5—El príncipe encantador
Sonó como una discusión acalorada—comentó el castaño cuando quedaron solos.
¡Quiero saber tu impresión de Yami!—explicó Joey, sorprendiendo al otro.
El ojos azules fue sincero—Creo que su sonrisa oculta otras intenciones—
Me alegra no ser el único que piensa eso—exclamó algo aliviado el otro.
Seto miró a la puerta por donde los hermanos habían salido y preguntó--¿Qué relación tienes tú con él?—
Por un momento el corazón de Joseph palpitó con fuerza pero luego se concentró en calmarlo. Comprendió que el custodio solo lo preguntaba porque le daba mala espina y de quería estar al tanto de todos lo que lo rodeaban por su trabajo.
Es mi socio. Hace dos años que la empresa viene perdiendo mucho y hace un tiempo mi padre le vendió el cuarenta y cinco por ciento de las acciones. Yo lo heredé al tomar el mando—le contestó Wheeler.
¿Papi? ¿Yugi ya se fue?—preguntó la niña rubia con sus coletas con gomitas de soles y su vestido amarillo.
Si, ya se fue. Tenía que irse a su casa. Su hermano iba a contarle un cuento—le dijo Joey sintiéndose culpable de que el amigo de su hija se fuera así de repente.
¡Papi, eso no es cierto!—lo regañó la niña cruzada de brazos.
¿Cómo dices?—preguntó sorprendido el rubio temiendo que tal vez la niña pudo oír todo.
A los niños grandes como Yugi ya no les cuentan cuentos—aseveró la pequeña muy seria.
Su padre mostró una gran sonrisa entre divertida y aliviada—¡Eso es muy cierto!—contestó y luego prosiguió—¡A menos que sean niñas muy hermosas y pícaras a las que sus papás planean contarles cuentos y hacerles cosquillas hasta los ciento veinte!—gritó de pronto el ojos mieles lanzándose en pos de ella.
La niña chilló de alegría y expectativa mientras se lanzaba a la carrera para evitar que su papá grandulón la atrapara y le diera cosquillas. Las risas se escucharon por un rato en los pasillos de la casa al igual que las corridas.
Mika sin otra cosa que hacer tomó su cartera y su saquito y se dispuso a salir pasando al lado de Kaiba—¡Es un papá excelente! ¿No es verdad?—preguntó.
Seto con su habitual adustez asintió con la cabeza.
Al otro día en la mañana Seto esperaba, como siempre, al rubio junto a la puerta. Yue fue a su encuentro y mirándole con sus grandes ojos azules dijo--¡Hola!—a lo que Seto no respondió. --¿Sabes hablar?—preguntó después la niña.
La pregunta le tomó por sorpresa al castaño pero después de un momento se dio cuenta que nunca había hablado en presencia de la pequeña—Sé hablar—le respondió con su voz tan varonil y la niña abrió mucho los ojos y una gran sonrisa se extendió en su cara. Kaiba no entendió pues no era nada porque entusiasmarse.
¡Guauuuuu! ¡Que voz tan bonita!—exclamó la niña con su habitual excitación y algo cohibido el custodio sintió sus mejillas arder. No estaba acostumbrado a tales halagos. --¿Vas a llevar a mi papi en tu corcel blanco?—preguntó la niña inocentemente luego.
Joey había entrado justo para oír tal pregunta y la expresión del guardaespaldas era todo un poema, con sus menos de treinta kilos la pequeña lo tenía arrinconado y sin saber que hacer. Mika entró también pero se quedó quieta tan solo observando aunque se rió un poco de la ocurrencia de la niña.
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AMOR EN CUSTODIA
FanficSeto es un guardaespaldas profesional contratado por un millonario al que han amenazado con hacerle daño a su hijo para que lo proteja. El muchacho es rebelde y él no le cae bien porque hace es su niñera y al castaño no le cae porque es contestatari...