Capítulo nueve.

984 50 13
                                    

- Yo os dije, mejor montar las casetas antes de beber. - Habla Lauren mientras tira los palos de su caseta al suelo.

Llevamos literal casi una hora intentando armar una caseta y eso que aún nos quedan otras cuatro, pero es imposible, estoy tan mareada que no cálculo bien las distancias y no hay manera que meta el maldito palo por el agujero.

- Mejor esperemos a que lleguen los chicos. - Sugiere Marveth mientras se sienta al lado de Lauren, ella se apoya en su hombro y ambas se caen para atrás. Nos empezamos a reír, ha sido tan estúpida esa hostia.

- Iré a buscarlos. - Se han ido a mear y de paso a buscar madera para hacer una hoguera ya que les dije que me hacía ilusión, nos dejaron aquí porque nos daba pereza acompañarlos y les prometimos armar las casetas. Pero teniendo las botellas cerca pidiendo a grito que nos la bebamos pues acabamos distrayéndonos, aunque como se ven ellos también están distraídos. 

Esquivo las ramas y sinceramente estoy caminando por caminar ya que no sé donde están ,pero me fío de me ubicación como la exploradora que soy. Doy con el lago que tanto me estaban hablando, miro a mi alrededor: oscuridad y silencio. 

Me rindo en buscarlos y al ver lo bonito que se ve iluminado el lago por la luz de la luna decido meterme, me quito la camisa y el pantalón quedando en ropa interior y creo que el alcohol es dueño de mis actos y decido por quitarme también estas últimas prendas. Mis pies tocan el agua y no la noto fría más bien diría que está caliente , aunque con el alcohol que llevo encima mejor no se fíen de mis palabras. Me tiro de cabeza dejando lucir mis seis años de natación. Me sorprende que el lago sea tan hondo, doy un par de brazadas y observo como se mueve el cielo, aunque quizás no se esté moviendo tan rápido como yo lo estoy mirando pero ahora mismo todo a mí alrededor se mueve así.

- Maggie. - Me volteo y veo a los tres con madera en sus brazos.

- Hola chicos. - Saludo alegremente mientras agito mis manos.- ¡Vengan! - Si no estuviera borracha no invitaría a mis tres mejores amigos a meterse conmigo en el agua estando yo desnuda.

- ¿Ya han montado la caseta? - Pregunta Zack, río.

- Vayan y compruébenlo. - Sonrío aunque sé que no me están viendo debido a la oscuridad y a la distancia que nos separa.

- Ahora vamos. - Dice Cody y los tres se alejan.

- Dylan, ven. Métete conmigo. - Le ruego poniendo voz de niña inocente, los tres se para, susurran algo y Dylan le da la madera que sujetaba a ellos.- ¡Bien! - Aplaudo, se acerca a la orilla y se quita la camisa, aunque no lo vea me puedo imaginar como los músculos de su espalda y brazos se tensan mientras se la quitan. Bota su camisa al lado de mi ropa.

- ¿Estás desnuda? - Susurra aunque logro escucharlo, nado y puedo apreciarlo mejor.

Juro que estoy mojada y no por el agua. Sus jodidos abdominales.

- Ven y compruébalo. - Pregunto divertida.

- Maggie. - Gruñe y niega. 

- ¿Preferías desnudarme tú? - Escucho como toma una profunda respiración.

- ¿Has bebido? - ¿Por qué me conoces tanto Dylan? 

- Desnúdate, no miro. - Me volteo, tarda unos segundos pero escucho ruidos y supongo que se estará desnudando, se zambulle por lo que me doy la vuelta y lo encuentro en frente mío.

El pelo le gotea, algunas gotas se desplazan por su cara y una roza sus labios, que envidia me da.

- ¿Tanto te arrepientes de lo que sucedió que te hizo replantearte venir? - Miro sus ojos, sus pupilas están dilatadas.

¡Adiós virginidad!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora