[Capítulo 026]

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-Bien, ya estas en tu cama, ya me voy.- Había sido todo un gran esfuerzo traer a Jungkook a su cama, cargar con su peso mejor dicho, además de que no dejaba de decir estupideces sobre nuestra relación. Debía irme a casa porque regresar a la de Tae seria arriesgado tan tarde entrar, y quedarme en casa de Jungkook no era una opción.

-No me dejes.- susurró él tomando mi mano atrayendome hacia abajo debido a estar acostado en la cama.- Te necesito.- sus ojos empezaron a cristalizarse.

-Hablaremos de esto mañana, si lo recuerdas.- traté de safarme pero a pesar de estar borracho aun tenia fuerza.

-Quedate.- pidió palmeando un lado de su cama.

Sería una terrible tortura quedarme.

-Por favor.- insistió.- Es tarde y no quisera que el coco te comiera.- lucia serio, pero yo rei, recibiendo una mala mirada de su parte.- El coco es real, no te rías.- me señaló.- ¿Si te quedarás?.- suspire, no quería hacerlo, sería retroceder lo poco que había avanzado. Sin siquiera reaccionar Jungkook me jalo del brazo que tenía acostandome encima de su cuerpo.
Mentiría si dijera que no extrañaba etar así con él, sentir su olor, su respiración chocar con la parte de arriba de mi cabeza, bajar y subir con su pecho siendo rodeada por él, todo se sentía igual a antes de estas dos semanas, pero no me engañaria, su borrachera se iría mañana y volvería a ser el nuevo Jungkook que se había estado formando estás semanas.

-Hillie.- me llamó Jungkook.

-¿Mmm?-.

-Te amo.- susurró. Levanté mi rostro un poco para verlo, se habia quedado dormido, me quité de encima de él con cuidado y fui abajo para dormir en el sofá, el cual no era cómodo, pero era mejor que torturarme durmiendo con él.

                     (***)

Sentí como unas manos me agitaban sutilmente, haciéndome gruñir, odiaba que me levantarán, mamá era fastidiosa cuando se lo proponía y...
Mis ojos se abrieron con sorpresa al ver que no estaba en mi casa, de repente los recuerdos de ayer vinieron a mi mente, me di la vuelta en el sofá para ver quien era, quedando cara a cara con él.

-Buenos días intrusa.- el aliento mentolado de Jungkook chocó en mi rostro.

Me levanté de golpe del sofá, Jungkook se impulso con sus piernas para levantarse y pasar al lado de mi.

-El desayuno está listo ¿vienes?.- gritó él desde la cocina.

Caminé hacía allá y miré todo lo que había preparado en la mesa, mi corazón bombeo rápido cuando se quedo viéndome esperando una palabra de mi parte.

-Gracias pero me iré a casa.- me límite a decir para darme la vuelta y salir, pero Jungkook camino rápido a la puerta impidiendome salir.

-Come, quiero agradecerte por lo que hiciste ayer, no recuerdo mucho pero solo viene a mi mente que me sacaste de aquel lugar.- dijo apenado.

-Con un simple gracias tienes ¿me puedes dejar salir?.- dije con mi rostro bajo, no quería verle a los ojos.

-Te llevaré.- agarró las llaves que yo había guindado al lado de su puerta ayer.

-Jungkook basta, tu lo dejaste todo claro.- lo miré.- Soy todo lo que piensas, solo déjame salir, no me debes nada.- mis ojos empezaban a cristalizarse.

-Dijiste que podíamos hablar.- me miró suplicante.

-Ahora no es el momento, quiero ir a casa.- señale la puerta con mi mano. Él se apartó, caminé para abrirla pero me tomó del brazo.

-Prometeme que hablaremos.- sus ojos conectaron con los míos.

-Lo prometo.- me solté y salí de su casa, comenzando a llorar.

                       /***/

Estaba en mi habitación acostada con el celular en mis manos, Tae me había estado mandando mensajes desde ayer, estaba preocupado por no verme donde me dejo, así que decídi llamarlo para explicarle todo...

-¿Y piensas perdonarle?.- preguntó él.

-No lo sé.- respondí.

-Debes aclarar esos sentimientos ¿aun sigues enamorada de él?.- esa pregunta dio varias vueltas en mi cabeza, tal vez no, no igual que antes había cambiado cuando Hoseok apareció con su actitud tan atrevida y esa sonrisa que lo caracterizaba, era tonto pensar como cambió todo en un mes, pero supongo que mi vida estaba muy estable para el destino.

-Has regresado.- Hoseok apareció dejándome sin habla.

-¿Hillie?.- dijo Tae a través del teléfono al ver que no contestaba.

-Te habló luego.- colgue sin esperar alguna respuesta de su parte.

-¿Hablabas con tu novio?, ayer vi que se reconciliaron.- Hoseok hablaba con pesadez, se notaba que le costaba decir aquellas palabras.

-¿Quién te crees para no hablarme en dos semanas y luego venir como si nada?.- dije molesta.

-Pues una persona suficientemente madura para saber en que terreno debo meterme.- dijo.-Y por lo que veo elegí lo correcto.- se dio media vuelta para irse pero caminé rápido hacia él y lo detuve.

-Tal vez no.- él se dio la vuelta quedando frente a mi, demonios, su cercanía, la extrañaba.

-¿De que hablas?.- preguntó mirándome a los ojos.

-Y-yo...Ehm...- Mis palabras costaban para salir.- No he vuelto con Jungkook.- miré mis pies.

-Ayer vi todo lo contrario.- tomó mi barbilla levantando mi rostro, conectando nuestras miradas de nuevo.- No necesito seguir sufriendo por ti.- rozó nuestros labios, deseaba que lo hiciera, que me besara de una vez por todas, pero todos mis deseos se fueron a la mierda al ver como se alejaba y salía de mi habitación.
¿Sufrir por mi?, ¿a que se refería?, ayer él estaba cómodo besándose con dos chicas y no se le veía nada de sufrimiento. No me quedé con la duda y lo seguí a la sala.

-¡Espera!.- me coloque frente a él.- ¿Porque hablas de sufrir? ¡Ayer estabas besándote con dos malditas chicas al mismo tiempo! ¿¡Y me reclamas a mi!?.- grité histérica.

-Basta Hillie, dejame salir.- quiso esquivarme pero me coloque de nuevo frente a él.

-¡No! ¡Responde!.- pedí.

-Hillie...- advirtió.

-¡Eres un maldito cobarde Hoseok!.- grité.

Mi mente maquino todo como error cuando Hoseok me tomó de los hombros con brusquedad.

-¡Porque he estado sufriendo por ti estás dos malditas semanas! ¡Porque me emborracho cada noche y me besó con chicas para poder sacarte de mi mente! ¡Porque tengo miedo a enamorarme de ti y que hagas lo mismo que hizo la perra de Young! ¡Por eso sufro por ti!.- término de decir, dejando en completo silencio la sala, su agarre aun seguía con mucha fuerza sobre mi y sin haberme dado cuenta mis lágrimas empezaron a caer, al notarlo Hoseok me soltó y lo que me hizo sacarme de mi trance a lo que acababa de pasar fue el fuerte golpe de la puerta siendo azotada por éste. En este mes y medio no había visto a ese Hoseok, siempre había sido él arrogante o coqueto.
Estaba molesta conmigo misma por ser tan complicada, por hacerle daño a Jungkook y a Hoseok, esta vez tomaría una decisión en la cual podría salir más herida de lo que ya estaba.

Attraction 《j.h》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora