Capítulo once.

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- Los chicos nos acaban de invitar a la bolera, pasan por nosotras dentro de una hora porque están convenciendo a Dylan. - Dice Lauren mientras lee el mensaje de su móvil.

- Me parece bien, hace tiempo que no vamos. - Dice Marveth mientras sopla el pintauñas negro de sus uñas de las manos.

- Yo no puedo. - Ambas dirigen la mitad hacia mí haciendo que tarde en pensar una excusa. - Quedé con Diego.

- ¿Quién es Diego? - Pregunta Lauren con el ceño fruncido.

- Un amigo. - Mi contestación no le sirve ya que sigue con el ceño fruncido.

- Dile que se venga con nosotras. - Propone Marveth ganándose una afirmación de Lauren y una mirada asesina mía.

- No. - Niego rápidamente.

- ¿Por qué? - Pregunta Lauren volviendo a fruncir el ceño.

- Porque... es una salida íntima. - Digo lentamente para no levantar sospecha de que me lo estoy inventando, aunque no sé si lo que acabo de hacer es buena idea, ya que sí se lo creen me van a hacer el interrogatorio del siglo.

- Vale, pasas una hora con nosotros y luego que él te venga a buscar. - Sonríe Lauren, me doy una bofetada mental, ¿qué haré cuando nadie venga a buscarme?

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- Hola. - Saluda animadamente ambas cuando entran al coche.

- Cada día están más guapas. - Nos halaga Cody aunque le guiña el ojo a Lauren, ella desvía rápidamente la mirada. Desde la acampada se traen un tonteo demasiado notable, creo que el beso que se dieron cuando jugamos a retos, les gustó.
Lauren me salva la vida y se sienta al lado de Dylan, el cual no ha levantado la vista del móvil ni ha saludado, por lo que yo me siento al lado de Lauren.

- Menos mal que te veo, desde la acampada estás desaparecido. - Le dice Marveth a Dylan dándole una pequeña colleja mientras se sienta en el asiento de atrás.

- Cuando fuimos a verle, no sabía si detrás de su puerta me iba a encontrar su cadáver. - Bromea Zack pero sin despegar la vista de la carretera.

- Y hablando de la acampada, ¿ya estás mejor Cody? - Pregunto, él se remanga la camisa y muestra su antebrazo, el cual aún está lleno de arañazos y de moratones. Él subnormal acepto escalar un árbol que había cerca de nuestras casetas, pero él estando fuerte y borracho y él árbol siendo diminuto y frágil, podréis imaginar como acabó.

- ¿A qué no sabéis quién va a perder su virginidad? - Pregunta pícara Lauren, haciendo que Dylan guarde su móvil y me mire. Cody comienza a chillar como una chica.

- Ya era hora, tía. - Habla pijamente Cody y se voltea para atrás para que le vea como finje tocar su pelo.

- ¿Y quién es el caballero que tendrá tal honor? - Pregunta Zack levantando las cejas y mirándome desde el retrovisor.

- Nadie. - Contesto rápidamente. - No Le hagan caso. - Ruedo los ojos.

- Lo vamos a conocer luego. - Dice emocionada Marveth, haciendo que bufe por sentirme ignorada.

- Pero espera, ¿él sabe que tienes veintiún año, que sigues siendo virgen en todos los sentidos y qué solo has tenido un novio? - Pregunta Zack sonriendo, me voy a quitar el cinturón para levantarme y pegarle pero Dylan se adelanta y lo hace por mí.

- Pero mira quién está vivo. - Dice Zack esquivando su hostia pero rápidamente vuelve a poner su vista en la carretera, yo también lo hago y me doy cuenta que ya estamos en los aparcamientos de la bolera.

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- Cuatro de nachos y seis cañas. - Pide Zack cuando el camarero viene hacia nosotros, este asiente y va a traernos nuestro pedido.

- ¿Cómo siempre no? - Pregunta Lauren refiriéndose a qué será chicas contra chicos.

- Esta vez que se individual, el ganador - interrumpo a Cody.

- O ganadora.

- Le pondrá su castigo al perdedor. - Cody me mira esperando a que esta vez también le corrija.

- No será perdedora, las chicas no vamos a perder. - Le digo sacando la lengua.

- Yo digo que sean el penúltimo y último quien tenga castigo, o sea que haya dos perdedores, y un castigo de por sí será que paguen esto. - Dice Lauren mientras muerde un nacho. Todos asentimos.
Comienza Zack consiguiendo un semipleno al igual que Cody. Después de Cody voy yo y como se ve hoy no es mi día de suerte porque no he tirado ninguno, y sigue ocurriendo igual en mis siguientes tiradas solo he conseguido tirar a dos. Pero claro quizás me podría concentrar si Dylan quitará su rostro de amargado y su mirada en mí.

- Vaya manera de estrenarte Maggie. - Se burla Zack al ver como la bola vuelve a irse por el lateral.

- ¿Pedimos otra no? - Pregunta Cody señalando las copas vacías, las chicas sientes y Cody me mira. - Espero que estés preparando la cartera. - Ruedo los ojos, no me puedo creer que Cody se esté comportando igual de idiota que Zack.

- Voy al baño. - Digo para evitar matar a estos dos, aunque en verdad es para librarme de las miradas de Dylan pero Lauren insiste en acompañarme.

- ¿Os pasa algo? - La miro con el ceño fruncido. - A ti y a Dylan, no os habéis ni saludado. - Maldita Lauren, siempre está pendiente a todo.

- No, nada, estamos bien. - Miento, no le puedo decir que le pedí a rastras desvirgarme.

- ¿Y tú? ¿Estás bien? Eres buena en los bolos, bueno, juegas normal pero hoy pareces Marveth. ¿Es por Diego? - Me mira pícara.

- ¿Diego? - Pregunto pero me acuerdo de mi cita ficticia. - Ah sí, no sé si estoy haciendo lo correcto.

- Creo que deberías de conocerlo más, y si de verdad no estás segura ni te sientes preparada deberías de suspender la quedada, me puedes poner a mí de excusa. - Me dice y voy a abrazarla, me acaba de salvar de hacer el ridículo.

- Creo que haré eso, no quiero luego arrepentirme.

- Es tu turno Lauren. - Le dice Cody con una mirada bastante rara, ¿esa es tu manera de evitar comerla con los ojos? Miro a Lauren diciéndole que no se va a librar de contarme lo que se tiene con Cody, pero ella ignora mi mirada, coge la bola y la lanza conseguiendo un strike, da pequeños saltos de alegría.

- Vaya, alguien está por superarte. - Le dice Lauren a Zack mientras le da unas pequeñas palmaditas en la espalda, y es cierto Lauren ha pasado al segundo puesto. Cojo la bola y me pongo en el centro de la pista, obervo la bola y los bolos pidiendo que la bola acabe tumbando a todos, lanzo y solo consigo tirar a los cuatro del principio.

- Dylan, ayúdala. - Dice Lauren haciendo que la quiera matar, me doy cuenta que hoy tengo muchos pensamientos sangrientos. Dylan no dice nada, solo se levanta y coge la bola rosa.

- Cógela así. - Dice detrás mía haciendo que me erice. Pongo mis manos encima de las suyas y una especie de cosquilleo siento en mi estómago. - Luego miras al primer bolo, cierras los ojos visualizándolo y listo. - Aleja su mano dejándome sola, ya que se vuelve a sentar haciendo que todas las sensaciones que me acababa de despertar se apagarán.

¡Adiós virginidad!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora