—Esteban Edevane, mucho gusto —respondió mientras doblaba su mano hacia atrás para estrecharla.
Tomé su mano y sujetándolo con cuidado me puse de pie para sentarme frente a él.
—Elizabeth Klein, el gusto es mío —hablé con un tono formal provocando su sonrisa ya más amplia hasta mostrar con ligereza sus dientes y volví a mi lugar para repasar los apuntes del día.
—Sabías que Klein es un apellido que proviene de Alemania —mencionó repentinamente.
—Mi padre tiene ascendencia alemana aunque sus características se perdieron hace mucho tiempo —respondí de inmediato —Edevane es inglés aunque es poco común —continué para seguir la conversación.
Había estudiado mucho en estos años sobre historia vampira y humana por lo que era algo que no evité mencionar.
—Somos de los pocos, mi familia es la última con este apellido.
—¿Cómo puedes estar seguro de eso? Tal vez hay más en otra parte.
—No puedo darte detalles, pero es algo que puedo asegurar sin equivocarme.
En efecto, muchos Edevane se habían convertido en vampiros hace varias generaciones dejando a pocos descendientes, volviéndose una gran y reconocida familia, por lo que era sorprendente encontrarme con uno de ellos, humano, aquí. Ya me habían comentado que existían posibilidades aunque no esperaba que tuviera mi edad.
Luego de un momento más de silencio entendí que no le gustaban los lugares silenciosos.
—¿Por qué no te gusta que te llamen Eli? —preguntó para aliviar la tensión.
—¿Cómo? —pregunté asemejando no haberlo escuchado como nos enseñó Henry.
—Te escuché hace un rato y parecía ser que la excusa de tu vecina era una mentira que ellos con mucha ingenuidad no notaron —respondió reavivando el recuerdo.
Era posible ya que no estaba tan lejos cuando se lo dije a Joe, sin embargo, aún era algo incómodo que escuchara conversaciones ajenas, pero no era la persona correcta para juzgarlo y luego de un gran suspiro continué.
—Es que alguien que no es muy amable conmigo me llama de esa manera —conté levantando la vista de mi cuaderno, efectivamente, era como me había llamado Nicolas al demostrar su interés de querer asesinarme lo que me traía malos recuerdos.
—Comprendo —comentó asintiendo y se recostó en el espaldar para sentirse más cómodo —Entonces ¿cómo te llaman los más cercanos? —preguntó curioso.
—Lizzie —respondí con honestidad.
—Noelia suele llamarme Ban —dijo calmado antes de contarme más acerca de ella.
Era quien había estado sentada en el asiento en el que me encontraba ahora.
Noelia Carrión era una chica con ascendencia latina de cabello marrón claro y ojos castaños que lo acompañaba a la escuela desde el primer día hace 10 años y eran buenos amigos. Sonreí al sentir que su relación era como la mía con Henry y continuó diciendo que los alumnos nuevos no eran muy frecuentes así que se impresionó al sentir nuevos aromas.
—Es muy diferente al de los demás —continuó diciendo con mucha convicción —Es casi inexistente aunque se logra sentir con dificultad —agregó haciendo gestos como acercando algo a su rostro.
Su forma de hablar era realmente diferente, un humano común jamás habría dicho algo como eso por lo que llamó mucho mi atención.
Como para que me olvidara de lo que había dicho sacó su cuaderno y empezó a posar sus manos sobre las letras que había escrito, se detenía a veces —¿Qué letra es? —preguntaba.
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Juntos Bajo El Mismo Cielo
VampirosEl mundo vampiro se ha vuelto un lugar terrible debido a la insistencia de los jade, una de las nuevas clases, de eliminar a los poco numerozos zafiro. En medio de esta batalla una zafiro quien esperaba ansiosa llegar a la edad para conocer a los hu...