Dulce amistad

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14—Dulce amistad

Luces muy preocupado—dijo el pelinegro mientras veía al otro servirle un vaso de wiskie, esperó durante media hora que el otro volviera.

Te diré algo que solo Seto y yo sabemos—dijo Joseph.

Bien. ¿Qué es eso?—preguntó Seichirou tranquilamente pensando que era sobre algo laboral.

Se trata de el que mató a tu padre. Quiso matarme a mí, así que lo sucedido fue mi culpa—dijo el compungido el ojos mieles. Temía lo que el otro le diría pero de nuevo Tanaka le sorprendió.

Tú no tienes la culpa. La culpa es de ese maldito bastardo. ¿Qué hace la policía con...?—dijo el mayor.

No nos escuchan. Piensan que son solo suposiciones a pesar de que Kaiba se los dijo y él es experto—dijo el rubio.

Confías demasiado en él. ¿Estas seguro de que...?—preguntaba el otro cuando lo cortó el hotelero.

¡Escucha! ¡Seto me ha salvado y a mi hija!—le explicó Joey acaloradamente y el otro sonrió de nuevo.

¡Ahí esta la clave! Te enamoraste de tu héroe, de tu príncipe encantador—dijo el pelinegro.

¿Qué dices? ¡No! No es mi príncipe ni nada de el...--dijo Joseph.

El más alto se levantó y fue hasta él atemorizándolo un poco con su cercanía y dejando el vaso en la mesa que ahora quedaba al lado de ambos le dijo—Creo que he demostrado que a mí no tienes porque mentirme. ¿No es así?—

Yo no...--trató de refutar Wheeler pero el otro lo cortó tomando por asalto sus labios y luego abrazándolo por la cintura. Por un momento el ojos mieles trató de resistirse pero el otro seguro de si mismo como era no le abandonó hasta que el hotelero dejó de hacerlo y disfrutaron los dos de la emoción de un beso que fue escalando en intensidad.

¿Por qué no vamos a tu habitación?—preguntó el gastronómico una vez separó sus labios.

El otro le dio un empellón muy asustado—No—dijo.

¿Qué? ¿Acaso tú nunca...?—preguntó algo sorprendido Seichirou.

¡No bromees! Tengo una hija—le discutió el rubio.

Hablo de con un hombre, palurdo—dijo Tanaka y entonces se dio cuenta de que había dado en el clavo. –¿Jamás estuviste con otro hombre, cierto?—

Eso no es algo que discutiría contigo, apenas te conozco—dijo Wheeler muy cohibido.

Yo diría que nos conocemos mas íntimamente de lo que sugieres—dijo con su voz suave acercando su cara a la del otro que vio de inmediato coloreadas sus mejillas.

No es asunto tuyo—se defendió Joey. Se arrepentía de todo eso a lo que habían llegado. Se sentía en un callejón sin salida.

¿Pero que hay si quiero convertirlo en mi asunto?—dijo acariciando la mejilla de Wheeler, el hijo de Tanaka dejando al otro mudo. –No te preocupes. Sé esperar y en tu caso me parece que mereces esa atención de mi parte. Se necesita empezar muy despacio y más cuando ocultas tanto lo que en verdad te gusta. Si hasta estás pensando en estrategias baratas para lograrlo—

¿Estrategias baratas?—preguntó sorprendido el dueño de casa.

Hablo de tu casamiento—respondió el invitado.

AMOR EN CUSTODIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora