treinta y siete

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Viernes, 4 de Abril de 2018
Laguna Larga, Córdoba.

—¡Lula vení!—gritó mi papá desde la planta baja.

—¿Que paso?—dije abriendo la puerta para poder escuchar mejor.

—¡Vino Romeo a pretenderte!—volvió a gritar, rodé los ojos y bajé las escaleras.

Encontré al cordobés con un jean, una remera blanca, una gorra y unos lentes, me esperaba con una sonrisa.

—¿Así venís a recibir al futuro padre de tus hijos?—me señaló mi papa, estaba con un short, una remera gastada y las crocs. Escuché la risa del ojiverde mientras yo lo fulminaba con la mirada.

—¿Que haces acá?—pregunté con el ceño fruncido y mirándolo de arriba a bajo, estaba muy lindo.

—¿Te traigo un balde para la babita, nena?—acotó mi papá con una sonrisita, lo odio.

—No empeces—contesté cortante y volvi a mirar a Paulo, este se acerco hasta a mi y me dió un beso en la mejilla.

—Hacemos una cena está noche en casa de Gustavo. Vuelven mis sobrinos y bueno yo quería preguntarte si...

—Obvio que va, ¿o no Lula?—alzó la ceja mi papa.

—No sé si puedo, tengo que hacer un par de cosas de la facultad—comenté mirando al futbolista y noté la cara de desilusión.

—Bueno, no pasa nada—contestó finalmente, me acerqué y le dí un leve beso en la comisura de los labios.

—Perdón—me disculpé y lo miré.

—Que lindos son, les faltan los nenes y el perro—acotó mi progenitor.

Solté un gran suspiro mientras que Paulo sonreía, —¿Nos vemos mañana?

—Dale, mañana nos vemos—lo abracé y le di un beso en la mejilla.

Paulo se despidió de mi papá y se acercó nuevamente a mi para darme un beso como despedida.

—Una cosa es que no te quieras coger al chabón, pero rechazarle una cena familiar Lula....

—No sé como lo haces, pero cada dia te odio más—acoté y escuché la risita de mi papá.

—Sé que en ese corazoncito tan odioso que tenes, un poquito aunque sea chiquito, me querés—cerró los ojos y sonrió.

—Ponele—respondí riendo.

Volví a subir a mi pieza y empecé a hacer las cosas de la facultad, tenía que hacer varios resúmenes sobre información y un comentario de texto sobre una noticia de fútbol.

Después de dos horas apoyando los codos, me levanté y me metí en el baño para darme una ducha.

La facultad estaba muy pesada últimamente y eso me estresaba bastante, asique darme una larga ducha no me iba a a venir nada mal.

Estuve alrededor de 40 minutos, salí y me fui directo al placard para sacar un vestido negro, apretado y un poco transparente.

Una vez vestida, volvi al baño para pasarme la planchita y maquillarme, obviamente iba a ir a la cena de Paulo.

Bajé y agarré un neceser con lo básico, me puse perfume y me miré por última vez en el espejo.

—Bien ahí—acotó una voz a mis espaldas.

—Iba a ir igual, pero quería darle una sorpresa a Pau—informé mientras agarraba las llaves del auto.

—Bueno—respondió y me llenó de besos, se pensaba que tenía 5 años de nuevo.

—Basta pa—lo aparté bruscamente y lo miré—Me voy que no llego más.

Me despedí y salí de mi casa, entre en el auto y encaminé a la casa de Gustavo, me quedaba a 15 minutos.

El viaje fue bastante rápido, estacioné y bajé. Me acerqué a la puerta y toqué timbre.

—Opa, hola bombón—me recibió un chico de unos 19 años mas o menos—¿Que necesitas hermosa?

Chamuyero el nene.

—¿Esta Paulo?—pregunté con una ceja levantada.

—Sí, pasá—se apartó a un costado para dejarme entrar—¡Tío! ¡Te busca una chica linda por acá!

Me reí al ver lo atrevido que era su sobrino, después de unos segundos apareció el futbolista y nada mas verme se le dibujó una sonrisa.

—¡Viniste!—me saludó con un beso rápido.

——Hola—saludé con una sonrisa.

—Que bien comes tío, la puta madre—acotó Lautaro mirandome mas de lo que deberia—Esta re buena.

—¡Callate pajero!—lo retó y le dió en un golpe en la nuca a lo que yo reí mientras que Lautaro se pasaba la mano por la nuca.

—Eso no quita que este re buena—respondió y salió de ahi prácticamente corriendo.

—Es un boludo—susurró Paulo mientras pasaba su brazo por mi hombro.

—Es igual de atrevido que vos, no sé de qué te quejás—besé su cuello y empecé a caminar hacia el patio.

córdoba ; paulo dybala Donde viven las historias. Descúbrelo ahora