|| JaeBum y JinYoung son mejores amigos desde los 8 años. Sus vidas se unieron de una manera extraordinaria, una amistad deslumbrante y mágica. Pero, un día una decisión, hizo que toda esa magia quedara en un túnel oscuro, separados, con miles de pr...
Las personas bailaban descontroladamente, bebían de igual forma. El chico miraba a su alrededor, dedicándoles una sonrisa ladina a las mujeres que pasaban por delante de él. Todas iguales, vestidos cortos, exceso de maquillaje, las típicas barbies coreanas con cabello rubio que cansaban con solo verlas. Siempre de lo mismo comenzaba a frustrarlo. ¿Por qué era tan difícil conseguir lo que él quería?, no quería siquiera bailar con ellas, o por lo menos para pasar la noche, aunque ahora que lo piensa...
Eso no está mal, por lo menos para eso sirven.
Se preguntarán, ¿Dónde quedó aquel JaeBum adorable y dedicado?; pues lo dedicado había durado hasta ese momento, y no desaparecía al pasar los años. Lo adorable, con las personas cercanas a él, o cuando es necesario sacar ese encanto suyo. Pero algo más que ahora caracterizaba al castaño, eran sus conquistas, no pasaba una noche en donde Im JaeBum no se fuera a su departamento con una chica nueva. Ese era su día a día. Era la única forma que había encontrado de olvidarse de todo lo ocurrido en el pasado, que desgraciadamente, no iba a ser suficiente a partir de ese instante.
─Hey Im, ¿Ahora en qué piensas?─Jackson llegó mientras tomaba un trago. Se notaba que comenzaban a hacerle efecto─¿Por qué no vas a bailar?
─No tengo ganas Puppy─El contrario lo fulminó con la mirada por el apodo, no le gustaba que sus mejores amigos los utilizaran cuando hay personas desconocidas rodeándolos, mucho menos en un bar nocturno lleno de chicas bellas y jóvenes─Perdón, Jackson─Hizo una mueca─Es que mira─Señaló a todos lados─Siempre están las mismas chicas, ¡Estoy harto!, quiero algo diferente, vámonos a otro lugar.
─No seas así, además, todas están preciosas, no puedes negarlo─Tomó asiento junto a él en la barra, sacudiendo su hombro levemente intentando sacarlo de ese mundo en donde se había hundido. Sus ojos se encontraban perdidos y su mirada denotaba melancolía.
─No digo que sean feas, solo que siempre lo mismo no ayuda.
─Eso no lo pensabas antes─Y ahí iba de nuevo─Cuando tenías que ser así eras todo lo contrario. Cuando se supone que deberías ser un demonio de hormonas excesivamente alborotadas, no lo eras, y hora, que deberías buscar algo formal, no lo haces... Realmente no te entiendo Im... Creo que ya es hora que busques novia, o novio.
─Eso jamás, sabes que aún no he encontrado al indicado.
─¿Y qué pasa con Hani?, ella siempre estuvo detrás de ti. ¿Por qué no le das una oportunidad?, puede y que en un futuro algo bueno fluya.
─No quiero ilusionarla─Se encogió de hombros─¿Y si no logro quererla?
─Ya la quieres...
─Pero no la amo Jackson─Revolvió su cabello frustrado─¡Nunca la voy a amar!
─Nunca digas nunca JB, puede que sí, puede que no, cualquier cosa puede pasar─Sonrió con todas las intenciones de ser reconfortante, pero nada de lo que hiciera o dijera lograba sacar al contrario de su trance─Mira allá está─Señaló la pista de baile, en donde una hermosa mujer se movía al ritmo de la música─¿Por qué no la invitas a beber algo?─Y sin esperar respuestas, empujó al pobre castaño al centro de aquel lugar. Sus manos se posaron en sus caderas sin permiso, acercándola a su cuerpo. La chica impactada, no dudó ni unos segundos en rodear su cuello con ambos brazos.
─¿Y esto JaeBum?─Susurró la pelirroja en su oído.
─¿Acaso está mal?─Contestó en su mismo tono, pero de forma seductora.
¡Pues claro que está mal! Muy mal. Sé perfectamente que terminaré rompiéndole el corazón. JaeBum, es hora de parar con esa locura antes de que se salga de tus manos. Ella es tu amiga, ¡Tu amiga!, no puedes jugar con ella, ¡Maldita sea!, sabes perfectamente que nunca... Que nunca lograrás amar a otra persona.... Estás cavando tu propia tumba Im.
Y a pesar de que sus pensamientos se lo dijeron, hizo caso omiso a sus propias palabras. Dejándose llevar por el momento.
─¿Ya recapacitaste?─La pelirroja habló después de unos largos segundos de silencio.
─¿Perdón?─Preguntó sin poder evitar que su ceño se frunciera un poco.
─Sobre nosotros... ¿Ya lo pensaste?─Nuevamente, el silencio reinó en el ambiente. A pesar de que la música resonaba en sus tímpanos, era como si estuvieran encerrados en una burbuja donde solo se escuchaba la nada. Meneó su cabeza volviendo en sí, embozando una sonrisa más que forzada.
─Supongo...
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Ya era el día, ¿Se podría estar más nervioso en la vida?, sus manos sudaban mientras agarraba las maletas, sus piernas temblaban a cada paso que daban. Sentía que su corazón salía al oír la voz saliendo de las bocinas, avisando que el vuelo ya va a salir.
─Pequeño, ya es hora─Akemi lo miraba con terror, nerviosismo. Sabía lo complicado que estaba siendo todo esto para su mejor amigo, pero él iba a estar a su lado. Tal vez no sea suficiente, tal vez no sea lo que necesite, pero sin duda alguna, no iba a dejarlo solo, que sufriera y mucho menos que llorara. Aunque eso último era más difícil que lo anterior, puesto sabía que lo iba hacer.-¿Que pasaría si su vida ya está hecha?-Ese era su verdadero temor, era consciente como al pasar de los años JinYoung rechazaba a todo chico que se cruzara en su camino-Espero que seas como él siempre te vio-. Lo abrazó tratando de reconfortarlo-Ya era hora-Abordaron el avión sin soltarse. JinYoung no lo soltaba. Su brazo se estaba adormeciendo por culpa de que el contrario era tan descuidado que clavaba sus uñas en él─¡Me estás lastimando!─Al fin se quejó.
─Lo siento, lo siento─Se disculpó inmediatamente al ver lo que hizo.
─No estés nervioso─Ignoró lo anterior─Estoy contigo, ¿Bien?
─Lo sé─Sonrió dirigiendo su atención a la ventana.
