Capítulo 1 Mi familia

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—Puede ser peligroso —me advirtieron.

Pero como siempre era obediente decidí no serlo esta vez. Y aunque es extraño de admitir mis padres tuvieron algo de razón.

Este año estaba decidida a asistir a una escuela porque siempre había estudiado en casa a pesar de que el primer día al entrar en la visita de bienvenida me di cuenta que no era lo que había imaginado, todos eran demasiado bruscos, arrogantes y al entrar me empujaron sin razón.

Se burlaban sin razón e incluso la cafetería se notaba algo descuidada, con sillas rotas y llenas de garabatos, muchos eran hostiles, pero decidí quedarme porque realmente estaba decidida a intentarlo. Además era mucho más fuerte que todos ellos por lo que no me lastimaría y sorprendentemente era una de las mejores escuelas más cerca de casa, me había preparado para el examen de ingreso durante varios días aunque no había mucho que estudiar y los resultados llegaron tres días después en una carta que decía:

"Estimada señorita Elizabeth Klein usted ha sido aceptada en nuestra escuela secundaria por su alto nivel académico por lo que la invitamos cordialmente a iniciar nuestras clases el 13 de abril de este año..."

Estaba muy emocionada por la noticia y fui a avisarle a mi madre quien claro no estaba muy feliz por la idea, pero no podía hacer ya nada para evitar que fuera.

Era 13 de Febrero así que aún faltaba mucho para que iniciara por lo que decidí centrarme en mi otro proyecto de verano el de vender flores había descubierto de pequeña un gran amor por las flores y me encantaba cuidar de ellas, además, a mi madre le fascinaba la idea de disfrutar una actividad sin salir de casa, era muy estricta con respecto a ese temao me dejaba ir a ningún lugar que no sea el bosque, y debo aclarar, acompañada porque temía que algún humano me descubriera.

Era muy sobreprotectora por lo que muchas de las cosas que aprendí, a parte de cazar, solo eran para interiores.

En fin, tenía un bello y pequeño invernadero en el patio trasero en donde cuidaba todo tipo de flores que encontraba, me dedicaba a cuidarlas, darles agua y asegurarme de que reciban la luz necesaria. Al acabar entré a casa como a la 1:00pm y me alegré muchísimo al ver que mi madre estaba usando zapatillas lo que significaba que saldríamos de caza.

Me encantaba, como vuelvo a decir, era lo único que se me permitía hacer fuera de casa y a diferencia de mi madre no lo hacía para alimentarme sino que para mí era más como un momento de relajación.

Entrando en contexto, debo informar que en nuestro mundo existe más de una clase de vampiro, tres para ser específicos los cuales es necesario conocer para no mantenerse a salvo.

La razón por la que mi madre ya está derribando su segundo árbol es porque ella es una "diamante" que es como llamamos a los vampiros que nacieron a través de una transformación por mordida, su principal característica son sus ojos color rubí que ella escondía con lentes de contacto azules. Eran veloces, extremadamente fuertes, ligeramente sensibles a la luz, pero sin que llegara a lastimarlos, nunca se enfermaban teniendo además el olfato, la vista y la audición más desarrollados, pueden alimentarse de sangre sea humana o animal siendo la segunda opción la que se ha vuelto popular en algunos grupos.

Hace un tiempo, cuarenta y cinco años aproximadamente, había sido revelada la existencia de otra clase.

Los llamados "zafiro", o medio vampiros de manera menos frecuente, son vampiros nacidos con ascendencia humana heredada de sus padres ya sean humanos u otros "zafiro".

Y el motivo por el que me encontraba a decenas de metros más adelantada que mi madre era porque yo pertenecía a esa clase ya que mi padre es un humano, el nivel de fuerza variaba en cada individuo llegando a ser igual al de los "diamante", pero nunca a superarlos, algo que no es compatible con la velocidad y agilidad en lo que sí destacábamos ampliamente. Nosotros sí podíamos enfermarnos y no nos causaba malestar ni un poco de sol por lo que teníamos la piel ligeramente bronceada. Nuestros ojos eran de color azul que en ciertas ocasiones podrían tornarse parecidos a un brillante zafiro que muchos "diamante" calificaban como hermosos, además, nuestro olfato, visión y audición están mejor desarrollados que el de los humanos.

Convivir con un "diamante" o "zafiro" podía llegar a ser complicado para los humanos, en especial por los riesgos que traía consigo y por ese motivo se formó una pequeña subdivisión de la que formaba parte mi padre para poder vivir con nosotras. Los magos que nos ayudaban a guardar nuestro secreto crearon un hechizo el cual lo convertía en teoría inmortal como los "diamante", pero conservaba el resto de sus características humanas, su piel conservaba el tono rosa que lo hacía parecer un "zafiro" como yo, pero debido a que compartía ambas características eran llamados "ámbar" por el color de ojos que adquirían. No envejecían hasta que se les quitara el hechizo y solo se podía de una manera muy dolorosa por lo que la mayoría prefería mantenerse en ese estado.

Salía al bosque por diversión porque una de las cualidades de un "zafiro" era poder alimentarse de comida humana o sangre y en gran medida prefería la primera porque sinceramente veía la sangre con desagrado, lo que sí me gustaba era sentir la suave brisa en mi rostro, el tranquilizante sonido de las hojas al caer, saltar por los árboles y sentir todo lo vivo en ese lugar, los aromas, los colores, todo era increíble.

Sin embargo, debía capturar algo para poder entrenar porque mi madre me decía que debía estar lista por si algún día nos atacaba un "jade", la tercera y última clase existente.

Solían ser vampiros "diamante" hasta que asesinaban y se alimentaban de los "zafiro" para volverse mucho más fuertes, llenos de una gran ambición y también porque nos veían como inferiores al tener sangre humana, lo que generaba que sus ojos cambiaran de color rojo rubí a su complementario verde que podía alcanzar la tonalidad de jade muy brillante.

Mi madre se separó de mí porque captó el aroma de un zorro que era su favorito y yo me quedé escondida tras una roca cerca del río esperando a que algún animal se acercara.

Luego de uno minutos apareció un venado, era casi de mi altura y se acercaba con elegancia a beber agua. Esperé a que terminara y luego salté en frente de él aunque no provoqué más que unos leves pasos hacia atrás lo vi a los ojos, levanté las cejas en señal de que huyera y salió velozmente empezando a perseguirlo.

Cruzó por unos árboles estirando sus extremidades que lo hacían parecer que flotaba, yo lo perseguí desde las alturas sin perderlo de vista, dió vuelta para cambiar de dirección y en el proceso se golpeó con una rama el lomo lo que hizo que perdiera el equilibrio y cayera por una bajada hiriéndose, bajé para revisarlo notando su gran herida y comenzó a producir un fuerte ruido al asustarse por mi presencia.

—¿Acaso te doy miedo? —pregunté a pesar de saber que no recibiría respuesta y dejó de alterarse al encontrarse con mis ojos.

Me acerqué lentamente y traté de calmarlo.

—Tranquilo, tranquilo, te voy a ayudar, yo te perseguía así que eres un suertudo —le dije.

Puse mis manos sobre su herida, me concentré y empecé a curarlo.

Al terminar se levantó, me miró a los ojos e iba acercándose lentamente a mí hasta que el ruido de una rama rompiéndose hizo que se asustara y huyera, volteé a ver quien había realizado ese ruido y por su aroma sabía que era otro vampiro, pero salió corriendo en dirección a la cascada. Lo perseguí cruzando entre los árboles y pude ver que era un chico casi de mi edad o al menos eso parecía por su apariencia, con el cabello castaño con ligeros toques dorados, llevaba una casaca oscura pero no pude ver sus ojos por lo que no supe a qué clase pertenecía y lo perdí de vista cuando se lanzó a la pequeña cascada, justo entonces vi a mi madre que llegaba detrás de mí.

—¿Lo viste? —me preguntó.

—No sus ojos —respondí.

—Era un "jade"—me dijo en un tono de voz muy bajo.

Holaa querido lector, estoy muy emocionada y agradecida de que  estés leyendo mi historia.

Bueno, qué les parece el primer capítulo conocieron un poco de cada clase y parece ser que uno de los menos esperados vigila a nuestra protagonista ¿qué creen que buscará?

Juntos Bajo El Mismo CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora