-Oh, ¿él es tu novio?.- una sonrisa seca salió de sus labios. Quería responder pero Hoseok me colocó a sus espaldas, así quedando enfrente de Jin, mierda, significa problemas.
-Eres un maldito imbecil.- Hoseok apretaba su mandíbula al igual que el puño que se formó en su mano. La bomba explotaria en cualquier momento.
-Eso no es lo que decía Young anoche.- ¿quien coño era Young?. En un abrir y cerrar de ojos Jin estaba en el piso por el golpee que había recibido de Hoseok, definitivamente la bomba explotó. Los dos empezaron a golpearse mutuamente una y otra, si no hacía algo se matarían. Lo que se me ocurrió fue tomar a Hoseok del brazo, pero este se soltó bruscamente haciéndome caer al piso. Eso había dolido. Hoseok se dio cuenta de lo que había echo, así que dejó a Jin en el piso el cual a penas podía levantarse para acercarse a mi.
-Lo siento.- susurró levantandome del piso, él necesitaba más ayuda que yo, así que lo tomé de la mano para dirigirme hacia el baño de la casa, debía curarle, pero él me miro confundido tras mi acción.
-Necesitas ayuda.- señale su rostro el cual por la oscuridad podía ver muy poco. Así que entré a la casa recibiendo algunas miradas, era obvio, llevar contigo a un chico casi demacrado no era algo común. Subí las escaleras buscando el baño el cual fue difícil de encontrar. Cerré la puerta con seguro para que nadie nos molestara.
-No creí que quisieras hacerlo ahora.- bromeó él a mis espaldas mientras buscaba alcohol y algodón.
-Ni así dejas de ser un imbecil.- me dirigí hacia él, se encontraba sentando en la esquina de la bañera, así que sería más fácil curarlo.
-Auch.- se quejo al sentir el algodón con el alcohol en sus heridas. No estaba tan mal, sin embargo lo hacía con la mayor delicadeza posible, tampoco era fácil si él me miraba detalladamente.
-¿Quien es Young?.- pregunté luego de un largo silencio. Él bajo un poco la cabeza, le había molestado.- Digo, para reaccionar así debe ser grave.- bote el algodón, Hoseok se levantó y yo me di la vuelta para quedar frente a frente con él, estábamos muy cerca y el tamaño del baño no ayudaba mucho.
-¿Celosa?.- levantó una ceja divertido.
-No tendría porque estarlo.- me encogi de los hombros decidida a irme, pero Hoseok me lanzo hacía la puerta chocando mi espalda con está, aprovecho y me acorralo colocando sus brazos a los lados de mi cabeza, su rostro estaba tan cerca del mío que yo podía respirar su respiración. ¿Deseaba que lo hiciera?, ¿de verdad?.
"No creas que será tan fácil, haré que lo desees".- sus palabras llegaron a mi mente, demonios, si que lo deseaba. Bien Hillie es hora de seguir tus malditos impulsos. Sin previo aviso empece a besarle, él pareció sorprendido por mi acción, pero lo siguió. Maldición, como me arrepentía de no haberlo echo antes, sus labios se sentían como supongo que seria el cielo.
Jungkook invadió mis pensamientos, no podía hacerle esto, así que lo empuje, haciendo que su mirada luciera confundida.
-¿A caso recordaste a tu novio?.- sonrió como solía hacerlo, ¿no se cansaba?.
-Quiero irme.- dije firme.
-A penas nos estábamos divirtiendo.- tomó mi cintura.
Lo empuje de nuevo y abrí la puerta encontrándome con una gran sorpresa.
-Namjoon.- susurre al verlo parado en frente de la puerta, al parecer pensaba tocar.
Él miró a Hoseok quien salía detrás de mi, demonios, esto en defitiva no se vería bien.
Salí rápidamente de allí hacia el auto de Hoseok, quien se montó al mismo tiempo que yo.
Estaba en problemas.