esto, amigos míos, da término a otro longfic que no esperaba hacer.
Realmente tengo muchas ganas e ideas para otro vaseshipping, pero por el momento no haré ninguna puesto que necesito planeación, así como tiempo e inspiración. Como dije, estoy ocupada estudiando, ¿pueden creer que he llegado a pensar que malgasto tiempo durmiendo? ¡Es la primera vez que me sucede! Y, pues, aquí me tienen.

También sé que dije que cuando terminara este fic, comenzaría el DanganPad, pero para ser sincera, eso es algo que requiere mucha, demasiada estructuración desde que son misterios de asesinatos, por lo que, del mismo modo, sería más o menos en diciembre que lo retomaría.

Aunque quién sabe, mi palabra no vale nada últimamente.

En fin, gracias por leer y llegar hasta acá, espero les haya gustado y ¡hasta la próxima!

:)

LA CHICA DEL ROMPECABEZAS [COMPLETO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora