[Capítulo 001]

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-¿Estás lista?.- preguntó mamá parada en la puerta del baño por enésima vez.

-No.- respondí fastidiada mientras me miraba al espejo.

-Sal de allí, llegarán en cualquier momento y tú estarás encerrada en el baño.- su tono empezaba a molestarme.

-Sería lo mejor.- respondí seca saliendo del baño enojada.- Odio pararme los domingos temprano, ¿tu amiga no pudo venir otro día?.- bufé.

-Comportate por favor.- suplicó.

Yo suspire.

-Esta bien.- dije rendida.

Vendría su gran amiga y su hijo pequeño, supongo. Estaba siendo obligada por mi madre para arreglarme un domingo por la mañana, estaba cansada y con resaca de la noche anterior, así que tenia muy malos ánimos.

-Antes de que lleguen, debo decirte algo.- se sentó al lado de mi en la cama.

-¿Que hiciste?.- la mire con preocupación.

Cada vez que ella me miraba como lo estaba haciendo significaba que me diría algo en lo que yo no estaría de acuerdo.

-Ellos vendrán a vivir con nosotros un tiempo.- soltó, lo que hizo que me levantará inmediatamente de la cama.

-¿Qué?.- caminaba con desesperación por todos lados.- ¿Cómo te atreviste a decidirlo sin antes decirme?.- empezaba a alterarme, cuando sonó el timbre.

-Hablaremos de esto luego, comportarte, ve a buscar la comida y llévala a la mesa.- ordenó.

Yo bufé molesta, ¿como se atrevía a meter a personas en está casa?, prácticamente vivía sola ya que mi madre se la pasaba todo el día en la empresa, ¿y ahora dos personas desconocidas invadirian mi espacio?, ¡claro que hablaría seriamente con mamá!. Por ahora solo estaba siguiendo su orden, baje y fui directo a la cocina por los platos, acomode mi vestido y entré a la sala donde se escuchaban las voces. Quede sorprendida al ver que ese "hijo pequeño" no era tan pequeño, se veía de mi edad, otra cosa por la cual debía molestarme. Decidí ignorarlo por ahora y coloque el plato en la mesa.

-Oh, tu debes ser Hillie.- se levantó  hacia mi para abrazarme, mamá hizo señas para que correspondiera al abrazo, lo cual hice con dificultad. Al momento que se separó de mi, pude notar que en su pómulo tenía una especie de morado, un golpee quizá, me ahorre cualquier tipo de comentario al respecto.- Él es Hoseok, mi hijo.- sonrió señalando al chico con pelo rojo casi naranja.

Saludé con mi mano, pero él solo miro con desinterés y siguió viendo las cosas a su alrededor, idiota.

-No le hagas caso, siempre es así de malhumorado.- susurró ella.

-Bueno, vamos a desayunar.- se levantó mi madre inmediatamente y nos dirigimos a la mesa.

Mamá hablaba animadamente con su amiga, mientras yo miraba el celular que se encontraba en mis manos. Odiaba el sentarme en una mesa con personas desconocidas, ¿quién no?, pero en su situación ellas se irían, el problema es que ellos estarían aquí por días y no encontraba comodidad con eso.

-Hillie, ¿piensas ser una gran empresaria como tu madre?.- pregunto la mujer cuyo nombre no recordaba.

-Si.- respondí cortante. Sentí como mi madre me daba un golpee con su pie. Suspire pero no dije más nada.

-¿Y tu?, Hoseok ¿que piensas estudiar?.- pregunto mi madre evitando el momento incómodo.

-Medicina.- respondió él, su voz era suave y rasposa, supongo que era por el no hablar en todo este tiempo.

Mi celular sonó, llamando la atención de los presentes.

Vi mi celular, sonriendo casi al instante.

《Jungkook》

-Debo contestar.- me levanté ignorando la mirada amenazante de mi madre.- Gracias por salvarme de un terrible desayuno.- dije al contestarle.

Lo escuche reír.

-Dude en si contestarías, es muy temprano, pero veo que tu madre te ha obligado a una de sus citas de trabajo de nuevo.- dijo.- Creo que mi plan de raptarte ha fallado.- fingió tristeza.

-¿De que hablas?.- pregunté confusa.

-Mira por la ventana.- pidió.

Le hice caso, viendo a un Jungkook sonriente recostado en su auto saludandome con la mano.

-Supongo que debo irme.- hizo puchero.

-¡Ni se te ocurra!.- colgué y me dirigí a donde se encontraban todos.

-Hija, siéntate ya para buscar el postre.- dijo mi madre casi matandome con los ojos.

-Yo tengo que irme, los veré más tarde, por qué estarán aquí cuando vuelva.- dije de mala gana saliendo de la sala.

Sentí los pasos de mi madre venir detrás de mi.

-¿Qué crees que haces?.- me tomó del brazo.

-Tengo que irme.- me zafe.

-¿Saldrás de nuevo con tu noviecito?.- dijo con molestia.

Mi madre no aprobaba mi relación con  Jungkook, le resultaba un chico rebelde y sin escrúpulos, sin embargo a mi me parecía el chico mas maravilloso que había conocido y con él cual lograba calmarme con tan solo su compañía.

-No empieces a gritar, ¿a caso quieres que los nuevos huéspedes se sientan incómodos?.- dije como si me importará.

Ella suspiro rendida.

-Cuando llegues hablaremos seriamente.- se atrevió a decir antes de salir de mi vista.

Salí casi corriendo hacia donde se encontraba Jungkook, como había dicho antes, era lo único que lograba calmarme. Me acerqué a él y lo abrace, seguida por un profundo beso.

-¿Todo esta bien?.- preguntó.

-Todo está excelente.- sonreí cerca de él.









***

VAYAN PREPARANDO SUS BIBLIAS

Attraction 《j.h》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora