Capítulo 6 Un aliado sincero

33 11 18
                                    

Luego de cegarlo, mi herida se terminó de curar y empecé a sentirme mejor, el "jade" y yo nos hicimos a un lado justo a tiempo para que el enemigo cayera por la cascada.

Sabía que eso no era suficiente para acabarlo y más, al no escucharlo caer deducimos que se encontraba cerca, fui corriendo de regreso a buscar a mi madre y la encontré tirada de lado en el suelo y le dí la vuelta.

—Me alegra que estés bien —susurró débilmente, le dije que se pondría bien y tomé sus manos para empezar a curarla mientras el "jade" se paraba al lado de un tronco, cuando terminé, ayudé a mi madre a ponerse de pie, pero al igual que con el "jade" se desmayó luego de unos segundos.

—Se han ido —comunicó el "jade" arrodillado en el suelo, se acercó a mí poniéndose de pie y cargó a mi madre, caminé hacia el tronco y me di cuenta que no estaba Miranda.

—Regresó para llevársela y se fueron porque estaba lastimada —concluí sintiendo su aroma desvanecerse hacia el norte, la dirección opuesta a nuestra casa.

—Es bastante rápido, debemos irnos —me dijo el "jade".

—Sí —asentí volviendo mí y fuimos rápidamente a mi casa, mi padre se sorprendió al abrir la puerta y ver cómo nos encontrábamos, tomó a mi madre y subió a acostarla en su cuarto, luego bajó, pensé que atacaría al "jade", pero solo me tomó los hombros y me abrazó.

—¿Qué sucedió? —preguntó al sentarse apoyando la espalda en el sofá y cruzando los brazos —¿Y por qué ese chico aparta la mirada? Ni que tuviera una mirada tan mala —comentó intentando alegrar el ambiente silencioso.

Le conté todo lo sucedido y entonces se acercó al "jade", levantó su rostro para verlo, pero mantenía sus ojos cerrados, le pidió que los abriera y lo hizo lentamente, notó sus ojos verde jade muy brillantes, puso una mirada seria, pensaba que iba a golpearlo, y lo abrazó con calidez.

—Gracias por traer a salvo a las dos personas que más amo en el mundo —luego lo soltó disculpándose y anunció que subiría a ver a mi madre.

Me dirigí a la cocina porque no había comido nada desde el desayuno y estaba hambrienta dejando al "jade" de pie en la sala, sin haber dejado de pensar en comida desde muy temprano tomé el plato que mi padre había dejado servido sobre la mesa y empecé a comer, tenía una vista directa a la sala, pude ver que el "jade" se acercaba a todas las fotos allí para verlas y cuando estaba terminando de comer se acercó.

—Disculpa la molestia, pero ¿no tendrás algo para que yo pueda comer? —preguntó tímidamente.

—¿Estás bromeando? —le dije levantándome de la silla. —¿Acaso en todo este tiempo solo pensabas en comida y no dijiste nada? —cuestioné en voz alta porque de ser yo no hubiera estado ni diez segundos en silencio sin importar quien estuviera al frente.

—Es que antes no tenía, pero estabas comiendo y a mí también me dió hambre —expresó de manera que volví a llenarme de pena ajena cubriendo mi rostro con una mano.

—Hay algo para ti, ven sígueme —le dije llevándolo a la parte trasera de la casa donde mi madre criaba a unos gallos y gallinas para cuando no quería salir a cazar. —Puedes comer algo de aquí, pero no todo porque sino mi madre se va a molestar y definitivamente podría lastimarte —le advertí dejándolo allí, regresé a la cocina a terminar de comer y al acabar de lavar los servicios fui a ver al "jade" que ya estaba de pie en la sala, tomé una toalla porque estaba con la boca llena de sangre incomodándome, me acerqué y se la dí sin cruzar miradas antes de ir por un libro.

—Gracias, por cierto, solo toqué a uno —me dijo empezando a limpiarse, asentí entonces vi de reojo lo mal que lo hacía, es difícil creer que no sabía hacer algo tan sencillo.

Me encontraba de pie revisando los libros de mi estante y al verlo por completo dejé el libro que sostenía y fui a la cocina, llené un tazón con agua y regresé con el "jade".

—¿Me permites? —le pregunté extendiendo la mano sin ver su rostro, me dió la toalla muy delicadamente entonces la humedecí y exprimí limpiando los labios del "jade" repetí el proceso hasta terminar y se quedó viéndome fijamente, luego sonrió —Terminé —indiqué con calma llevando el tazón con agua de regreso a la cocina, volví y le dije que subiría a ver a mi madre.

—Voy contigo —dijo el "jade" subiendo las escaleras detrás de mí.

Al llegar a su cuarto toqué la puerta tres veces para que mi padre me dejara entrar, observé a mi madre despierta y acostada por sobre su hombro, me dijo que pasara, pero cuando el "jade" intentó entrar mi padre lo detuvo haciéndolo retroceder y diciendo que salieran a hablar. Mi madre me sonrió y me acerqué a ella tomando su mano, decía estar bien, pero lucía algo débil.

—¿Por qué no dejas pasar al "jade"?

—¿En serio lo preguntas? Aún no confío en él, es eso —respondió, además me regañó por acercarme al "jade" sin decirle y yo le dije sentándome a su lado en la cama, apoyando mi cabeza en su hombro que no me parecía tan malo cuando lo conocí, pero que de todas maneras tendría mucho cuidado, luego ella me acarició la cabeza dulcemente y dijo que se sentía feliz de que no me hicieron daño.

—Yo también estoy feliz de que estés bien —le dije, luego preguntó por el "jade" adulto y yo empecé a contarle todo lo que había sucedido que me persiguió y que con ayuda del "jade" hicimos que cayera a la catarata, ella me dijo que vio cuando el "jade" regresó y se llevó cargada a Miranda que estaba muy lastimada pero que antes de irse volteó su mirada hacia ella y -Nos volveremos a ver-le dijo seriamente antes de salir corriendo unos segundos antes de que yo llegara para la curarla.

—Fue gracias a ti.

—¿A qué te refieres?

—Tu regalo me ayudó a pelear con el "jade" —le dije sacando la linterna de mi bolsillo y mostrándosela.

—Sabía que te ayudaría —dijo con una sonrisa, luego decidí irme para dejar descansar a mi madre, antes de eso cerré las ventanas y las cortinas para evitar que ingresara la luz del sol al salir cerré la puerta con cuidado sin provocar mucho ruido, antes de bajar decidí escuchar la conversación que tenía mi padre con el "jade" y escuché que le preguntaba sus intereses por mí.

—No es que no confíe en ti, pero debes saber que si intentas hacerle daño no tendré otra opción que luchar contra  ti —le dijo mi padre con un tono muy protector y el "jade" respondió lo mismo que me había dicho a mí —Ella me salvó la vida y ahora yo la protegeré lo juro es mi único propósito —con un tono muy firme.

Juntos Bajo El Mismo CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora