Miedos; Frabby (Fred x Abby)

Capítulo 08: Lágrimas Indeseadas

Sin duda alguna; una de las mañanas más ajetreadas para Freddy y Fred; y pensar que todo comenzó con una larga espera para después convertirse en una discusión con un chico, una pequeña charla con dos tipas extrañas siendo confundidos aún más para luego transformarse en una hora de lectura y terminar en otra más de descanso.

Hay que reconocerlo, una aventura muy extraña si hablamos de que todo eso sucedió en menos de tres horas.
Pero al final y al cabo la pequeña travesía término en lo que habían deseado los dos chicos desde el principio; una pequeña hora de siesta.

Y así fue, el pelinegro podía encontrase completamente dormido apoyando su rostro sobre la espalda de la chica pelirroja. Mientras tanto, una dulce y tierna joven bajita podía notarse a su lado acomodando sus grandes mejillas sobre la mesa de la cuál se estaba apoyando para poder leer.

No obstante, Freddy parecía ser el primero y el único en despertar, a decir verdad, él no se encontraba tan cansado si lo comparamos con Fred.

Tomando el control del cuerpo, el castaño optó por quitarse de la cómoda espalda de su novia tallando parte de sus ojos con sus manos para poder despertar por completo.

—Vaya ajetreado día tendremos hoy —Se dijo así mismo— Fred, es hora de levantarse —Llamo dirigiéndose hacia el pelinegro para tratar de despertarlo— Fred, despierta —Freddy acudió a subir un poco más su tono de voz.

—5 minutos más, por favor —habló adormilado dándole la espalda al contrario.

—Fred, no hay tiempo. Ya hemos faltado a más de dos clases, así que vayamos.

—Agh, ¡Esta bien! —exalto molesto. Sorprendentemente se había despertado rápido a pesar de lo cansado que estaba—. Si eso permitirá que me dejes de joder entonces está bien. Vámonos a clase.

—Primero hay que despertar a Abby —mencionó el iris azules—. ¿A-abby?

—Que tierna se ve de esa manera —murmuró el pelinegro con un gran brillo en sus ojos.

Freddy comenzó a mover parte del cuerpo de la chica para poderla despertar.
—Cariño, despierta —Le susurró al oído.

—Sólo abrázame 5 minutos más —habló la menor aún en sueño comenzando a extender sus brazos para abrazar al chico castaño con cierta ternura—. Eres tan suave cómo un oso de felpa.

Freddy claramente se sonrojo por el afecto de la menor.
—A-abby. Me encantaría estar aquí contigo por todo lo que resta del día, pero hay que apresurarnos. Se nos hará tarde, no querrás faltar a tu primer día de clases, ¿o sí?

—Dí lo que quieras, amigo. Ella no te escuchará —interrumpió cruzándose de brazos—. Además, no veo cuál es el problema. Si te soy sincero tienes suerte de estar así con ella.

—Sí, sí. Lo sé, Fred —Suelta un leve suspiro— Pero hoy es su primer día de clases y no quiero que se meta en problemas por mi culpa.

Fred miro unos segundos al castaño con una mirada sarcástica.
—Al parecer se volvió a desvelar viendo una de sus cosas —Arquea una ceja— ¿Cómo se llama?, ¿Yoi?, ¿Yao?, ¿Yui?

—Yaoi, Fred. Se dice Y-A-O-I —Le corrigió.

—Sí, eso. Aunque sigo sin saber que es... —El ojinegro sonrió al ver dormir a Abby— Uhm...déjame intentar despertarla.

—Está bien —asintió el castaño soltando un leve bufido.

El de coletilla cedió a darle el control del cuerpo dejando a un joven pelinegro en brazos de la chica de sus sueños.
—U-uh... —Fred comenzó a sonrojarse al sentir el roce de los brazos de la chica en su pecho— A-abby —Le susurró acercando su rostro al de ella— Es hora de despertar, bella durmiente —Le volvió a susurrar ocasionando una pequeña sonrisa en la contraria.