Rehén

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6--Rehén

Al otro día la mirada fría del otro le causó gran pesar, mucho de lo poco que había construido desde que el otro volviera se había perdido. Subieron al auto en completo silencio. Y se dirigieron a la corporación.

¡Quiero decirte...!—trató de explicar.

No tienes nada que decirme—le respondió su custodio y al ver sus ojos azules tan fríos sintió que el dolor dominaba su piel.

Dos horas más tarde estaba en mitad de una reunión cuando Tea le dijo que había una llamada urgente. El que llamó dijo que no podía esperar, que se trataba de la hija del rubio. Joey atendió y después de un momento la joven supo que algo andaba terriblemente mal.

¿Qué sucede señor?—le preguntó, pero obviándola por completo él se dirigió a todos.

¡La reunión se terminó! Disculpen pero es un asunto muy importante—dijo Joseph y los reunidos algo aturdidos se retiraron. --¡Por favor, déjame solo!—le pidió a su secretaria. Ella se retiró pero gracias a un presentimiento no se quedó callada como habitualmente lo hubiera hecho.

El castaño estaba en una habitación de espera en la que habitualmente se hallaba esperando hasta que el otro saliera, leía un libro cuando la agitada asistente entró—Señor Kaiba—le dijo.

Él la miró y no habituado a su nerviosismo paró las antenas y preguntó--¿Qué sucede?—

Es el señor Wheeler. No me ha dicho nada pero han llamado diciendo que era importante, que se trataba de Yue y ha despedido a todos con los que se hallaba reunido—respondió ella.

Eso es muy lógico—dijo el ojos azules algo más calmado pero aún alerta.

¡No entiende! Los despidió después de colgar y se ha quedado encerrado. Si algo le estuviera pasando a Yue él...--dijo la castaña estresada.

...él hubiera salido de inmediato para su casa—terminó Seto. Si. Olía mal y definitivamente era extraño que no lo hubiera llamado. Aunque recordaba la discusión sabía que el otro acudiría a él a menos que no estuviera involucrado en algo peligroso pero su instinto por primera vez le decía lo contrario así que sin más avudió a verlo después de preguntar a Tea donde se encontraba.

Cuando vio la puerta abrirse comenzó a decir--¡Tea, te dije que no quería ser...!—pero las palabras siguientes murieron en su boca al ver el rostro de la persona a quién realmente deseaba ver. --¡Vete! ¡No molestes!—arguyó con su interior bregando por lo contrario.

Seto lo miró directamente a los ojos viendo la vacilación en su mirada y preguntó casi amenazantemente--¿Qué está sucediendo?—

Nada importante—mintió Wheeler dándole la espalda y esperando que el otro le creyera.

No es verdad—dijo el otro cerrando la puerta y derribando el muro que el ojos mieles intentaba construir.

Es cierto. Nada pasa—trató de mantener la lejanía Wheeler y luego oyó sus pasos a su espalda, acercándose.

¿Qué sucede con tu hija?—preguntó el castaño tomándolo de un hombro y obligándolo a voltear.

Joseph volteó—¡No tiene nada que ver contigo así que aléjate!—le dijo sintiendo evidentemente pánico.

¿Qué le sucede a Yue?—preguntó el firme guardaespaldas mientras miraba la cara que trataba de ocultarle un gran dolor. Los nervios de Joey estaban evidentemente al extremo.

AMOR EN CUSTODIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora